La internacional argentina
Aunque fue famoso en la vanguardia artística porteña de los años sesenta, tiene una única obra anterior, el happening Entre en discontinuidad, para el Di Tella. Pero, como buen dandy, no sólo vivió frente al espejo, sino que hizo de su vida una obra de arte. Y ahora la cuenta en su autobiografía Dos relatos porteños. Allí Raúl Escari, que vivió treinta años en Francia, escribe acerca de sus conversaciones con Roland Barthes sobre Lacan, cómo veía televisión con Marguerite Duras y cómo se fumó las cenizas de su amigo y amante Copi.
Por María Moreno
Las tres gracias
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Mientras preparo un taller sobre el paso (siguiendo algunos motivos) de los
cuentos tradicionales, desde las lejanas cortes europeas a los libros que
hay...
Hace 2 semanas.
1 comentario:
Escari despertó mi curiosidad cuando me topé con el personaje que Vila-matas hizo de él en "París no se acaba nunca". Habrá que ver qué tiene para decir este otro Raúl.
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