Es muy difícil sostener una "columna de opinión", sobre todo cuando uno carece de opinión e incluso de deseo de opinión. La "opinología" reposa en un estatuto del sujeto (sujeto privilegiado que dice cualquier cosa desde su lugar olímpico, legitimado por un cierto supuesto-saber que puede ser tanto la microbiología como el panteísmo new age: opinar es adherir, es del orden de la adherencia) que nunca terminará de convencerme. Mejor es señalar dónde podrían encontrarse yacimientos enteros de problemas (de discurso).
Por ejemplo, el SIDA. No es que yo adhiera o no a la teoría standard o a las disidentes, analizo configuraciones discursivas (una peluca, una fraseología, son configuraciones discursivas). Dos son las figuras que el SIDA ha persistentemente convocado: la Plaga (el Azote) en primer término, la Ciencia Descontrolada (el Doctor Loco: Colotordoc), en segundo término. Que esas Figuras se disputen el discurso entero de una enfermedad no es extraño, dado que la enfermedad cae en el registro de lo Imaginario.
Atesoro desde hace décadas los recortes de prensa de cuando apareció "la enfermedad" (al comienzo, daba clases en el Ciclo Básico Común de la Universidad de Buenos Aires sobre el asunto). Después el discurso se volvió más complejo, en cuanto intervino la ciencia.
Ignoro los fundamentos de quienes se oponen a la teoría standard (sus argumentaciones son extremadamente confusas), pero no sus efectos. Una cosa es describir un fenómeno corporal cualquiera como la consecuencia de un ataque exterior y otra cosa es describirlo como consecuencia de acciones realizadas.
Angelus Silesius (la teología negativa) nos enseña que cualquier cosa puede ser dicha, salvo el Nombre ("la rosa es porque sí, florece porque florece"), lo que involucra el problema de las determinaciones y la mediación ("El ojo por el que veo a Dios es el mismo ojo por el que Dios me ve").
Si la configuración de discurso que llamamos SIDA es interesante, lo es precisamente por la cantidad de problemas que convoca: la responsabilidad, la causalidad, la mediación, la exterioridad del ser, los modos de reproducción, las formas de lo imaginario, la ética.
Link, ¿vos estabas preocupado por tu cuenta en la AFJP? Tengo para vos una mala noticia: ahora sí vas a tener que preocuparte.
ResponderBorrarSe me ocurre Dr. House, el heroe-heretico que debe devinar el acertijo propuesto por la enfermedad-Esfinge, y que le gana a la muerte al ir en contra del paradigma mayoritario aferrado a la tecno-evidencia y a la ley del diagnostico...le gana al tener los cojones de dar batalla sin juzgar-temer-reducir el enigma a formulas insuficientes...xq como Jung dixit, la enfermedad pide ser escuchada antes que todo...sin prejuicios, con humildad.
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