Avital Ronell en Buenos Aires
¿Estar enamorado es como consumir cocaína para la neurociencia?
Por Patricia Suárez para Clarín
La ensayista dice que no se sabe qué es una droga buena y qué una mala. Y hace un estudio sobre la queja.
“Dado que hay gente que asesina, se
suicida, o se enferma por la carencia del ser amado, ¿quién se
aventuraría a juzgar que las sustancias químicas son peores o mejores
que el estar enamorado?” Es que, ¿cuál es el borde entre drogas buenas o
malas, legales o no? Determinadas personas -hubo casos entre los
boxeadores- son adictas a la aspirina, por ejemplo, la”‘más buena de la
drogas”. Todas las drogas saludables, las medicinas, están teñidas por
la posibilidad de convertirse en lo que no son, en nocivas, y viceversa;
valgan como tristes ejemplos, el uso de la cocaína que promovió Sigmund
Freud, el Prozac cuya salida al mercado se promocionó como el milagro
de los antidepresivos y el actual uso medicinal de la marihuana, tan
combatida durante décadas como estupefaciente.
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