Los griegos inscribieron las historias familiares de las que tanto gustaban en el género "tragedia", que participaba de ciclos que tomaban a los grandes nombres de la aristocracia en el momento en que eran convocados por su destino o un desarreglo mental (la hybris) los afectaba. Los protagonistas más famosos de tragedias griegas pertenecieron a la dinastía de los átridas.
El modelo sobrevivió al género, del que, en la modernidad, apenas si quedan trazos en lo que llamamos melodrama.
Hace un tiempo, el History Channel (UK) encargó una miniserie sobre los Kennedy, esa familia ejemplar de la vida civil norteamericana, cuyos vástagos fueron asesinados antes de que pudieran volverse viejos. Los ocho capítulos que constituyen The Kennedys (2011) helaron la sangre de los programadores: ¿cómo iban a emitir en USA (el "público natural" de la miniserie) esas entregas que muestran a ese héroe presidencial como (alternativamente) un desinteresado por la política, un inepto, un tarado, un putañero y un drogado? Afortunadamente los canadienses la emitieron y hoy está disponible para su consumo.
No sé si The Kennedys es históricamente correcta, pero es un melodrama intenso que se deja ver con simpatía (los televidentes que aman las reconstrucciones de época a través de la ropa, por ejemplo en ese cachivache llamado Mad men, tendrán un incentivo adicional para mirarla).
Cada episodio focaliza su atención en uno de los problemas que tuvo que enfrentar la administración Kennedy (Bahía de Cochinos, lucha contra la corrupción, derechos civiles de los negros, la crisis de los misiles, etc...), con abundantes flashbacks que sitúan la política en relación con el deseo maniático del fundador de la dinastía, el inmensamente desagradable Joe Kennedy Sr. (y sus relaciones con la Mafia, y sus infidelidades, y el modo en que pretendió manejar a sus hijos como títeres).
Mayormente, se trata de una "producción de container" (llamo así a las series y películas filmadas casi integramente en un escenario único, con mayor o menor proliferación de utilería), pero la narración es suficientemente inteligente como para disimular esa circunstancia. El casting está muy bien y las actuaciones son todo lo correcto que podría esperarse. Los diálogos son creíbles y los personajes cumplen su destino. Nunca sabremos quién mandó a matar a Kennedy ni cuánta culpa tuvo Bobby en la muerte de Marilyn Monroe.
Las tres gracias
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Mientras preparo un taller sobre el paso (siguiendo algunos motivos) de los
cuentos tradicionales, desde las lejanas cortes europeas a los libros que
hay...
Hace 2 semanas.
1 comentario:
Mmmmmm...Le voy a dar una chance, pero sólo a los dos primeros capítulos.
A quien le interesó acá:
http://listedfiles.com/?l=0WZrRguw
Y para los subtítulos, recurran a subtitulos.es
Bajandoooooouuuuuuuu para chusmear!
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