sábado, 27 de octubre de 2018

Vestite y andate

Por Daniel Link para Perfil

La foto que me manda Laura Isola desde algún lugar de Escocia es impresionante por su intensidad erótica y por la lectura de la historia a la que induce. No sabemos quién la tomó pero sí que es que es la primera foto de un encuentro memorable “en una de esas frías noches de México”, que sella un amor a primera vista, hacia junio de 1956.
La foto muestra el interior de una habitación donde hay varias camas revueltas, una mesa de luz, una silla, dos hombres, uno en cada extremo de la habitación, que coinciden con los cortes de la fotografía.
A la izquierda, un joven de 28 años, de pelo corto, lampiño, semidesnudo, que todavía no ha alcanzado a abrocharse el cinturón, inclina su cuerpo hacia el borde de la fotografía y pone las manos en sus espaldas, con cara de espanto. En la otra punta, delante de una ventana, un hombre apenas dos años mayor (pero que parece llevarle al menos diez años al otro), cabizbajo y con los ojos entrecerrados, se abotona el saco. Seguramente piensa: “esto no puede volver a suceder, tengo una responsabilidad ante la historia, necesitamos una disciplina estricta”.
Acaba de decirle al joven semidesnudo que piensa que está ante “un hombre extraordinario”, después de una noche turbulenta: “Yo no te abandono. Esto no volverá a suceder. “Nosotros morimos perseguidos, en la oscuridad. El verdadero cementerio es la memoria. Ahí te guardo, te acuno, te celebro”.
El joven, que ha atravesado el mundo en motocicleta en busca de un destino, ahora deberá abrazar una causa y las palabras de su compañero se le grabarán a fuego en la memoria. Le escribirá, antes de morir, once años después: “Si me llega la hora definitiva bajo otros cielos, mi último pensamiento será especialmente para ti”.
Ernesto murió en Bolivia, perseguido. Fidel lo sobrevivió. Quien haya tomado esa fotografía en México no sabía que estaba fotografiando un amor constante, más allá de la carnicería.



Nosotres, les representantes


Por Daniel Link para Perfil

Como sabemos, el carácter totalitario del poder se deduce de la paradoja que le es inherente: la ley está fuera de sí misma. Otro enunciado paradójico: el soberano, que está fuera de la ley declara, sin embargo, que no hay un afuera de la ley.
El ministro Finocchiaro acaba de proporcionarnos un par de sentencias contundentes que ilustran esos principios: “nadie debe condicionar al Presidente”, dijo. Rara sentencia, porque la figura presidencial está condicionada, en principio, por el mandato de sus votantes y, en segundo término, por las alianzas políticas en las que la soberanía se funda.
Las democracias parlamentarias, si alguna virtud tienen, es precisamente la de condicionar el ejercicio del poder soberano, sometiéndolo a una serie de protocolos de control que impiden que el soberano ejerza el poder según su capricho.
Aspirar a un poder incondicionado, a un salirse de la ley es pretender ejercer el poder totalitario propio de épocas pasadas.
Otras declaraciones del ministro de Educación (cuyo conocimiento de los textos fundamentales de nuestra época no habría que poner en duda por el cargo que desempeña) son congruentes con esa posición autocrática.
A propósito de el lenguaje inclusivo manifestó su desacuerdo, porque en nuestro país “rige la lengua castellana que dicta la Real Academia Española (RAE)”.
Una lengua se usa y no rige nada (alguien dijo que la lengua era fascista, para hacer notar su pretensión regia). Y mucho menos es dictada por una academía, cuyo propósito es administrar los usos de la lengua en un determinado territorio. Si fuera cierto que alguna vez aceptamos la regencia soberana de la Academia Real, no usaríamos el vos, y hablaríamos de tú y pronunciaríamos gilipolleces sin ton ni son, como en España.
El lenguaje es cambiante, muta”, aceptó el ministro, “pero los cambios de lenguajes no son imposiciones de grupos o minorías. Se dan cuando la sociedad los acepta”. Qué cosa sea la sociedad sino un debate sin cuartel de grupos (todos ellos minoritarios: por eso existen las “primeras minorías”), no lo sabemos. El momento en que la sociedad se piensa como plenamente homogénea es un momento, ya, totalitario.
Es probable que los esfuerzos que muches de nosotres hacemos para poner en perspectiva los usos inclusivos del lenguaje al ministro lo dejen frío. No porque él suponga un modelo de evolución lingüística diferente del nuestro, sino porque su modelo de la soberanía sostiene que el poder es incondicionado, se trate de un presidente de una república o de una academia de la lengua cualquiera.
Los usos inclusivos del lenguaje no se proponen como ya constituidos (incorporados a la gramática, sancionados por los académicos, aceptados por el poder) sino como constituyentes. Nadie está afuera de la ley, pero además, la ley misma depende del debate.


sábado, 13 de octubre de 2018

Ideología degenerada

Por Daniel Link para Perfil

El video es penoso por la ignorancia de quienes lo guionaron, y amedrentador por la violencia fascista que anuncia. En Brasil sucedió lo mismo con la “ideología de género” y así terminó la historia: con un triunfo en primera vuelta de la ideología fascista más desembozada.
“Si te dijeran que en las aulas están adoctrinando a tus hijos con enseñanzas de Hitler, te parecería un desastre, ¿o no?”. Los jóvenes descerebrados, inmediatamente, sostienen que “los padres de esta ideología eran tan aberrantes como lo fue Hitler”.
Ahí ya hay un problema, que ya había resuelto en su momento Victor Klemperer en su impresionante libro La lengua del Tercer Reich. Apuntes de un filólogo. La palabra “aberrante” anuncia lo que sigue. “Drogadictos, locos y con tendencia al suicidio”, dice la joven fascista en el video para referirse a “los fundadores de la ideología del género”. Esos sujetos, drogadictos, locos y con tendencia al suicidio que ella desprecia (junto con los alcohólicos, los esquizofrénicos y sus hijos) fueron las primeras víctimas del programa de exterminio del Tercer Reich.
Por supuesto, se trata de una “guerra sin cuartel contra la naturaleza” la que se deriva de los presupuestos “relativistas” de esos padres fundadores. Pero la teoría de la relatividad que Einstein produjo fuera de toda perspectiva de género, también decía que las leyes físicas son relativas, salvo una constante: la velocidad de la luz. Por supuesto, la vida de Einstein corrió peligro en la Alemania nazi cuando anunció su teoría.
Pero ellos, que lo ignoran todo sobre el siglo XX, incluido el fascismo que practican, siguen: “es como si se hubieran abierto las puertas del manicomio y las teorías de sus locos más célebres se convirtieran en doctrina mundial”. La fraseología nazi se precipita con urgencia: “prácticas sexuales degeneradas”, dice un morochito ya en edad de merecer.
Wilhelm Reich. Masturbador compulsivo desde los seis años, practicante de zoofilia, odio al padre. Que tuvo que huir de los nazis, no se menciona en su acotadísimo (y falseada) biografía. Luego le llega el turno a Maiquel (así nombrado) Foucault. No hace falta más: decadentes, degenerados, aberrantes son palabras del léxico fascista. Más democrática, la mentira enfática caracteriza en general a la derecha.
Una buena: la asociación católica que firma el video es uruguaya. Supuesto que quieran cruzar el río, sépanlo: No pasarán.

sábado, 6 de octubre de 2018

Papel mojado


Por Daniel Link para Perfil

Volver a la patria es volver a un entramado de teorías envenenadas, conspirativas, novelescas. Cualquiera tiene todas las piezas del rompecabezas en la mano, pero cada quien las dispone como quiere y la figura queda igual de bonita. ¡Aplausos!
Escuché una teoría preciosa sobre el asunto Cuadernos Fotocopiados. Sería, si nos atenemos a algunos nombres de empresarios, según el Turco Asís, la reproducción de la milenaria hostilidad entre la Italia del norte y la Italia del sur, transpuesta al suelo criollo, digamos: acocolichada. La Ndrangheta calabresa contra la Sacra Corona Unita, para decirlo en términos mafiosos.
Por supuesto, está el caso de la mascota elegida para los Juegos Olímpicos Juveniles, que hoy comienzan: se llama Pandi (?) y es un... ¡gato! Dicen que eso pasó por haber tenido tanto kirchnerista militante en las terceras y cuartas filas de los organismos.
Sobre el FMI no vale la pena detenerse, porque o se trata de un error gigantesco o todo está hecho a propósito, pero en todo caso, el efecto es el mismo: nos secamos lentamente en el horno, junto con los pesos desaparecidos del mercado.
Pero hay un efecto colateral: la aparición de unos dólares mojados. Hay quien dice que son los dólares enterrados que sirven hoy para pagar actos contrarios al gobierno (que no son los mismos que hace el propio gobierno). Otros dicen que son dólares que vienen de Venezuela.
Propongo otra teoría: son dólares mojados por las lágrimas de los argentinos, que no pueden salir de la tristeza. 


jueves, 4 de octubre de 2018

¿Aléjate, qué?



Respecto de sus dichos despectivos por la nacionalidad de las jóvenes, explicó: "Me tildan de xenófoba y la cuidadora de mi mama es peruana, la señora que limpia es paraguaya tuve amigos ecuatorianos, lo que menos soy es xenófoba".