lunes, 8 de julio de 2024

sábado, 6 de julio de 2024

Jugar con fuego

por Daniel Link para Perfil

El humo forma densas columnas helicoidales, como una catedral barroca en sueños. Apenas unas llamas tímidas asoman aquí y allá entre los troncos, acariciando las cortezas, que chisporrotean con alegría contenida.

De pronto una lengua de fuego empieza a lamer un tronco con voracidad, y otras llamas se animan a lo mismo, formando una danza dorada y roja de apetitos insaciables. Los troncos arden, pero no parejamente. Algunos (seguramente huecos) dejan escapar por la punta un chorro de fuego amarillento acompañado de un silbido, otros se entregan abrasados a un calor insoportable.

Cada tanto una explosión de resina puntúa la crepitación y vuelan chispas hacia lo alto.

Alrededor del arrebato ígneo, el calor se extiende y alcanza mi cuerpo y el hocico de mis perras que, cada mañana, me acompañan en el ritual de prender el hogar.

No es que les interese particularmente la operación, pero saben que recién después del fuego recibirán su desayuno.

Yo mismo he calculado que el tiempo que me demanda esta piromanía recurrente equivale a lo que demora en calentarse el café.

Antes, he tenido que buscar la leña y acomodarla sobre los ladrillos refractarios. Salir al frío y caminar sobre el pasto mojado hasta la leñera es un golpe de realidad del que no me arrepiento porque podré luego levantar una fábrica de calor que me permita sobrevivir al primer invierno fuera de la ciudad.

Las perras me acompañan a regañadientes. Aunque sufren mejor el frío que yo, que ya imagino las lenguas de fuego y el arrebato calorífico, tienen hambre.

Con el fuego ya encendido, vuelvo a la cocina, para llenar los cuencos de alimento balanceado.



martes, 2 de julio de 2024

Más claro, echale lejía

Juan Grabois afirmó en sus redes sociales: “Tercer fallo en contra de Pettovello, no hay apelación que valga frente a su infame programa de hambre. Perdieron en primera instancia, cámara y ahora rápidamente en casación de forma unánime. Siete jueces de trayectorias y pensamientos distintos coinciden en que el gobierno debe repartir los alimentos. Los depósitos siguen llenos. Las ollas semi vacías. Este fin de semana murieron tres personas de frio, malnutrición y abandono. Cientos de miles de pibes comen una comida al día. No es tan difícil: repartan los alimentos, restablezcan los comedores y si alguno robó que pague el ladrón, no la gente que necesita”.

Subrayó: “El hambre es un crimen y ustedes son una banda que lo comete con premeditación y alevosía. El que las hace las paga y todo el sufrimiento que provocan, incurriendo en abandono de personas e incumplimiento de los deberes de funcionario, lo van a pagar”.

(Fuente: Infobae