sábado, 27 de abril de 2013

Dejemos hablar al viento

Por Daniel Link para Perfil

Ahora, después del pronunciamiento de las Cámaras y la Suprema Corte y de la instrucción regia que la Sra. Conti recogió con su habitual premura, más parecida a la de un perro guardián que a la de una representante del pueblo (que debe obediencia a la fuente de su soberanía, los electores, y no al poder ejecutivo), el oficialismo se declarará, con el estrépito que lo caracteriza, pluralista, abierto al diálogo, demócrata, guardián de la calidad institucional, capaz de corregir las comas de sus más desencaminados (desde un punto de vista no mafioso) actos administrativos.
Ahora, la Sra. Carrió, con su vocación de pitonisa, bramará que está cada vez más sola (una vez que el proceso de depuración se ha desencadenado es imposible detenerlo) y que ella es la Única (el paranoico siempre se pone en relación de igualdad con Dios, y si éste es el Ungénito, también aquél).
La Sra. Bullrich, desde algún sillón parlamentario, creará una nueva alianza que naufragará, como todas las anteriores, en mares embravecidos que requieren pilotos afiatados.
La Sra. Estenssoro, por su parte, cada vez más alejada de poder imponer su sensatez en un reino de insensatos, renunciará a los discursos en las escalinatas de Tribunales, del Congreso, del Sacré Cœur y se entregará a la melancolía por lo que ya no puede ser pensado en la Argentina. La Sra. Michetti seguirá rodando.
Y la Sra. Fernández, ahora, llorará una vez más por su marido muerto y dirá que todo esto se ha hecho en su memoria, para que nada manche su cualidad patriótica (y así es, así sea).
Nosotros nos reuniremos (o no), protestaremos (o no), suplicaremos (o no), pero seguiremos pagando nuestros impuestos, apuntalando las finanzas de los jubilados que tenemos cerca, multiplicando nuestras vías de superviviencia, negando la proliferación de la miseria y la ignorancia, diciendo “qué barbaridad” cada vez que la televisión nos muestre la podredumbre del Palacio, soportando con vergüenza la destrucción de las condiciones de posibilidad de lo viviente.
Ahora no, pero tal vez alguna vez, de la tierra estremecida se levantará un viento que arrasará con todo.

2 comentarios:

damian dijo...

hola Daniel con el mayor de los respetos me gustaría saber

no hay ninguna medida que sea de tu agrado. No quiero salir en defensa de nada, sobre todo pq hay algo, por más que sea pequeño por más que sea hasta si se quiere sucio yo prefiero revolcarme en la mugre que divagar en la nada

igual, te pregunto pq gracias a vos aprendí mucho y a lo mejor sigo aprendiendo.

saludos siempre

Linkillo: cosas mías dijo...

Mi estimado: la pregunta es muy extraña y extemporánea. 1. Basta ver sobre qué aspectos de la gestión de gobierno he escrito para que puedas responderte por vos mismo. En relación con las medidas últimas, que ni siquiera los más rancios partidarios del oficialismo pudieron acompañar con algarabia, no hace falta insistir. 2. Considero que el trabajo de cualquier persona que ejerza la crítica cultural es, antes que el aplauso y la manifestación de agrado, sostener un punto de vista crítico en relación con los poderes de Estado. Lo demás es dejarse capturar por el aparato de propaganda.