lunes, 21 de diciembre de 2009

Preguntan si...

por Daniel Link para Ñ. Revista de cultura

1- ¿Cuáles son, para Ud., los libros de autores argentinos más significativos de la década? (Mencione cinco títulos en orden de prioridad.)

Me cuesta contestar la pregunta. De memoria, no sé bien qué libros se corresponden con el período, y tampoco sabría precisar "significativos" en qué sentido. Sin duda alguno de Aira, alguno de Carrera, alguno de Cozarinsky, alguno de Fogwill, alguno de María Moreno.

2- ¿Qué autores, argentinos y extranjeros, tienen gravitación en su obra?

Naturalmente, mis amigos: Edgardo Cozarinsky, Ariel Schettini, Josefina Ludmer, María Moreno, Arturo Carrera, Alan Pauls, Gabriela Bejerman, Fogwill, Fernanda Laguna, Pablo Pérez, Diego Bentivegna y Copi, entre los argentinos (son muchos más, y todos ellos saben quiénes son). Entre los extranjeros, leo y releo con repetida fascinación a Proust, Kafka, Agamben.

3- Para usted, ¿qué es hoy lo actual y lo caduco en la literatura argentina?

Gracias a Dios (entiéndase la locución como un sencillo lugar común y no como una profesión de fe) es caduco hablar de caducidad en la literatura, que no responde a ninguna lógica evolutiva.

4- ¿Cómo percibe las relaciones entre literatura y mercado?

Las relaciones entre literatura y mercado no dependen de percepciones. La mercantilización es siempre vil, pero no se puede pensar la literatura fuera de mercados específicos.

5- ¿Cuáles considera que son las principales instancias de legitimación literaria: la publicación en determinada editorial, el aval de escritores de prestigio, la universidad, la crítica periodística o académica, los suplementos literarios, los blogs, los premios, la presencia en mesas redondas y eventos culturales, la aceptación de los lectores?

En mi perspectiva, la única literatura legítima es aquella que responde a una experiencia: que se constituye como tal. La experiencia, que perseguimos incansablemente, nada tiene que ver con la feria de las vanidades. La literatura de verdad, tampoco.


13 comentarios:

fernandes dijo...

Repregunto la 5, Daniel. ¿Pero qué hace que te publiquen y te demanden a gran escala?

Linkillo: cosas mías dijo...

¿A gran escala?

fernandes dijo...

Reformulo, entonces: ¿A tu criterio, qué debe darse en mayor medida (ej.: contactos, aval de escritores de prestigio, la universidad, la crítica periodística o académica, los suplementos literarios, los blogs, los premios, la presencia en mesas redondas y eventos culturales, etc.) para que una editorial no independiente (ej.: Sudamericana, Siglo XXI, Alfaguara, etc.) te financie una publicación y te promocione?

Gracias, abrazo.

Maia W. dijo...

Siguiendo con las preguntas de Ñ, ¿qué opinión le merecen los blogs de la mencionada publicación? ¿Y los de ADN? Ya que estamos: ¿los de Crítica?
Curiosidad navideña.

wojaczek dijo...

Lo unico para pensar es que verdaderamente (por mas amistad que haya y que es mas que respetable que te guste en mayor o menor medida el trabajo de tus amigos) la literatura argentina en estos ultimos años vive una anemia espantosa, con libros francamente malos...Yo agregaria (y hasta ahi nomas) a Gustavo Ferreyra como recomendacion de algo de esta decada que ya nos deja...PD: Muerte a Juan Forn, ja. La mediocridad circunda su nombre.

Linkillo: cosas mías dijo...

Hermano, no sé: las políticas de la amistad son, para mí, las más sólidas. Supongo que teniendo amigos editores, todo es más fácil. Hay gente que se presenta a premios literarios (no es mi caso) y les va bien. Creo que lo importante es el compromiso que uno establezca con su propia escritura. Lo demás viene o no viene, pero no hay que preocuparse por ello... O mejor dicho, no hay que desvelarse por ello. Si lo que uno hace liga bien con su propio tiempo, encontrará su público (o no). No hay recetas fijas, en este punto. Para mí, de todos modos, es importante no depender de la literatura para la supervivencia económica, eso me da más tranquilidad.
Maia, lo mismo que en la encuesta: sólo leo blogs de amigos.

fernandes dijo...

Gracias por la respuesta, Daniel.

Con respecto a la supervivencia económica del escritor... uf, afortunadamente cometí el error de recibirme de ingeniero antes de darle a la pluma.

Abrazo.

Anónimo dijo...

me gustó lo que dijo guillermo martínez en la encuesta.

Ezequiel M. dijo...

Lo de la "anemia literaria" me tiene, francamente, las pelotas por el piso. Y eso que tampoco es cuestión de defender una literatura nacional o generacional en la que no creo (es decir, como parámetro o categoría).
La mayor parte de lo que leo no me gusta, pero partir de ese discurso melancólico de la crisis literaria (muy Ñ, por cierto) me parece no sólo patético para separar "buena" y "mala" literatura (digo, ¿en qué momento todo lo que se escribía era maravilloso?¿importa, en todo caso?) sino terriblemente improductivo.
Wokaczek, si no querés buscar, no vas a encontrar nada que te guste tampoco.
Crisis es otra cosa, anemia también. La literatura no tiene cuerpo.

Anónimo dijo...

Parece que Ñ buscó un modo de "masificar" el interés por la literatura, el caudal de las respuestas dejó en claro que, a diferencia de lo que ocurre con las encuestas musicales del Sí, es prácticamente imposible hacer bibliometría con estas cuestiones.
No es una crítica, me parece más bien un signo de estos tiempos, crear estos círculos de debate proponiendo un escenario "intelectual" que siempre estará lejos de incluir otras voces.
Saludos
Daniel

wojaczek dijo...

Nadie dijo que no haya buena literatura hoy por hoy...de hecho, nombro a Ferreyra como un ejemplo a rescatar...Y tampoco de division entre buena y mala literatura ni que hubo una epoca dorada donde todos escribian bien...buscar debate donde no hay es leer mal de entrada...

fernandes dijo...

Me tomé la libertad de citarte para agradecerte un aporte tuyo (que surgió en esta conversación) para elaborar un arquetipo: http://oxi-moron-ba.blogspot.com/2009/12/el-blogger-entre-21-y-31-anos.html

Abrazo.

Tommy Barban dijo...

A mí me divirtió (el gusto es otra cosa) lo que respondió en la encuesta mi amigo Martín Prieto (yo también sólo leo blogs de amigos), salvo por el ripio de la última frase.