domingo, 29 de agosto de 2010

Crecer de golpe

por Daniel Link para Perfil Cultura

En 1984 publiqué mi primer artículo “ambicioso” (es el único, de aquella época, que todavía está en mi curriculum). Se llamaba "Medi(t)aciones de lo real en El entenado" y apareció en el número 3 de la revista Pie de página, que copiaba gráficamente a Punto de vista pero pretendía contradecirla en todo lo demás. Pocos días después de ese ejercicio crítico recibí, en la oficina editorial en la que trabajaba, una encendida misiva firmada por Enrique Fogwill (a quien había conocido pocos meses antes y a quien temía más que a David Viñas), donde me corregía de cabo a rabo (desde la ortografía de ciertos nombres propios hasta la interpretación que yo hacía del “Über Sinn und Bedeutung de Gottlob Frege y, sobre todo, mi evaluación de esa novela de Saer).
Cada tanto (no había, por entonces, Internet) recibía una carta de Quique cuyo contenido (insultante y descalificador) yo conocía ya antes de rasgar el sobre y que me sumía en la angustia más profunda. Fogwill leyó, creo, cada cosa que yo escribí y sobre todo me hizo llegar su parecer, en oleadas cada vez más inofensivas de reproches.
Como una vez respondí a un crítico miope (que lo descalificaba) con una carta que terminaba con “un abrazo” protocolar, me tildó de timorato, traidor y no sé qué más obscenidades. Años después, quiso que ese crítico y yo festejáramos (peleándonos en público) la aparición de un nuevo libro suyo. Ante mi negativa, dijo ante una audiencia notabilísima que yo era “una histérica”.
Fogwill fue una de las personas más inteligentes y más íntegras que yo haya conocido, y yo lo amaba. Como un hijo que presiente que nunca dará la talla, al principio; como a un compañero de toda la vida, en los últimos años, que ha aprendido a adaptar el ritmo de su andar al del otro.
Ayer fue mi cumpleaños y Sebastián Freire (a quien él quería mucho) me ha sacado de Buenos AIres para que yo me olvide un poco de mi pena.
Fogwill no es el primer hombre que mi vida pierde (mi primo desaparecido, mi hermano, mi padre, mi maestro, los autores a los que sigo copiando, algún ocasional amante), pero es el primer amigo que me falta.

4 comentarios:

  1. Si es el primer amigo que perdés entonces, en un sentido muy muy restringido, sos afortunado. Feliz cumple

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  2. Schubert10:06 p.m.

    FELIZ CUMPLEAÑOS, CHE!

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  3. manuel1:39 a.m.

    FELIZ CUMPLE,y pa adelante como el elefante,como decia miguelito abuelo

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  4. Anónimo3:13 a.m.

    Hermoso texto.
    Feliz cumpleaños.

    PD: Fogwill y Frege en la misma oración, a eso lo llamo un affair...

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