Después de una erudita clase sobre «Sinfonía en gris
mayor», con profusas referencias a La música y lo inefable, voy al baño del tercer piso. Casi finalizada la invernal micción,
entra un alumno detrás de mí. Observa un metro de papel higiénico tirado en el piso en
la puerta de un cubículo, corta la mitad y se suena la nariz.
(anterior)
Me escribe Daniel desde Roma
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Dieguito, querido, te mando esta rápida postal para agradecerte que me
hayas presionado para ir a ver *Alcina*, de Händel. Confiabas en la
dirección musi...
Hace 2 días.
1 comentario:
Si fui capaz de usar los inodoros de "Marcelo T" soy capaz de usar cualquier inodoro. Este pensamiento me ayuda muchísimo en mis decisiones.
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