viernes, 30 de enero de 2015

Y los ganadores son...

Fue una noche de brillo sin igual. La cita era en El espacio, la encantadora librería con terraza en Diagonal 78 y 6, de la ciudad de la Plata. Mario Bellatin iba a presentar su experimento "Cine en vivo", a partir de la película, hecha por menores de edad, Salón de Belleza.
Por la mañana yo había recibido un mail de un queridísimo amigo cubano, que quería someter a mi consideración la lista de premiados. Estallé de alegría porque Mario estaba en la lista, con el Premio Arguedas que otorga Casa de las Américas por su soberbio libro El libro uruguayo de los muertos (uno de los mejores que leí el año pasado).
Pero como las buenas noticias no vienen solas, vi que Tamara Kamenszain había ganado el premio Lezama Lima, también otorgado por Casa de las Américas, por su libro La novela de la poesía.
Lo que yo no sabía es que los dos iban a coincidir en esa terraza de la ciudad de las diagonales. Tomé la palabra y declaré que esa esquina era, anoche, el centro del universo literario. Los concurrentes (en su mayoría fans de Bellatin que habían ido desde todos los puntos cardinales a escucharlo leer el estremecedor texto Kawabata, el travesti filósofo y el pez, contra las imágenes de la película) de inmediato exhudaron una dicha que se transformó al instante en un baño de alegría erótica imposible de contener.
Los muchachos presentes rivalizaban en belleza, y de pronto sus bermudas perecían haberse reducido dos talles, tallando sus glúteos literarios con una delicadeza que los escultores ya no cultivan.
El alcohol y la dulzura de la noche hicieron lo suyo y, mientras Tamara Kamenszain coordinaba entrevistas con su agente de prensa, la fiesta fue armándose lentamente y, como la terraza era chica, los rozamientos de los cuerpos no podían evitarse. 
Pronto entramos todos en un estado de excitación estética que podía llevarnos al canto colectivo o a otra cosa. Por fortuna (no canto bien), la balanza se inclinó en la dirección adecuada y terminamos todos en los bosques de La Plata, contando estrellas , escuchando un rumor continuado de besos en la oscuridad, y un son cubano como fondo.
Hoy viernes Mario vuelve a México. Mejor despedida que ésa no pudimos ofrecerle.

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