por Artemio López para Perfil
Se conocieron los datos de pobreza e indigencia y produjeron el impacto tradicional en estos casos: indignación y olvido en un plazo de 48 horas.
Del conjunto de información obtenida, un dato central pero
no analizado en los medios oficialistas u opositores es el de las
chances efectivas que tiene una familia pobre o indigente de abandonar
la carencia. No se trata de la incidencia de la pobreza (cuántos pobres hay) sino la brecha de pobreza que refleja cuán pobres son los pobres.Por
tanto, la brecha proporciona una idea de la profundidad de las
carencias de ingreso o consumo que definen una situación de pobreza. Es
decir, representa el déficit promedio de ingreso de la población total
para satisfacer las necesidades mínimas de bienes y servicios de todos
sus integrantes (expresado como proporción de la línea de pobreza),
donde el déficit de la población que no es pobre es cero por definición y
permite imaginar las dificultades relativas de un proceso de
de-sempobrecimiento en una formación económico social cualquiera...
Por
caso, está claro que si existen 13 millones de pobres pero el promedio
de ellos requiere un 10% adicional al ingreso mensual que reciben sus
hogares para superar la carencia, la situación socioeconómica es
sustancialmente distinta a si esos mismos 13 millones de pobres requieren 40% más de ingreso familiar para dejar de ser pobres.
Pues bien, el neoliberalismo que gobierna desde el 10 de diciembre del año 2015
no sólo aumentó la incidencia de la pobreza –hay más pobres e
indigentes– sino que profundizó la brecha. Hoy los hogares pobres e
indigentes perdieron chances de abandonar las carencias respecto a
diciembre de 2015. ¿Cuánto es hoy la brecha de pobreza e indigencia? El
ingreso mensual promedio de los hogares pobres según el Indec, se ubicó
en el segundo trimestre del año 2016 en $ 8.051. Así
los 2,2 millones de hogares pobres relevados quedaron a $ 4.800 en
promedio de reunir los $ 12.851 necesarios para salir de la pobreza, o
sea manifiestan una brecha de pobreza del 38%, que expresa el
porcentaje de ingreso adicional requerido por el hogar entre lo
efectivamente recibido y el necesario para acceder a la canasta.
En
otras palabras por cada $ 100 que reciben los hogares pobres, debieran
recibir $ 138 de ingreso mensual para abandonar la pobreza.
Otro tanto sucede con los 425 mil hogares indigentes a los que les faltaron $ 1.955 para llegar a los $ 4.930
que se valuaba para ese trimestre la canasta alimentaria básica que
pondera el Indec, materializándose una brecha de indigencia de 39%.
Y en este punto una reflexión adicional. El beneficio de política social central para superar la indigencia o bajar la brecha de la carencia es sin duda la AUH, que impacta sobre 3,6 millones de menores de 18 años.
De
hecho los niveles de indigencia se desmoronaron en el país a partir de
su implantación en el año 2009, ubicándose por debajo del 3% lo que
llevó a Juan Carr de Red
Solidaria, a señalar que ya en 2013 “nunca se estuvo tan cerca del
hambre cero” para agregar cuán Luis de Góngora de la malaria: “de cada
23 personas, una no tiene la comida garantizada, mientras que en
Latinoamérica, una de cada 14, y en el mundo, uno de cada siete. Estamos
el doble mejor que América Latina y el triple peor que el mundo”.
Macri
devaluó, quitó retenciones a productos que directamente inciden en la
mesa familiar y como frutilla del corso puso de contralor de precios a
un secretario supermercadista. ¿Resultado? generó una inflación de alimentos del 60%, rubro al que los hogares indigentes dirigen todo su ingreso.
En
otras palabras, las decisiones de política económica del gobierno
nacional licuó el poder adquisitivo de un dispositivo central de
transferencia de ingresos sobre las familias pobres e indigentes como la
AUH, enviando literalmente al hambre a 1,5 millones de ciudadanos, de los cuales, recordemos 750 mil son menores de 18 años.
¿Conclusión
de nueve meses del ciclo de recomienzo del neoliberalismo en
Argentina? Sucedió lo obvio: más pobreza e indigencia y mayor
profundidad de ambos indicadores, más brecha y muchas menos chances de
superar las carencias por parte de las familias afectadas. La historia
vuelve a repetirse, estimados lectores de PERFIL.
Anti-Manual de Teoria Política
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Carxs leitorxs de A Navalha de Dalí,
Compartilhamos com vocês uma nova playlist do nosso canal (Van Filosofia): o
Anti-Manual de Teoria Política.
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Hace 5 semanas.
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