lunes, 21 de enero de 2008

Una novela china

Así se llama la novela de Aira con sistema pedagógico inverso. Se empieza por la abstracción, tan adecuada a los niños, y se culmina con las bellas artes. Yo ando por la mitad de mi carrera y por eso, a veces se me escapa un "hechar" en vez de "echar" (aunque no sea una de mis debilidades). Pasarello ocupó todo nuestro día, interfiriendo en las tareas planeadas.
Desde el mediodía, delegué en S. la tarea de alimentarlo. También lo salvó de sucesivos ataques por parte de Mía (felina) y Cala (cánida), ambas con domicilio permanente en este zoológico. La campaña de salvataje tuvo buenos resultados hasta ahora. Passarello insistió en escapar de su caja-refugio (ambas veces fue descubierto por curiosos predadores) pero sus gritos alertaron a la comunidad avícola del lugar, se ve, porque cuando se escapó por tercera vez vimos que había una langosta diseccionada al lado de la caja donde pretendíamos protegerlo, seguramente manjar suculento que alguna pájara le trajo.
Ahora que ya cayó la noche, nos reconforta pensar que sobrevivió un día gracias a nuestros esfuerzos. Dormirá en el ciruelo de al lado y si es astuto (pero no lo parece), se las arreglará para desperpertar la misericordia de las pájaras de la vecindad. Que lo alimenten ellas, hasta que aprenda a hacerlo solo. Nosotros hicimos lo que pudimos. Ahora hay que ver cómo nos sacamos de encima a Cachorinha. ¿Nadie la quiere?

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias por la referencia airana, Daniel ¿qué otro podría salvarme? Un abrazo grande para vos y tus gatas (incluida Gaby Bex, con quien no paro de masturbarme con sus vídeos -así, con acento- de youtube).

Anónimo dijo...

no me hagas ésto: quiero a cachorriña ya, pero mi bull es muy malo. snif. Esa bebita es increíble.
difundiré.

Anónimo dijo...

divino! otro hubiera borrado mi comentario de "hechar" y "echar", lo arreglaba y se hacía el sota. chapeau, beso!

Emma Funes dijo...

Me voy mañana, si cuando regreso, (segunda de febrero), no encontró casa, la adopto. Es una ternurita. Ojalá estemos destinadas.

Andrés Aloy dijo...

"qué otra función del tiempo sino devolver lo mismo, renovado, multiplicado, más intenso"

me quedó esa frase de esa novela,

saludos,