martes, 4 de marzo de 2014

Fe de (e)rratas

En defensa de Hegel

por Horacio González para Perfil

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Donde dice (yo digo) “la Argentina tiene que aplicar los años de su terror”, el lector percibirá que se trata de "explicar" y no "aplicar". Es horrible (para mí, para el diario, para los lectores) dejar ese rastro impreso con tamaño dislate, un fallo cruel para todos. Cuando Beatriz, con ironía filosa y al toque, dice que el peronismo es el “espíritu  absoluto” –última figura de la Fenomenología de Hegel-, yo como pequeño párvulo a la defensiva ante ese estiletazo, digo que es en verdad como la “certeza sensible”, es decir, la primera figura de esa misma Fenomenología. Allí también, en ese saber sin mediaciones que parece complejo pero en verdad es abstracto, está oculto el espíritu absoluto.  Pero el texto del diario nos hace leer: “certeza accesible”. ¡Qué mal pronuncio los conceptos, al punto de hacerlos tan poco “accesibles”!
En el tema de qué palabras “sería correcto” emplear, menciono que Carlos Ares se queja de la supuesta complejidad de la palabra “espesura”. Bueno, no me parece ninguna extravagancia emplearla, aunque es demasiado coqueta o pretenciosa. Solo que la desgrabación dice “presura”. Esa sí no existe. Es lindo inventar palabras gracias a un error técnico, así progresa la ciencia. Pero en esencia, además de otros numerosos errores, que el lector atento sabrá descifrar o emplazar en sus verdaderos cauces, siguen subsistiendo los comentarios procaces e insultantes detrás  de los textos impresos en la versión electrónica, notas de lectores absorbidos tan solo por el vasto deseo de la injuria. Qué pena. Una forma aun menor que la certeza sensible. Por eso quería escribir estas líneas, lacrimógenamente tituladas “en defensa de Hegel”. Que se alteren algunas o muchos frases en una entrevista, poco importa, pero pobre Hegel, hacer su certeza, en vez de sensible, “accesible”. No va. Quizás sea una innovación incomprendida, pero por las dudas no me responsabilizo de esta osada y falaz reinterpretación de la historia de la filosofía.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ahora comprendo!!!! Y la pista de lo que me pasa al leerlo a Horacio Gonzalez, es que debo ser una "lectora desatenta".
Este señor será muy instruído, culto, erudito....también altamente narcisista.
¿Habrá alcanzado "EL Saber"?
Parece que se lo cree...aunque lo disimule con una falsa modestia; creo, mas bien que está enamorado de su retórica retorcida, encriptada, no apta para lectores y escuchas "desatentos"