Es cierto que yo nunca (o casi nunca) tomé Rivotril. En cambio, no me abstuve de Diocam (si La ansiedad es mi ecología, el petit-mal me acechó desde pequeño y hasta hubo un médico que se atrevió a diagnosticar que yo jamás, jamás caminaría). Son dos designaciones diferentes para la misma droga, pero la segunda evoca, en mi ensueño filo-filosófico, a la navaja de Ockham.
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No te enchivés, te quiero mucho. Yo no cambio lo que pienso. Ya sabés. Un abrazo.
ResponderBorrarSe cura con caramelos de anis media hora
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