sábado, 24 de diciembre de 2011

Investigación y desarrollo

Por Daniel Link para PerfilEnlace
¿Vas a escribir sobre mí?”, me pregunta Axel, a través del espejo (se está aplicando el roll-on antiojeras con cafeína). “Decí que no soy sólo una cara bonita”, me pide. Asiento, porque ya lo sé (le relojeo un poco el culo, como constatación, y me muerdo el labio). “Decí que soy más lindo que Facundo”. Pierdo la paciencia. “¡Axel, no!”, lo corto: “No me quieras arrastrar a la interna de la belleza peronista. Soy un observador neutral y hasta que no hagamos un trío con Facundo no pienso expedirme”. Me hace que no con el dedo a través del espejo: como están las cosas, imposible. Se enteran en Presidencia y le cortan las piernas de viceministro que recién está estrenando.
Además”, le digo, “tengo cosas más importantes en qué ocupar mi pluma”. ¿Todavía escribís con pluma?”, me pregunta. “Sí”, le contesto, “con pluma de ganso”.
La verdad es que estoy triste, aunque mis amigos oficialistas, que atraviesan una fase maníaca, no se den cuenta. M. (23 años) sacó 88.70/ 100 puntos en su presentación al CONICET para Beca Interna tipo I (quiere doctorarse), pese a lo cual, no se la dieron. Y la semana pasada mi dentista me recibió con mirada sombría y, antes de anestesiarme, me dijo: “Hoy tengo bronca contra los intelectuales”. Por fortuna tuve tiempo de compartir su estado de ánimo y me salvé de una tortura inmerecida: su hijo, mejor promedio de su promoción en la disciplina (que no es Letras) tampoco obtuvo la preciada beca doctoral. El área de ciencias sociales y humanidades fue la que menor cantidad de becas obtuvo (298) en relación con los postulantes (1000), apenas un 30 % (contra el 80 % del área de ciencias exactas y naturales).
¿Qué fue lo que pasó? Sé que entre los dictámenes de las comisiones asesoras y la resolución del Directorio hubo cierta "desconexión" o "redireccionamiento" de las becas y los ingresos en carrera.
En noviembre pasado, un duro comunicado de ATE-CONICET señaló que “La reciente difusión del resultado de los procesos de selección de ingresantes a la Carrera de Investigador Científico del CONICET ha puesto nuevamente en evidencia el carácter arbitrario y, por ende, ni público, ni accesible al conjunto de los interesados, de los criterios de evaluación con que se procede a tal selección” (el historiador Fabián Harari resultó entonces perjudicado en esa selección).
Después, vino la polémica sobre el Instituto Pacho O’Donell de Revisionismo Conceptual: la
declaración de los historiadores, el comunicado del CONICET apelando al “principio de unidad de discurso necesario en materia de comunicación institucional” (que el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas había ya aplicado en la insólita defensa de la Dra. Cecilia, esa investigadora que tergiversó las fechas de su curriculum en una publicidad de campaña), la alarma de constitucionalistas de la talla de Roberto Gargarella por el tonito del comunicado, una carta firmada por muchos amigos míos en “defensa del CONICET” y el pedido de informes del presidente de la Comisión Senatorial de Ciencia y Tecnología Pablo Verani (Río Negro) sobre las nuevas medidas para el control político del organismo.
Yo podría tratar de explicarle todo esto a M. (23 años), pero no sé si ella preferiría sentirse víctima de un recorte presupuestario o, tal vez de una política de castigo corporativo. Una investigadora oficialista de mi confianza me informa (a título personal) que los ingresos a carrera (y tal vez también las becas) fueron redirigidos por el directorio del CONICET a las universidades del conurbano bonaerense, como represalia por la imposibilidad (o incapacidad) de los representantes oficialistas (3 votos) de hacer pie en el Consejo Superior del Universidad de Buenos Aires, dominado por el frente de agrupaciones de izquierda (31 votos) y la alianza entre un sector de Franja Morada, independientes y socialistas (13 votos).
Como yo no participo (ni en mis peores pesadillas) de los cabildeos políticos del CONICET, y no tengo posición tomada respecto de estas hipótesis (ajuste, reprimenda o exceso de postulantes), me acerqué a lo de Axel en busca de información precisa para transmitirle a M. (23 años), mi frustrada doctoranda.

Yo no sé”, me dice el vice, arreglándose las cejas. “Estoy de licencia. Ya no investigo más. Decíle ¡Seguí participando!”.
En vez de eso... Feliz navidad, querida M.: lamento haberte asesorado mal. Debería haberte dicho que pidieras una beca de la UBA, o que te fueras a hacer el doctorado afuera y después volvías como la Dra. Cecilia.

11 comentarios:

  1. ¡¿Viste lo que era la carta en "defensa del CONICET!? A mí me llegó por filología y tuve ganas de mandar a toda la lista el impecable post de Gargarella con todos sus comentarios... Porque además en la carta de defensa (difundida por mail como "Clarín y La Nación contra el CONICET") no hacían alusión alguna al comunicado original que hablaba de la necesaria "unidad de discurso" en la comunicación ¡como si el CONICET fuera una empresa con asesores de comunicación y marketing!

    De todas formas a M. sí que se le puede decir que siga participando, en el mejor de los sentidos. Todavía es muy joven y se podrá postular (no "aplicar", por favor, como ya le oigo decir hasta a compañeros nuestros) para cualquiera de las tres opciones que mencionás en los próximos años. Mientras tanto que no se desanime y sume experiencia.

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  2. La historia de Cecilia fue muy manipulada. Como estamos entre amigos y conozco a Cecilia desde que estudiábamos en Exactas, puedo asegurarles que no hubo mala fe de parte de ella. Cecilia, apenas se recibió de licenciada y se anotó en la carrera de doctorado, partió a Alemania con una beca de estudiante de un par de meses. Ahí conoció a David, el alemán. Como querían casarse y a ella no la entusiasmaba volver al triste ambiente que dominaba la ciencia argentina post 2001, sólo volvió brevemente para arreglar hacer el doctorado allá codirigida desde acá, casarse con el alemán, pasar la luna de miel en Gesell y después regresar a Alemania. Terminó el doctorado allá y volvió para presentarlo en la UNSAM, y de vuelta a Alemania donde había conseguido una posición más estable. Más o menos por el 2009, junto con otros científicos radicados en Alemania, tuvo un encuentro con Cristina, y Cecilia quedó fascinada con ella y la idea de volver a hacer ciencia en Argentina. Por medio de Raíces, volvió para trabajar en la universidad de Mar del Plata y no dudó en publicitar lo que le pareció una buena idea, la repatriación de científicos. Al final quedó en medio de un fuego cruzado que no supo prever. Eso es todo, más o menos.

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  3. M es la muchacha de copi y clarice? qué cagada.. una amiga mía también saco ese puntaje y no entro... ¿y los del interior, que en nuestras facultades de humanidades (y universidades) no cuentan con becas para doctorarse (salvo que seas docente universitario o personal de gestión), y tenemos que desfilar por baires o córdoba participando de convocatorias allá??
    Linda nota por cierto dani.

    Mis alegrías y felicidades para M.

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  4. La Rana René7:32 p.m.

    ¡23 años!

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  5. Anónimo12:30 a.m.

    A esas tres hipótesis agregaría una cuarta, vinculada a la baja estima que tiene el actual Ministro de Ciencia (el impresentable Barañao) por las humanidades. En una entrevista en Página/12 dijo que las ciencias sociales le parecían "teología". Acá está la nota: http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-97152-2008-01-07.html

    Después se armó polémica, como era de esperar, en las ediciones de Página/12 del 12-01-2008, 14-01-08, 21-01-08, 23-01-08 y 28-01-08, donde escribieron desde Andrés Carrasco (el científico perseguido por estudiar los efectos del glisfosato) hasta Rubén Dri.

    De todas formas, la estudiante que comentás es joven, va a tener miles de oportunidades.

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  6. Por si consuela a M., en la comisión de literatura me saqué 90.75 sobre 100 para la beca tipo I e incluso me anoté en una universidad del interior y tampoco me dieron la beca.
    Abrazos!

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  7. Martín.7:15 p.m.

    Hice las materias del Ciclo de Grado con M. y sé que decir que es brillante es desmerecerla.

    Después, los caminos nos separaron; yo me convertí en lingüista, y a ella le interesaron los monstruos, Brasil, lo ctónico y esas cosas para las que a mí, lisa y llanamente, no me da la cabeza.

    En una de esas reuniones que se multiplican por esta época, nos encontramos, me contó lo de la beca y recuerdo haberle dicho algo como: "Si vos no entrás, no entra nadie".
    Me da mucha pena - y un poco de bronca - leer esto, haberme equivocado. Sé, de todos modos, que habrá nuevas oportunidades, y que M., aquí, allá, o en cualquier parte, seguirá siendo brillante, como desde el primer momento.

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  8. Anónimo6:34 a.m.

    Una pregunta que seguramente caerá mal: ¿y si el Estado no necesita o no puede (o las dos cosas) financiar una investigación sobre Copi y Lispector? ¿Eso está mal? Porque acá se da por sentado que a M. le debían dar sí o sí la beca, que no puede existir razón para que no se la den, salvo las peregrinas y vanas razones del chapucero leviatán K. Si a M. le interesan los monstruos, deberá ir acostumbrándose al peor de todos, al más insondable.

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  9. Anónimo9:24 a.m.

    está bien llamar la atención sobre esto, y la política de privilegiar las carreras científicas y tecnológicas en detrimento de las humanísticas me parece una lamentable meada afuera del tarro, pero la situación de M no sé si es para lamentar como si fuera un crimen... después de todo, fomentar la creación de un círculo cerrado de brillantes académicos de la UBA no me parece la cosa más democrática que existe...

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  10. agrego un poco de información.


    a) resultados de becas doctorales conicet tipo I y tipo II para este período

    tipo i

    cs agrarias, ingenieria, materiales, 308 / 496 = 3 / 5 (60 %)
    cs biologicas, salud, 290 / 689 = 3 / 7 (43 %)
    exactas y naturales, 303 / 378 = 3 / 4 (75 %)
    humanisticas, 298 / 1000 = 3 / 10 (30 %)
    total, 1199 / 2563 = 12 / 26 (46 %)

    tipo ii (también pueden verlo acá: http://secinves.com.ar/sites/default/files/tipoiiporcentajestotales.pdf )

    cs agrarias, ingenieria, materiales, 278 / 284
    cs biologicas, salud, 431 / 443
    exactas y naturales, 215 / 215
    humanisticas, 499 / 548
    tecnología, 19 / 19
    total, 1442 / 1509

    más info: en el área de letras en 2010 la persona con menos puntaje entró con 87.5

    un resumen inmediato:

    > - Tipo I: 298 de 1000 postulantes, esto es, un 29,8%.
    > - Tipo II: 499 sobre 548 = 91%.

    b) importantísimo, la perspectiva histórica: http://es.scribd.com/doc/74656900/Estadisticas-CONICET

    dos primeras lecturas:

    1) se están "igualando" las cantidades de becas en las grandes áreas (aquí hay que recordar que olemos a teología para el actual máximo responsable), esto es más visible en las tipos dos, todas las áreas tienden a las 300 becas tipo II

    2) no está costando renovar para tipo II, se están recortando o "redirigiendo" las tipo I y posdoc hacia tipo II (en años anteriores las tipo I superaron las 1500, llegando a 1900 en 2005) ¿qué significa esto? bueno, lo que hay que pensar es que los que pidieron la beca tipo I en 2005 son los que estarían pidiendo tipo II en 2010 y 2011 (hasta el 2006 las tipo I duraban 5 años), entonces, hay que considerar que tanto los que pidieron la tipo I en 2005 como los que la pidieron en 2007 estaban en condiciones de pedir la tipo II en 2010. fenómenos como este explican un poco el crecimiento de las becas otorgadas tipo II (de 124 a 1656 entre el 2006 y el 2010), y se entiende que, para poder financiarlas, recorten de otro lado.

    dicho de otra manera: podemos darle cincuenta vueltas y la conclusión va a seguir siendo que si no se mete más guita, se deja cada vez más gente afuera.

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  11. otro anónimo11:47 p.m.

    a los dos anónimos (o al anónimo que comentó dos veces)... La discusión pasa por otro lado. El caso de M. es sintomático me parece. Es decir, qué pasa que alguien con 88 de puntaje, o S. (que comentó) con 90 de puntaje no puede acceder a la beca. Me gustaría saber cuáles fueron los otros puntajes para las demás áreas (y cuál fue el mínimo que accedió en letra). Porque el corte no es de puntos, sino de cantidad de becas asignadas al área. No es indistinto que M. fuera de UBA (una sola hipótesis plantea lo del recorte "castigo" y redireccionamiento para el conurbano). Lo que remarca la nota tiene que ver con la "arbitrariedad" y las "políticas de acceso" (sacar 88 o 90 y no entrar, repito que me gustaría saber cuál es el mínimo de las exactas, y las ingenierías, materiales, etc.). Y creo que hay otra cosa (que sí se le pude sumar a lo que señalas)que tiene que ver con los criterios respecto del lugar del trabajo. No es lo mismo investigar en Buenos Aires, que en la Plata, que en Rosario, que en Córdoba, que en el Litoral, que en Entre Ríos, etc. No sé de qué manera se puede materializar eso en el análisis, los criterios, y demás, pero de algún modo se debería tener en cuenta. Si es que, claro está, los compañeros quieren tener un país no-centralizado.

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