viernes, 31 de agosto de 2007
Estado de exclusión
Pese al fuerte operativo de seguridad previsto y a la advertencia de “zonas de exclusión”, los vecinos ratificaron su intención de cruzar a Uruguay; afirman que el reclamo será pacífico, pero crece la preocupación.
Los asambleístas salieron a defender la fuerte apuesta que programan para protestar el próximo domingo contra Botnia , en medio de las señales de preocupación de ambos gobiernos.
Los vecinos insitieron en su intención de llegar hasta las puertas de la pastera de origen finlandés, pese a las fuertes medidas se seguridad previstas por Uruguay. De hecho, habrá zonas de exclusión en los alrededores de Botnia, según anunció el viceministro del Interior oriental.
"De todos modos vamos a intentarlo", desafió el asambleísta Alfredo de Angelis."El domingo, a partir de las 10 de la mañana, estamos invitando a todos para pasar a la cabecera del puente, del lado uruguayo", agregó.
"Estaremos concentrando todos los argentinos y uruguayos radicados en la Argentina. Del otro lado nos estarán esperando uruguayos con la misma inquietud nuestra: la contaminación de Botnia", sostuvo.
miércoles, 29 de agosto de 2007
Al pie de las barrancas del río Paraná
El motivo oficial de mi visita involucraba mi participación en un seminario sobre la imaginación intimista. Secretamente, quería pasar mi cumpleaños a la orilla del Paraná, que decidió brillar para mí bajo un sol glorioso. A mí se me hace cuento que Rosario empezara, la juzgo tan eterna como el agual y el aire.
lunes, 27 de agosto de 2007
Yo fui pobre
El que es pobre o se considera pobre anhela lo que no tiene, lo que nunca tendrá. Hay una parte de la pobreza que no es material, sino un estado de conciencia: ésa es la parte que nos arroja en la desesperación.
El sencillo enunciado "Yo fui pobre" reclamaría algunas explicaciones: ¿en qué momento cesó de ejercer su tiranía la miseria y cuál fue el golpe de fortuna que permite a este “yo” que hoy soy un ejercicio retrospectivo de la imaginación?
Mi infancia en la ciudad de Córdoba, donde pasé (lo pienso ahora) los mejores años de mi vida, fue extremadamente pobre. Recuerdo el frío intenso que cada invierno me enfermaba y las conjuntivitis crónicas que padecía todos los años por la sequedad de la estación maldita. Pero eso puede pasarle a cualquier niño de constitución débil. Yo era pobre y enfermizo: todavía no me explico cómo sobreviví a mi infancia (si es que estar aquí, reconstruyéndola aproximativamente, significa haberla sobrevivido de algún modo). Seguramente fue mi responsabilidad ante los otros lo que me impidió dejarme morir de frío o de tristeza.
El texto completo, acá.
sábado, 25 de agosto de 2007
Ocean's 13
Las risas llegan desde Berlín, desde México, desde Santiago de Chile. Reid, reid, que yo gasté veinte pesitos para vuestro solaz y vuestra burla y no me arrepiento porque de ese modo he acercado un alivio presupuestario a quienes lo necesitaban y alegría a la grisura de quienes viven en estado de monotonía . Muchos hemos hecho lo mismo, y está bien que así fuera: después de todo las patologías emergentes necesitan de un programa y éste, por lo menos, es uno.
viernes, 24 de agosto de 2007
Para el bronce
Picardía criolla
El objetivo de la visita era entregarnos unas bolsas para la separación de los residuos según sus posibilidades de reciclado. Luego, en apabullante giro conversacional, se me exigió una contribución "voluntaria" y anual que yo pensé que era una cifra pero que pronto se transformó en otra, lo que despertó, ¡finalmente!, mis sospechas. Pagué $ 20 por un conjunto de bolsas de residuos de diferentes colores.
Cuando me crucé con el portero le pregunté si sabía algo del asunto y él, sencillamente, se rió de mí. ¡Aplausos, aplausos! En mi defensa, quisiera agregar que estaba distraído, escribiendo.
jueves, 23 de agosto de 2007
Poetas lanzados
Un gallo a una gallina preguntó:
—¿Cocorocó? ¿Cocorocó cocó?
La gallina, indecisa,
primero le dio risa,
pero después le contestó que no.
miércoles, 22 de agosto de 2007
martes, 21 de agosto de 2007
Las Nubes
Congreso, 19 de agosto, 18:30hs
Publicado en Las Nubes por Ezequiel Alemian
lunes, 20 de agosto de 2007
Poesía gauchesca
el gaucho su gran show está brindando.
Abajo hay una china, está mirando,
que tiene mucha cara e' peteadora.
La china quiere hablarle sin demora,
al gaucho que la mira zapateando.
El gaucho zapatea, va pensando:
"¡qué fiera es esa china acechadora!"
Dejando el escenario baja al pasto,
y ve a la china fea que se acerca;
quisiera ya meterse en un canasto,
jalarse un buen rayazo de su merca.
Qué feo es el rechazo, ¡qué nefasto!
Y bueno, así es la vida: es una puerca.
Fuente: TrashSonetos
domingo, 19 de agosto de 2007
Crisis
Luego de las lamentaciones de rigor, las autoridades municipales comenzaron a alojar de noche a los sobrevivientes en donde se pudiera (incluso escuelas) para evitar que la gente encontrara cada mañana cadáveres congelados a la intemperie. El gobierno nacional también tuvo que diseñar planes de emergencia para paliar las deficiencias en la distribución de gas y electricidad en las zonas urbanas afectadas por la que era llamada "la aparente glaciación", a los ponchazos, sin ton ni son, como suelen resolverse las crisis habitualmente en países que no son dados a pensar que las cosas pueden ser de otro modo diferente a como han sido siempre (es decir, todos), planes de acuerdo con los cuales fue suspendida la venta de gas para alimento de la combustión de automotores, se exigió a los grandes centros de compras que ahorraran la mayor cantidad de electricidad posible, disminuyendo la iluminación superflua (es decir, publicitaria), se eliminaron de la agenda deportiva los espectáculos nocturnos y se racionalizó (eufemismo que usaron los medios de comunicación para designar al racionamiento) el consumo de fluidos en algunas áreas de la industria.
No fue bastante: cada tanto un apagón dejaba sin electricidad a vastas zonas de una ciudad ya herida por las consecuencias más evidentes de la nevazón y en varios barrios de Buenos Aires debieron formarse espontáneas cuadrillas coordinadas por las agrupaciones de Bomberos Voluntarios, tanto para despejar de nieve las calles que la municipalidad no podía limpiar, abocada como estaba a garantizar el tránsito por las grandes avenidas, como para vigilar y, de paso, tratar de impedir el proceso de descomposición de los ya de por sí débiles lazos sociales, porque a oscuras la ciudad parecía volverse más adecuada para la proliferación de la violencia urbana (o eso se decía para justificar la multiplicación de los controles).
La falta de suministro eléctrico afectó de inmediato las comunicaciones porque ya casi nadie tenía teléfonos regulares, de los que funcionan con la mínima carga que los cables telefónicos transportan, sino dispositivos inalámbricos que no sirven para nada sino conectados a la red eléctrica (paradoja que ahora muchos estaban tratando de resolver recurriendo a la compra compulsiva de viejos aparatos telefónicos allí donde los hubiera, los mercados de pulgas incluidos, donde los astutos negociantes habían puesto sus precios por las nubes), y por eso la gente que todavía se manejaba con telefonía inalámbrica veía sus conversaciones interrumpidas sin saber a ciencia cierta si podrían retomarla en algunos minutos, en horas o recién al día siguiente.
Después de una semana de un régimen semejante, todo el mundo se había declarado ya harto de la nieve pero también de los políticos que decían resolver aquello para lo cual, a todas luces, no tenían solución posible en el corto plazo, y es por eso que las pintorescas salidas en busca de la solidaridad o la misericordia de las deidades de la tierra comenzaron a ser frecuentes entre las poblaciones más castigadas por las tormentas níveas (la mitad del país, la parte próspera y, desde ya, la Patagonia, cuyo rigor climático, sin embargo, a nadie sorprendía demasiado porque había sido siempre un territorio inhóspito), pero también entre quienes formaban parte de la casta política, que no podían darse el lujo, en un año electoral, de que la desgracia se convirtiera en el horizonte habitual de los votantes.
“Hola, hola”, murmuró el agente inmobiliario cuando se cortó la comunicación telefónica que estaba manteniendo, con la esperanza inercial de que se tratara de un defecto del auricular o cosa semejante. Sólo décimas de segundo después se dio cuenta de su error cuando se descubrió en penumbras, sin la posibilidad de hablar por teléfono con nadie (su celular estaba descargado desde el día anterior), o de escribir un correo electrónico, o de sentarse a mirar televisión o de cocinarse algo para cenar ese día extraño en el que fue notificado de que su cuerpo comenzó a decirle cosas que lo inquietaron más allá de lo que él mismo hubiera imaginado, porque significaba su inclusión en una clase de personas, los preocupados por su propio cuerpo, respecto de la cual jamás soñó siquiera tener algo que ver.
La cuarta idea que atravesó como un relámpago la conciencia del agente inmobiliario, sin que pudiera siquiera considerársela producto de pensamiento alguno, fue que la crisis que su cuerpo se había atrevido a manifestar como protesta era consecuencia o correlación de la catástrofe climática que a todos preocupaba.
Incapaz de sobrellevar la noche entera que tenía por delante entre las simultáneas tinieblas que dominaban su barrio y su conciencia, se decidió por salir a la calle, a ver si conseguía, por milagro, encontrar un taxi que lo llevara a casa de su amigo, socio y ex compañero de colegio Manuel Spitz, cuya fortuna (amasada primero gracias a una serie de extraordinarios sucesos en el mundo del teatro, donde las piezas dramáticas que había conseguido imaginar, todas ellas fundadas en los más lamentables aspectos de su vida patética, y consolidada luego de su retiro deliberadamente planificado de la escena a través de una empresa receptora de turismo gay en la Argentina) le permitía vivir en un lujoso edificio de la parte más nueva de la ciudad, Puerto Madero, donde si el suministro eléctrico hubiera sido interrumpido, de todos modos sus afortunados habitantes contarían con un generador propio que les permitía tanto preservar intacta la cadena de frío necesaria para la conservación de los alimentos y las medicinas que, ricos como eran, habían tenido la precaución de acopiar, como seguir las vicisitudes del programa Dancing on Ice, que los programadores de la televisión habían decidido poner en el aire como para adaptarse a los vientos de la historia y sacar ganancia incluso en las peores circunstancias.
(anterior)
sábado, 18 de agosto de 2007
EL ÚLTIMO LIBRO
Llamado abierto para colaboraciones.
El último libro es un proyecto de recopilación de declaraciones tanto escritas como visuales en las cuales los autores que colaboran puedan dejar un legado para las generaciones venideras. El proyecto parte de la premisa que la cultura basada en libros está llegando a su término. Por un lado esto se debe a las mutaciones culturales que, introducidas por las nuevas tecnologías, han transferido la información de la página impresa a la televisión y al Internet. Por otro lado, hay un creciente deterioro en los sistemas educativos (tanto en los países afluentes como en los de las periferias) junto con una proliferación de fundamentalismos religiosos y anti-intelectualistas. El último libro actuará como cápsula de tiempo dejando constancia y testamento de nuestra época, y como estímulo para una posible reactivación de la cultura, en caso que ésta desaparezca por desidia, catástrofe o conflagración.Las contribuciones para este proyecto se reducirán a una página (tamaño carta o A4) y podrán ser enviadas por correo electrónico a ultimolibro@gmail.com o por correo normal a Luis Camnitzer, 124 Susquehanna Ave., Great Neck, NY, 11021, USA. El libro será expuesto como instalación en la entrada del Museo de la Biblioteca Nacional en Madrid. Las páginas se irán agregando durante todo el período que dure el proyecto, con la intención de que una versión abreviada seleccionada por Luis Camnitzer, curador del proyecto, luego se publique en forma de libro.
Esta solicitud es abierta y esperamos que sea reenviada a todos los colaboradores potenciales posibles.
viernes, 17 de agosto de 2007
Intervenciones
ramona en Puán
Jueves 23 de agosto | 19.30 hs.
Facultad de Filosofía y Letras | Puán 480
bar del CEFyL
(subsuelo)
ramona, única revista de artes visuales a la vez
testigo y protagonista del arte local y global.
Desde hace siete años, hace historia y marca tendencia.
Hoy, interviene la academia
Ana Longoni, José Fernández Vega y colaboradores de números especiales retomarán debates tradicionales de la teoría estética y propondrán nuevas perspectivas para pensar límites y relaciones entre arte y política.
LANZAMIENTO DE LA NUEVA SUSCRIPCIÓN PARA ESTUDIANTES
Descuento especial: 10 números anuales de ramona papel por $50.-*
Acercarte a escuchar, a participar y a compartir un poco de
color, palabras y aroma a ramona…
Fundación START | revista ramona
www.ramona.org.ar
www.boladenieve.org.ar
* Con la presentación de Libreta Universitaria.
Si no podés atender, cerrá el negocio, TARADO
Implican a uno de sus colaboradores
La Justicia desvinculó a Aníbal Ibarra en la causa por el incendio en la disco República Cromagnon, que provocó 194 muertos, aunque revocó el sobreseimiento de Juan Carlos López, secretario de Seguridad de la gestión del destituido jefe de gobierno porteño.
Ayer, la Sala III de la Cámara de Casación penal de la Nación rechazó los recursos presentados por familiares de las víctimas de la tragedia ocurrida el 30 de diciembre de 2004, en la zona de Once, para que se procesara a Ibarra por presunto incumplimiento de los deberes del funcionario público.
Según consta en el fallo al que tuvo acceso La Nación, los jueces Angela Ledesma, Guillermo Tragant y Eduardo Riggi, consideraron que Ibarra, como jefe del gobierno, no podía atender las necesidades de todos los organismos bajo su órbita.
Requiebro
miércoles, 15 de agosto de 2007
Presentación
de Matilde Sánchez
Alfaguara, 2007
294 páginas
Miércoles 22 de agosto, 19 hs. | Feria del Libro de Rosario
Entrada libre y gratuita
Matilde Sánchez
Periodista y escritora. Estudió lenguas y es traductora de inglés y francés. Después de iniciarse, en 1982, como periodista e intérprete junto al equipo de BBC televisión, en la cobertura del conflicto de Malvinas, ha trabajado en distintos medios gráficos. Fue miembro del equipo de edición del suplemento literario del diario Tiempo Argentino. Desde 1986 trabaja en el diario Clarín y hoy es una reconocida periodista cultural. Hasta 2003 fue responsable del suplemento "Cultura y Nación". En 2004 obtuvo la Knight-Wallace Fellowship, que de manera anual concede la Universidad de Michigan a candidatos destacados del periodismo internacional. Entre sus libros se cuentan Historias de vida (Fraterna), una biografía de Hebe de Bonafini; La ingratitud (Ada Korn, 1990), su primera novela; El Dock (Planeta, 1993), y el libro de relatos La canción de las ciudades (Seix Barral, 1999).
martes, 14 de agosto de 2007
Cerrado por refacciones
Para el bronce
domingo, 12 de agosto de 2007
Correspondencia
SUMÁ TU FIRMA
A LA DECLARACIÓN NACIONAL
SOBRE DIVERSIDAD SEXUAL Y DERECHOS
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Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans:
“Declaración Nacional sobre Diversidad Sexual y Derechos”
Los y las abajo firmantes queremos expresar por medio de esta declaración nuestro compromiso con la construcción de una sociedad sin discriminación por sexo, orientación sexual e identidad de género.
Las personas gays, lesbianas, bisexuales y trans tienen actualmente negados en nuestro país muchos de los derechos fundamentales que nos corresponden a todos y todas, derechos que deberían ser reconocidos por la ley y garantizados por el Estado.
En tal sentido, nosotros y nosotras queremos decir que apoyamos y nos comprometemos a colaborar activamente para conseguir:
- Que el Congreso sancione una ley que garantice los derechos de las familias formadas por parejas del mismo sexo en igualdad absoluta de condiciones con las formadas por parejas heterosexuales, permitiendo el matrimonio y la adopción.
- Que el Congreso sancione una ley que garantice el derecho a la identidad de las personas trans: a usar legalmente su nombre y a disponer de su cuerpo con libertad.
- Que el Congreso modifique la actual Ley Antidiscriminatoria incluyendo la protección contra la discriminación por orientación sexual e identidad o expresión de género.
- Que los contenidos de la educación sexual en las escuelas incluyan el concepto de diversidad sexual y el rechazo a la homofobia, la lesbofobia y la transfobia.
- Que sean derogados por su carácter represivo e inconstitucional los Códigos de Faltas provinciales que criminalizan orientaciones sexuales e identidades de género y permiten a la policía perseguir y hostigar a gays, lesbianas, bisexuales y trans. Del mismo modo, que sea derogada toda norma nacional o provincial que suponga discriminación por orientación sexual y/o identidad o expresión de género.
Acompañamos y respaldamos a los movimientos de gays, lesbianas, bisexuales y trans en su lucha por una sociedad sin discriminación, por un país para todos y todas.
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Adhesiones: federacion.lgbt@gmail.com
Incluir nombre, apellido, dni, ocupación y, si pertenecés a alguna organización, por favor aclaralo.
viernes, 10 de agosto de 2007
Dancing on Ice
jueves, 9 de agosto de 2007
Paranoia
"Los protocolos de interpretación de los marcadores no son los mismos en Estados Unidos y en Europa", aclaró Bea. "Creo que acá aplican los protocolos norteamericanos, que ponen el umbral de riesgo coronario mucho más cerca que los franceses, por ejemplo, quienes si usaran los protocolos yanquies tendrían que abstenerse de los lácteos a niveles que harían quebrar la industria continental de quesos".
La conversación, como resultaba habitual con la ex-monja, comenzaba a dispersarse por senderos de análisis socioeconómicos que al agente inmobiliario poco interesaban en este momento. Bea sostenía que había una guerra permanente "interior al capitalismo" (con un giro de discurso que nadie le aceptaba sin protesta), según la cual Europa y los Estados Unidos iban repartiéndose pedazos de mundo. Los norteamericanos habían cedido los servicios públicos a los españoles ("esa lacra", decía Bea), la cabeza de lanza europea en América Latina, a cambio de los protocolos médicos, que regulaban la opulentísima industria farmacéutica y la medicina industrial que con ella se asociaba, mucho menos interesada en la salud que en los rendimientos económicos. De eso, también, se hablaba en los congresos de medicina tailandeses, todo el mundo lo sabía.
Para volver a los asuntos que le interesaban primordialmente, el agente inmobiliario preguntó a la ex-monjita por su desorden alimentario. "Todo bien", contestó secamente. "Según los protocolos que usa mi médica, mi masa corporal está apenas un punto por debajo de lo óptimo". La hermanita no podía comer sino por la fuerza de la voluntad. Jamás tenía hambre, y si no estaba atenta a su dieta, corría el riesgo de desaparecer.
Bea prometió investigar los protocolos que se usaban en Argentina para determinar las anomalías en los marcadores de colesterol y recomendó a su amigo no que aceptara lo que para cualquier persona en su sano juicio habría resultado un consejo irreprochable (ejercicio aeróbico y dieta baja en aceites saturados y abundante en pescado) sino que le preguntara al productor turístico que no sólo trabajaba en asociación con el agente inmobiliario desde finales de la década del noventa del siglo pasado, sino que había sido también su compañero de colegio, lo que él pudiera saber gracias a su propia experiencia con los protocolos médicos relacionados con la presencia en el organismo humano del misterioso virus denominado HIV.
Así, lo tercero que el agente inmobiliario fue inducido a pensar fue que su cuerpo se había convertido repentinamente en escenario de una guerra económico-jurídica y que él era un rehén del imperialismo norteamericano.
(anterior)
miércoles, 8 de agosto de 2007
Talento en la vanidad
El giro autobiográfico en la literatura argentina actual
Alberto Giordano, coordinador de este seminario, anota que el sorprendente "giro autobiográfico" de la literatura argentina en los últimos años no es sólo perceptible en la publicación de diarios, cartas y confesiones, sino también en la proliferación de blogs y de una cantidad de relatos, poemas y ensayos críticos que desconocen las fronteras entre literatura y "vida real". La literatura argentina, señala Giordano, se ha vuelto tan desenfrenadamente egotista como lo fue durante el Modernismo, cuando el principio decadentista de la exaltación de sí mismo potenció hasta la exacerbación el culto romántico al yo y los artistas, conscientes como nunca antes de su singularidad, se dedicaron a la transmutación de sus vidas en obras de arte. Y, como entonces, es posible distinguir ahora entre aquellos que se limitan a "poner vanidad en el talento" y quienes, por el contrario, ponen talento en la vanidad. En el exclusivo segundo grupo figuran Elvio Gandolfo, Silvio Mattoni, María Moreno y Daniel Link, invitados por Giordano a participar de este seminario.
Martes 7: Elvio Gandolfo. Modera Alberto Giordano
Martes 14: Silvio Mattoni. Modera: Osvaldo Aguirre
Martes 21: María Moreno. Modera: Nora Avaro
Martes 28: Daniel Link. Modera: Alberto Giordano
A las 19 hs en Túnel 4 del Parque de España, Rosario.
Sarmiento y el río Paraná
S2000AHQ Rosario
Tel. Fax 54 341 4260941
direccion@ccpe.org.ar
www.ccpe.org.ar
martes, 7 de agosto de 2007
Vuelve el Altar de la Patria
Concurso para crear un monumento a Perón
La Secretaría de Cultura de
La convocatoria estará abierta hasta el 16 de noviembre. El jurado, que se expedirá entre 30 y 60 días a partir del cierre de la convocatoria, está compuesto por los artistas plásticos Leo Vinci, Raúl Orlando Santana y Daniel Santoro; Américo Castilla (director Nacional de Patrimonio y Museos ) y Andrés Duprat (director de Artes Visuales) por
El artista plástico ganador, recibirá 20 mil pesos como premio. Además, se le adjudicará la realización del monumento, que se realizará en una segunda etapa. La obra será supervisada por una comisión asesora nombrada por la Secretaría de Cultura y financiada por donaciones privadas.
Los interesados podrán realizar consultas y obtener asesoramiento sobre aspectos históricos del tema, en el Instituto Juan Domingo Perón de estudios e investigaciones históricas, sociales y políticas, sito en Austria 2593, Código Postal 1425, Ciudad de Buenos Aires, Teléfonos (011) 4802-8010/4526 y (011) 4801-3562/9404.
Las propuestas serán recibidas en Alsina 1169, ciudad de Buenos Aires, de
DIRECCIÓN DE COMUNICACIÓN Y PRENSA
SECRETARÍA DE CULTURA DE LA NACIÓN
TEL. 4129-2497/6
www.cultura.gov.ar
lunes, 6 de agosto de 2007
Leyendo Operación Masacre
"Es que vos", me dijeron una vez los chicos del centro de estudiantes de Filosofía y Letras, "hacés una lectura posmoderna de Rodolfo Walsh". Que me dijeran eso a mí, que he escrito menos páginas sobre Borges que sobre Rodolfo Walsh (lo que significa que mi cabeza ha estado, durante más tiempo, habitada por éste y no por aquél) me pareció injusto. Como se trataba de una discusión de pasillo, nada serio, contesté la chicana con otra: "Uno hace lo que puede. Yo, por lo menos, hago una lectura".
Si me detengo en este pormenor autobiográfico no es por vanidad, sino porque me parece necesario aclarar el esfuerzo que significa para nosotros leer a Rodolfo Walsh (de este o aquel modo, eso no importa tanto) como un "autor canónico" de nuestras letras. Parece mentira, pero todavía seguimos preguntándonos, por ejemplo, en qué sentido Operación masacre es singular en el contexto de la literatura argentina, como si no nos bastara constatar que es precisamente el eterno retorno de esa pregunta lo que constituye la razón de existencia de un texto que se resiste a darnos una versión tranquilizadora sobre sí, sobre la literatura, sobre nosotros mismos.
El modo en que se resiste a toda clasificación (es decir, a toda normalización) es lo más característico de Operación masacre y de quienes insistimos en su participación respecto de las grandes líneas de debate que atraviesan la literatura contemporánea. Leer Operación masacre como literatura es violentar las ideas que hemos heredado de la antigua cultura burguesa (y que la prensa cotidiana reproduce todavía hoy con un cinismo apabullante) sobre el ejercicio con pretensiones artísticas de la escritura.
En nuestra perspectiva, Operación masacre representa ese momento (necesario para la existencia de algo así como "la literatura") en que lo literario se vuelve en su contra, incluyendo lo que al mismo tiempo excluye. Dicho de otro modo: Operación masacre demuestra, como pocos otros textos, que la literatura sobrevive solamente en un instante de peligro, es ese instante de peligro en el que todas las certezas se deshacen.
El texto completo, acá.
Jornadas Rodolfo Walsh
JORNADAS RODOLFO WALSH
Al cumplirse cincuenta años de la primera aparición de Operación Masacre, la Biblioteca Nacional considera oportuno retomar la reflexión teórica y crítica sobre la obra más trascendente de Rodolfo Walsh. Por este motivo los días 6, 7 y 8 de Agosto se desarrollarán las Jornadas Rodolfo Walsh con la participación de importantes personalidades de la cultura.
6 de Agosto. Sala Augusto Cortazar, 19hs.
Mesa: Operación Masacre en el contexto de la literatura Argentina.
Panelistas: Jorge Lafforgue, Daniel Link, Eduardo Romano.
7 de Agosto. Sala Augusto Cortazar, 19hs.
Mesa: Ediciones de Operación Masacre. Modificaciones en la escritura y en el pensamiento político de Walsh.
Panelistas: Rogelio García Lupo, Roberto Ferro y Horacio Verbitsky
8 de Agosto. Cierre. Auditorio Jorge Luis Borges, 19hs.
Mesa: Walsh y la "no ficción"
Panelistas: Roberto Baschetti, Aníbal Ford, Eduardo Jozami y María Pía López
domingo, 5 de agosto de 2007
Juventud, divino tesoro
Juventud divino tesoro (1950)
Prefiero recordarla por el título original, no por la cita de Darío que le endilgó el distribuidor rioplatense. Juego de verano ha sido una larga fidelidad en mi vida: la vuelvo a ver más o menos cada diez años. En mi juventud me deslumbraron las noches claras de verano, el amor en una isla lejos de adultos, el despertar en una cabaña junto a un lago, y también los presagios de muerte encarnados en una anciana que juega al ajedrez con un cura en medio de la noche. Más tarde empecé a entender otras cosas: el diario del amante, muerto joven, que recibe la mujer después de años, al abrirlo le muestra en sobreimpresión la cara del muchacho que quiso, pero su lectura termina haciéndole entender algo sobre ella misma: antes de cerrarlo, es su cara la que aparecerá en sobreimpresión sobre la página. Como en toda gran poesía, lo que dicho con otras palabras resultaría obvio, lugar común, chatura, adquiere en este film una intensidad despojada: el necesario olvido de la juventud para poder seguir viviendo, el refugio en el trabajo, la aceptación de una felicidad relativa que no podrá nunca borrar la otra, esa felicidad absoluta fabricada por la memoria... Para mí la fuerza emocional del film no se ha desgastado con el tiempo, con las revisiones, con el cine posterior. Todas las figuras que serían el repertorio estable de Bergman (el mago, la muerte, el teatro como metáfora y vida cotidiana), y en la banda de sonido los graznidos de pájaros en la noche, y el roce del viento en el follaje, todo ya está presente en Juego de verano, en imágenes espectrales, puras y misteriosas, como sólo el cinematógrafo supo inventarlas, en 35 mm, en blanco y negro.
sábado, 4 de agosto de 2007
El cuidado de sí
Los medios masivos de comunicación, que no iban a perder la ocasión de reciclar la sarta de tonterías que constituyen su razón de existencia, habían reemplazado instantáneamente las teorías sobre el recalentamiento global del planeta por predicciones sobre nuevas glaciaciones. El "período neoglacial" parecía tan real que nadie se atrevió a discutir sus fundamentos teóricos. Más tarde, el pánico iba a comenzar a instalarse en la conciencia desdichada de un pueblo acostumbrado a sufrir, pero primero fue la fiesta.
La primera nevada sobre Buenos Aires, a comienzos del invierno de 2007, sacó a todo el mundo de sus casas y todo fue una algarabía blanca y un poco incomprensible en las plazas y paseos públicos donde todo el mundo se dio cita para festejar la acumulación de copos de escarcha como si se tratara de la obtención de un primer puesto en un certamen deportivo. Hacía años, décadas, que el pueblo no encontraba razones para la celebración colectiva y la nieve, por su carácter extraordinario, parecía un regalo del cielo destinado principalmente a restituir la comunitaria alegría del ser. Los niños bailaban y construían torpes muñecos de nieve para los que ninguna tradición los había preparado, los adolescentes de ambos sexos se entregaban a una guerra florida que recordaba los carnavales de antaño: las bombas de agua de ayer habían sido reemplazadas por las más eficaces bolas de nieve, que no sumían a la víctima de una emboscada en el total aturdimiento acuático y le permitía contestar el ataque, prolongar la batalla, el juego, el cortejo.
Fue el día más fotografiado en toda la historia de la ciudad. Todas las cámaras digitales, teléfonos celulares y demás dispositivos electrónicos se pusieron al servicio del registro de lo que se pensaba iba a ser un acontecimiento excepcional y dichoso y no el comienzo de una cadena de desgracias de resolución incierta todavía un mes después, cuando el agente inmobiliario se enfrentó al malfuncionamiento de su propio cuerpo.
La fiesta de la nieve fue más intensa allí donde menos se esperaba su acumulación: en la pampa húmeda argentina, rica llanura que alguna vez se había considerado el granero del mundo y hoy servía principalmente para la fabricación de forraje para la alimentación de piaras en el primer mundo y para el funcionamiento de novísimos motores de combustión que utilizaban materiales no perecederos. ¿Cómo iba la gente a imaginar que pudiera nevar en la llanura? Horas y horas consumidas en el estudio de las leyes de la geografía eran contradichas en un instante por el capricho de Gea, la Madre Tierra, la Pachamama a la que pronto políticos desesperados irían a rendir tributo para salvar sus carreras del naufragio inminente que, no había que ser geólogo ni metereológo para poder sostener predicciones semejantes, se avecinaba para esa casta ruinosa.
Si los partidos políticos y las autoridades estatales se estaban volcando masivamente a formas de religiosidad popular no era sólo por cálculo electoralista. Las grandes religiones monoteístas de Occidente, urdidas todas a la vera de Mar Mediterráneo, carecían de respuestas para el capricho de una deidad considerada, en esas latitudes, siempre amable. Había que ir más atrás o bucear en los sistemas teológicos latinoamericanos, para encontrar un rencor de la naturaleza al cual convenía agradar para evitar la desgracia. La simultánea conversión al paganismo de la sociedad civil y de la esfera política fue comentada casi tanto como la nevazón, y no fue el agente inmobiliario insensible a las especulaciones de sobremesa.
El círculo de amistades del agente inmobiliario era una red homogénea de cincuentones tejida alrededor de un grupo original de compañeros de escuela secundaria (estrictamente contemporáneos), a los que con el tiempo ("¡más de treinta años, ya!") se habían ido agregando brotes secundarios. El ex-rabino, que tenía pocos más de cincuenta años (sin que pudiera saberse a ciencia cierta cuántos, porque la coquetería de las personas que habitan el mundo del espectáculo, lejos de ser una mitología, es una superstición, la superstición en la que se funda ese alucinado mundito), había sido introducido al grupo por Micky, uno de los compañeros de colegio del agente inmobiliario, que había incursionado en el bosque de la abogacía por su más glamoroso sendero: los derechos intelectuales y la representación de artistas (principalmente actrices y directores de cine).
Micky había concurrido en su carácter de asesor letrado a varios juicios que el ex-rabino había promovido contra productoras de cine y compañías de distribución de películas, en la defensa de derechos que no le importaban tanto por su carácter abstracto (la propiedad del arte lo tenía sin cuidado, como había repetido en cada una de las ocasiones que el Festival de Cannes o la Berlinale lo habían llamado al escenario para entregarle un premio), como por la posibilidad de seguir alimentando su vida dedicada a los placeres de la carne (todos ellos), abundantemente regados con champagne, el arte cinematográfico y la literatura, y, sobre todo, por la necesidad de financiamiento impuesto a su bolsillo por la compulsiva dedicación al juego de su madre, una viuda anciana que no se conformaba ya con los talladores del casino de Necochea (su predilecto), sino que exigía traslados periódicos a Punta del Este (en el mejor de los casos), a Montecarlo, a Baden Baden.
De la mano de su abogado, el extravagante ex-rabino había entablado amistad con los ex-compañeros de colegio de Micky, y sus excentricidades animaban algunas veladas pero permitían, sobre todo, excomulgar los vacíos de conversación que inevitablemente se producen entre personas que se conocen mucho y no tienen demasiado para decirse.
Lo mismo podía decirse de "La Hermanita", una amiga que Link, un profesor de literatura que constituía el vértice más opaco del rombo de camaradería del agente inmobiliario, había regalado al grupo años atrás, cuando ella estaba en el punto más alto de su brevérrima carrera política.
Bea había sido monja, y lo había sido sobre todo en un momento histórico en el que las monjas salían a defender derechos civiles y ciudadanos. Su juventud como religiosa estuvo consagrada al estudio de diversas disciplinas que poco y nada tenían que ver con el compromiso de servicio cristiano asumido ante Dios. Varias veces las autoridades eclesiásticas le habían llamado la atención por la extemporaneidad de su curricula de estudios ("Como a Sor Juana", había ironizado Bea la primera vez, la única, que contó su vida a quienes le ofrecían su amistad). En algún momento, Bea se cansó incluso de estudiar, hasta que un día ella y las que eran como ella empezaron a ocupar la primera plana de los diarios: en Catamarca, en Misiones, en Buenos Aires, en todas partes había una monjita que denunciaba atropellos y obligaba a urgentes intervenciones federales. Como Bea vivía y actuaba en Buenos Aires, se puso a la cabeza de ciertos movimientos de protesta que terminaron con la carrera del jefe de gobierno de la ciudad. Era "la monja que se volteó al alcalde", decían con doble sentido en todas partes después de los sucesos que la pusieron a la cabeza de una tropa imposible, integrada por jóvenes roqueros, madres de familia, travestis, transexuales, inmigrantes ilegales tratados como esclavos en fábricas clandestinas a cuyas máquinas habían permanecido encadenados hasta que la voz de Bea consiguió sensibilizar a la ciudadanía. Sí, Bea había sido la monja que volteó al alcalde, pero ahora había abandonado los hábitos (para la alegría de Roma, que pensaba que el asunto se le había ido de las manos) y se dedicaba principalmente a la política asistencialista.
Lo segundo que se le ocurrió al agente inmobiliario, la misma noche que hubo retornado a su casa con las deprimentes bolsas de ropa deportiva que se había visto obligado a comprar por recomendación del médico segundo de su médico de cabecera, fue que los análisis habían dado mal porque él no se había preparado bien para ellos en los días previos. En efecto, había sido introducido por la ex-monjita en el truco de limpiar su organismo durante las jornadas previas al examen médico periódico al que su edad lo obligaba. Cinco días antes de cada extracción de sangre, el agente inmobiliario se sometía a una dieta rigurosa de verduritas cocidas, suspendía los postres y las frituras, declinaba toda invitación a comer afuera, bebía sólo agua mineral y se abstenía incluso del comercio sexual, no porque pensara que pudiera alterar su metabolismo sino porque sabía que éste siempre venía (podía venir) acompañado de la ingesta de sustancias químicas sobre cuyos efectos secundarios sabía poco. Comía sanamente y aprovechaba esos días de autocontención para volver a su adolescencia: se masturbaba sin culpas, porque sabía que lo estaba haciendo por su bien.
El agente inmobiliario se puso a revisar esa semana fatídica de veinte días antes, para ver qué error había cometido. Estaba seguro de que no había tenido intercambios sexuales, podía jurar que no había probado alcohol, pero sobre la comida no conseguía establecer una secuencia clara. Sabía que no había ido a comer a tal lugar, con tales personas, porque todavía se lo reprochaban, pero no alcanzaba a recordar qué había comido en sus colaciones diarias. Los análisis habían dado mal, claro, porque él había quebrantado algún principio alimenticio. Esa noche, por teléfono, Bea lo persuadió de su error. Le habían extraído sangre al comienzo del invierno, cuando la nieve comenzaba a cubrir con su manto a la ciudad. Los días previos, las comidas principales las habían hecho juntos porque estaban reuniéndose a propósito de un proyecto en común y Bea, espartana en todos sus regímenes de comportamiento, le había impuesto las comidas frugales a las que ella estaba acostumbrada y que su amigo necesitaba para llegar en plena forma al momento en que se iniciaba el proceso de autoengaño del que él creía que, una vez más, iba a salir airoso.
(anterior)
La imaginación intimista
Pensaba en términos de "la era de la intimidad" o "el giro autobiográfico" sobre el que se nos proponía reflexionar en esta mesa (y otras tantas diseminadas a lo largo y a lo ancho del litoral argentino) y confieso que me cuesta relacionar lo que hago con ambas designaciones, aún cuando sé que cuando se habla de esos espinosos asuntos se presupone mi participación activa (como crítico, como novelista) en esa tendencia del presente que me gustaría llamar "la imaginación intimista" (porque toda intimidad, en última instancia, es puramente imaginaria). Siempre me ha resultado particularmente complejo el pronombre "yo", en particular cuando tengo que articularlo con el verbo "ser", y muchas veces he preferido exponer "mi intimidad" en tercera persona.
En las papeletas de los departamentos de inmigración no le importa tanto la verdad de su identidad profesional y contesta siempre esa pregunta según el humor del momento (ha escrito "investigador", "historiador", "crítico cultural", "artista", "estudiante", "editor", "maestro", "periodista", "docente", "trabajador de la cultura" -fue una resolución grupal- y hasta "esquiador" –después de todo, aquel viaje tenía ese propósito). Esa repugnancia a declararse (o incapacidad para reconocerse) siempre el mismo ante la burocracia migratoria es índice del vago malestar que le provocan los casilleros en blanco. "¿Qué derechos se reconocen los Estados para andar haciéndome preguntas tan íntimas?", se dice cada vez. Y también: "¿Dónde tendría que detener la especificación?". Porque no sería mentir a la verdad escribir "teórico de la literatura" o "poeta malo" o "semiólogo" o "crítico de novedades bibliográficas" o "historiador de la literatura del siglo XX" o “investigador especializado en postestructuralismo” (más allá de la pedantería de esas designaciones) si es verdad que a eso se dedica o se ha dedicado, razona. Pero esta segunda pregunta adquirió su verdadero dramatismo en relación con otras tecnologías del yo (con otros géneros asociados a la profesión, al nombre propio y la vida madura): la solapa de libro o la credencial en los programas de televisión, por ejemplo. Entonces tuvo realmente que decidir su identidad profesional, lo más íntimo de sí. Y comenzó a decirse -para incredulidad y escarnio de los otros- "catedrático y escritor", dos bellas y envejecidas palabras que describían a la perfección y sin error su vida entera (pasada, presente y futura). Aunque sus amigos le sugirieron "profesor" porque era más modesto, él prefirió "catedrático" porque de ese modo definía con la mayor exactitud sus espacios de intervención pública (la cátedra y la escritura). "¿Se entenderá?, ¿Se entiende lo que digo?", piensa. Y con lo que piensa, lo más íntimo de sí, hace frases. ¿Se entiende lo que digo?: Hago frases con lo que pienso, lo más íntimo de mí.
El texto completo, acá.
viernes, 3 de agosto de 2007
Otra denuncia estremecedora
Dirigentes palestinos confirmaron que Yasser Arafat, su histórico líder, murió como consecuencia de la enfermedad y no por envenenamiento. La noticia trae aparejada la larga historia homosexual del líder, de la que siempre se habló pero nunca se confirmó.
«La dirigencia palestina finalmente confirmó que la "misteriosa" muerte del histórico líder Yasser Arafat en noviembre del 2004 fue causada por el VIH. Esto era un secreto a voces, pero en Palestina y en el resto del mundo árabe se ocultaba. Muchos dirigentes apuntaban a un envenenamiento.
Esta semana, el máximo dirigente palestino en Siria confesó ante las cámaras de televisión que el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, le había asegurado que los informes provenientes del hospital francés donde murió Arafat decían que la causa del deceso fue el SIDA.
Fuente: Boliviagay
jueves, 2 de agosto de 2007
Quien puede lo mucho, puede lo poco
CONFERENCIA DE PRENSA
CONCURSO PARA CUBRIR EL CARGO DE
DIRECTOR EJECUTIVO DEL MUSEO NACIONAL DE BELLAS ARTES
JUEVES 2 DE AGOSTO, A LAS 15 HORAS
MUSEO NACIONAL DE BELLAS ARTES
AV. DEL LIBERTADOR 1473
Estarán el secretario de Cultura de
En el evento, se detallarán las bases y condiciones del concurso, y se expondrá un balance de la gestión de
DIRECCIÓN DE COMUNICACIÓN Y PRENSA
SECRETARÍA DE CULTURA DE
4129-2527/8 - www.cultura.gov.ar
Nos llena de orgullo y alegría la extraordinaria repercusión de nuestras propuestas. Si es verdad que, como se dice, "quien puedo lo mucho, puede lo poco", tal vez si la Secretaría de Cultura consigue llevar adelante este magno concurso, consiga también destrabar los que, desde hace años, envejecen en cajones de las distintas reparticiones. Instituciones menos conocidas, menos brillantes, merecen también directores designados por concursos ya sustanciados pero cuyos dictámenes siguen siendo dominio privativo de las burocracias estatales.
Para el bronce
Como nos demoramos comentando viscicitudes diversas sobre nuestras vidas, nuestros conocidos y otras nimiedades que no vienen a cuento, comenzó un frenético intercambio de mensajes de texto entre la princesa rusa y su novio, que volvía de Ezeiza en colectivo, para determinar el punto de encuentro a partir del cual sus vidas volverían a ser una. La negociación fue extremadamente ardua e incluyó incluso cuatro llamadas telefónicas en ambas direcciones mientras escanciábamos una bebida espirituosa destinada a sacarnos el frío. Después de una de esas llamadas en las que la estrella se había mostrado más dócil que lo previsible, nos dijo:
(anterior)
miércoles, 1 de agosto de 2007
Agarrame porque lo mato
Alguien, que además tal vez se cree vivillo, escribe: "¿Vivi Tellas? Por favor, terminemos con la farsa de los 'intelectuales' mediáticos". Otro, que ve entreabierta la puerta del resentimiento, cuela el suyo y pregunta: "Como jurado del concurso literario del Instituto de Coronel Pringles figura un tal A. Pauls. Como jurado del certámen de poesía aparece Vivi Tellas que, me informan amigos que leen la TV Guía, es la esposa. ¿No es poco serio?"
Lo poco serio es salir a decir estupideces con tanto frío. Primero: no hay tal certamen de poesía, sino "Jornadas Preparatorias" para un certamen de declamación (no de poesía) que se realizará el año que viene. Vivi Tellas colabora en las "Jornadas Preparatorias" con lo que sabe hacer: la puesta.
Segundo: el trabajo de Vivi Tellas y de Alan Pauls (junto y separadamente), tal vez merezca críticas (y esta bien que así sea, porque las críticas enriquecen cualquier trabajo). Que ambos sean padres de la misma hija, hasta donde alcanza mi entendimiento, no puede ser el fundamento de ninguna impugnación más o menos atendible.
Tercero: Aún si ambos fueran jurados de sendos certámenes (pero no es el caso), ¿por qué les quitaría seriedad el hecho de que fueran una pareja?
Cuarto: No hay ningún "Instituto Coronel Pringles" sino una Fundación "Estación Pringles". Si alguien añora el rango militar, no lo encontrará por esta vía.
Quinto: ¿Qué tiene de "mediático" una política cultural como la que reinvindica "Estación Pringles"? Si esto lo que se quiere discutir, háganlo con fundamentos y al menos una neurona viva. Y dejen las observaciones en la página de la Estación Pringles, de la cual soy sólo un amigo fiel. Estamos preparados para contestar observaciones que no estén inspiradas por el rencor, la mala fe o la tontería.
Sexto: La cobardía de impugnar lo que otros hacen (con esfuerzo, y a pura pérdida, porque como cualquiera comprenderá, hay mucho goce en Estación Pringles, pero pocos recursos) desde un anonimato cómodo y cerril, ya cansa un poco. En lo sucesivo, sólo se publicarán comentarios firmados y, en lo posible, inteligentes (pero esto ya sea tal vez mucho pedir). Hay muchas páginas en Internet donde hacerse el tarado queda bien. Eviten ésta.
Al final, me enojé
Pagarán más peaje los que viajen solos
Se intenta corregir el caos de tránsito,
se sigan ampliando las autopistas.
Trabajo de campo
Foto: Nora Lezano
Hay al menos 237 motivos para tener sexo
Investigadores establecieron cuáles son los más frecuentes
(...)
Para extraer algo de sentido de las 237 razones, los doctores Buss y Meston crearon una taxonomía con cuatro categorías generales:
Física: "La persona tenía lindos ojos" o "besaba bien" o "era demasiado atractiva físicamente como para resistirse". O "quería lograr un orgasmo".
Logro de metas: "Quería vengarme de una pareja que me engañaba" o "quería disolver la relación de un rival" o "ganar dinero" o "ser popular". O "por una apuesta".
Emocional: "Quería comunicarme en un nivel más profundo" o "mejorar el ánimo de mi pareja" o "mostrar agradecimiento". O simplemente porque "la persona era inteligente".
Inseguridad: "Sentí que era mi deber" o "quería levantar mi autoestima" o "era la única forma de que mi pareja pasara el tiempo conmigo".*
*Si esto es una clasificación, yo me hago monja.