jueves, 30 de octubre de 2003

Me piden...

... caracterizaciones que ciertamente no estoy dispuesto a hacer. Dios dirá el destino futuro de estos apuntes, apenas una parte (la más galante, la más burda) de mi antropología italiana. Un ejemplo: ¿se acuerdan del Tío Antifaz? Acaba de llegar a Naboo, con un manuscrito sobre la obra de Hemingway bajo el brazo. Para mañana anuncian lluvia y, en la montaña, nieve. La temporada de esquí empieza este fin de semana, pero lejos de aquí. St. Moritz: ¿por qué no? Nos queda más cerca que Cortina d'Ampezo.
Antes, o después, a Brescia (en homenaje a Kafka), a Verona, porque queda de camino, y a Mantova, a ver una de las mejores iglesias de todos los tiempos, obra de Alberti. Como antes Stendhal, ahora me toca a mí escribir mis viajes por Italia.

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