martes, 13 de septiembre de 2011

Pero el amor es más fuerte

A Matt Smith tal vez nunca consigamos perdonarle lo que ha hecho con The Doctor. Después de sus predecesores, el rol que le tocó en suerte nunca estuvo tan desdibujado y tan cerca de la trivialidad como ahora. Los guionistas, sin rumbo, han abandonado toda hipótesis en relación con las infinitas formas de vida (en relación con la posibilidad de vida) para arrojar a los caracteres Amelia Pond, The Doctor, Rory, RIver Song, a un torbellino melodramático de infamia pura.
En Womb, Smith muestra un perfil menos maniaco. La película es interesante porque recupera un cierto impulso trágico y busca una historia que pueda llevarlo adelante. Creíamos que era "de ciencia ficción", pero tal vez nos equivocamos.
Es así: chico y chica (12 años) se enamoran en una remotísima playa de Última Thule, donde casi no hay sol y donde parece hacer siempre frío. Chica parte rumbo a Japón para estudiar algo. Vuelve más de diez años después y va a buscar a su antiguo amor de infancia. Lo encuentra en la cama con otra, que nada significa, porque él la ha estado esperando. Retoman el romance en el punto donde lo habían dejado, pero esta vez con sexo incluido.
En un traslado en auto, ella le pide que pare porque tiene ganas de hacer pis. Cuando él baja del auto, lo atropellan impiadosamente y muere.
Ella le propone a los padres de él, clonarlo. Ella lo llevará en su vientre y lo criará. Ya ha conseguido los papeles. Los padres piensan que está loca y deciden no involucrarse. El proyecto se hace realidad y el niño crece hasta convertirse (una vez más) en Matt Smith.
La tragedia, casi sin palabras, sucede en ese momento. Alguna eficacia narrativa debe de tener el film si lo recuerdo después de tantas semanas de haberlo visto. Fedra, con una leve distorsión y mucha melancolía.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Tom Baker y nadie más.

cachita dijo...

amor vincit omnia

flor dijo...

me late mas Yocasta que Fedra
interesante para ver