por Daniel Link para Perfil
Entro al aula y comienzo a hablar al ritmo de ametralladora que me caracteriza. Los alumnos ya no toman nota (saben que recibirán más tarde, por correo electrónico, los borradores de lo dicho). En la mitad de la clase, comienzan a entrar los representantes de las agrupaciones políticas: la vicepresidencia, la presidencia, la comisión de fiestas, las “chicas de Los Necios” (¿no sería mejor, les pregunto, que se autodenominaran “La Necias”?), los candidatos a.
Invitan a los alumnos a participar de una asamblea, de un corte de ruta, de una toma de poder, de unas jornadas de reflexión, de un debate sobre recursos naturales, de la resistencia a la hegemonía kirchnerista, de una protesta contra el exterminio de las aves migratorias en Nueva Zelanda, de una revolución en marcha. Solicitan adhesión en favor de los obreros de Grecia, las víctimas del terremoto y la represión en Chile, las mujeres esclavizadas de Fort, los asambleístas de Gualeguaychú, el sindicalismo independiente de Kurdistán.
Sensible, la izquierda (miles, millones de agrupaciones en constante ebullición que se presentan en sucesión nunca inferior a tres) editorializa sobre todo lo que sucede en el mundo. Y convoca a actuar en consecuencia.
Cuando se retiran, evaluamos junto con los alumnos (con quienes hemos estado conversando sobre el capitalismo, la dialéctica, la imaginación del desastre y la guerra civil en curso) las invitaciones y exhortaciones recibidas.
Como no suelen presentarse cuando piden la palabra, antes de otorgársela les pregunto quiénes son, no sea cosa que se cuele algún mendigo o algún pastor protestante. Una cosa es la política de izquierda y otra cosa es la mendicidad o el delirio místico.
Las tres gracias
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Mientras preparo un taller sobre el paso (siguiendo algunos motivos) de los
cuentos tradicionales, desde las lejanas cortes europeas a los libros que
hay...
Hace 2 semanas.
16 comentarios:
nunca fue a tu clase el poeta? es uno que reparte sus "poemas para enamorar"
" (...) yo quiero reivindicar a los gloriosos putos bigotudos con aliento a Parissienes, a asado de tira y a vino tinto; a los futbolistas que al final del partido trasladaban la camaradería al vestuario y se ensartaban unos a otros en trencitos deportivos y varoniles; a los aventureros que no dudaban en tener sexo en los baños ferroviarios, de parado y conteniendo la respiración, para que el olor a mierda no los hiciera vomitar sobre la nuca del eventual enpomado."
El resto de este canto elegíaco por una homosexualidad anti o pre-queer con ecos lamborghinianos, <a href="http://lapodredumbredorada.blogspot.com/2010/06/los-muchachos-de-antes-no-usaban-gomina.html>acá</a>
Me impactó eso de "los alumnos ya no toman nota" Me sentí a la vez muy vieja y muy superior, ¿entonces qué hacen? Me acuerdo una vez que Ariel Schettini casi le pega a una señora que en su clase osó exhibir un grabador, él los tenía terminantemente prohibidos. O tempora!
Qué sería política de izquierda y delirio místico para vos? Explicate.
Saludos, Javiera.
"No sea cosa que se cuele un mendigo" Qué problema tenés con los mendigos? la verdad, no entiendo porque sos tan despectivo. Lo que vos llamás mendigos es gente sin trabajo, gente excluida y que seguramente es mucho más auténtica que esos intelectualoides de tus alumnos que vos sublimás tanto por que discuten sobre "la dialéctica y la imaginación del desastre" Me hacés acordar a la gente de recoleta que se queja de que no puede sentarse en las mesas de afuera de La Biela porque "los mendigos" se les acercan y los molestan. Como se ve que nunca tuviste que sufrir la pobreza.
Pil, yo no sublimo a mis alumnos, simplemente los educo, que es para lo que me pagan. Y ni siquiera, apenas si les planteo líneas de pensamiento. En cuanto a los mendigos, hay que matarlos a todos, quemarlos con ropa y todo, son sucios (no se bañan) y sumamente resentidos. A los niños mendigos, tal vez valga la pena ponerlos en un reformatorio o hacerlos, directamente, picadillo para alimentar mascotas. Creo que alguna vez se propuso algo semejante pero la idea no prosperó, fue una lástima. A los adultos no: no quisiera que mis gatas murieran intoxicadas. Son gente de lo peor, qué digo gente: son como pijos, liendres, insectos.
Es verdad, es muy cierto lo que decís: yo hace mucho que no voy a La Biela precisamente por eso: te agarran los mendigos y te piden cosas, y sino, mucho peor, te agarran los artesanos que son como mendigos con culpa. Con los artesanos también habría que hacer algo: tal vez matarlos no, porque son mano de obra (los mendigos no sirven ni siquiera para eso). Los mandaría a hacer artesanías a los centros artesanales de la selva peruana o alguna parte así, bien lejos. A mí me gusta comprar artesanías pero en los museos, con certificación de originalidad. No esas porquerías hechas en China. ¿Y si los artesanos venden esas mierdas, por qué los mendigos no? Ahí tenés: es porque no quieren. Porque les gusta pedir. Les gusta ponerse en ese lugar miserable.
Es muy bueno conversar con vos, Pil, se nota tu inteligencia, la fineza con la que lees, el modo en que te das cuenta de todo. Menos mal que mis alumnos no son com vos, porque de otro modo me quedaría sin trabajo. Y tendría que salir a mendigar. Qué feo.
¿A quién pensás votar, Pil? Quisiera conocerlo todo sobre tus horizontes políticos, porque los míos son muy limitados. Más allá que en la muerte de los mendigos y la expulsión de los artesanos no sé pensar en otra cosa. Contame, contame más. Soy todo oídos.
Cebra, el método de Daniel no solo ha logrado disminuir el porcentaje de alumnos con tendinitis, sino que además permite disfrutar las clases. Además los cuadernos se pierden.
Me mató lo de ritmo de ametralladora, el año pasado me entretenía pensando que el programa tenía un cierto aire metalero (o de hard rock).
En fin, lo que realmente hay que agradecer es por suerte no entran payasos o mimos a las clases... pero el día está cerca... temed...
No entiendo porque tenés tanto resentimiento hacia la gente pobre(incluso si lo dijeras con el propósito de lograr algún efecto gracioso, tus palabras seguirían siendo patéticas)No sé porque te irritan tanto, la verdad que a mí me molesta otra clase de gente, como las malas personas o los soberbios, que se creen que tienen la autoridad de menospreciar a los demás.
Te pido perdón por carecer del intelecto necesario para entender tus artículos o por no ser tan inteligente y brillante como tus alumnos (sobre todo tan genial como los que te escriben frasecitas complacientes por acá para quedar bien con vos, ¡Por suerte tus alumnos no son como yo!!) Por otro lado, no me turba que me juzgues de poco inteligente porque la verdad que aprecio y valoro otro tipo de cualidades humanas. De todos modos, no estaría mal que incluyas una especie de advertencia en el blog con respecto al tipo de gente al que está dirigido, así te evitás que gente tan obtusa como yo, que no está a tu altura o a la de tus alumnos, se ponga a opinar.
¿Qué es esta actitud passive-aggressive en la que sólo me detengo dado el dilatado y gélido fin de semana, Pil? Venís a mi blog (que es como decir mi casa), sin que nadie te haya invitado, a insultarme (dejemos de lado que tengas o no razones para hacerlo) y te ponés en situación de víctima, pidiendo falsamente perdón por un intelecto que decís se te escapa entre los dedos, sin que nadie haya siquiera mencionado que debieras hacerte un test de inteligencia para ver cuántas tizas conviene que retengas en tu boca para no empezar a babearte. ¿Que vos te confieses débil mental debería eximirte de toda responsabilidad en relación con tus dichos? Yo no sé quién sos ni me interesa, sencillamente respondo (con los sarcasmos que corresponde contestar una intervención tan idiota) tus dichos. Aunque vos no lo creas yo pienso antes de hablar y pienso mucho más antes de escribir. De modo que supongo que soy capaz de controlar (a veces me equivoco) los efectos de mi prosa. Los sentimientos de clase que, sin embargo, me atribuís, en tu frivolidad borderline no sólo están totalmente ausentes de mi corazón (lo que nadie tiene por qué saberlo) sino de las palabras que escribí. Tomá lo que te digo como una clase de lectura. Mi blog no necesita más advertencia que ésta: hacete cargo.
Ahora me voy al shopping, donde los mendigos no pueden entrar. Me encanta tomar un té con tortas entre compra y compra, mientras ordeno las bolsas.
de todo lo que escribiste,no entendí lo de las tizas que te tenés que poner en la boca, pero bueno no importa. Con respecto a lo otro
lo complicado para vos es volver a poner en clima otra vez a tus alumnos,digo,después que se distraen con tanta gente que entra.
Yo no te insulté Link, simplemente dí una opinión con respecto a algo que dijiste, ¿Pensar diferente es insultar? Por otra parte, tu blog es público ¿No tengo derecho a opinar a pesar de que no me conozcas y no te interese lo que diga? Pensaba que sí. Por otro lado, fijate que sos vos el que descalifica diciendo que mi intervención es idiota o frívola o que no tengo la agudeza mental de tus alumnos. Yo solamente te dije que me parecía despectiva y soberbia tu forma de hablar, que fué lo que me pareció. Nada más.
"Son como pijos" sic
A Link se lo puede atacar Pil...(hay que saber còmo...y el que mejor sabe hacerlo es Fogwill claro...), no creo que haya que prestarle demasiada atenciòn a sus comentarios (felices o no tanto)sobre los mendigos.
Como docente (y como escritor) me gusta mas Martìn Kohan.
Link hace la diferencia en el campo de la crìtica....Clases y Fantasmas me gustaron mucho.
¿qué es la frivolidad borderline?
Jajajajajajaja.....Me hizo reír mucho la conversación con Pil. Esto es genial.
^^
Che, recién leo a Danillo. Dani, como docente se puede discutir, pero como escritor ni en pedo. ¿Leíste las novelas? Como docente hay otro acercamiento. Sí, seguro, da más miedo Link y es jodido para un profesor. Pero, por otro lado, solo pude asistir a 5 o 10 clases de Kohan. En fin. No quiero llenar los comentarios con un quilombo nuevo. Genial la entrada de "los hijos brutos de la gente bruta".
^^
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