sábado, 30 de abril de 2011

Piedra libre

por Daniel Link para Perfil



Los fonemas, determinó el príncipe Nikolái Trubezkói en sus elegantes Principios de fonología (1939), son las unidades lingüísticas mínimas (aquellas cuya variación determina el cambio de sentido): en “casa” y “cosa” es evidente que la variación entre a y o produce un cambio de sentido.

Como los alfabetos son limitados en sus signos, y convencionales (es decir: arbitrarios), muchas veces sucede que un mismo fonema se escribe de diferente modo. Es lo que sucede con “campo”, “Clarín”, “Carrió” y “Cobos”, que escriben diferente el mismo fonema que suena en “Kirchner”, “kantiano”, “kermés” y “paka-paka” o en “quepis” (como la Academia recomienda escribir kepis) y “quilombero”.

En efecto, c-k-q son transcripciones gráficas del mismo fonema (oclusivo velar sordo) /k/.

La letra k aparece raramente en palabras castellanas e indica invariablemente términos adoptados por préstamo o cultismo en los últimos dos siglos.

Por ejemplo, “Kirchner” viene del alemán y “paka-paka” de una variedad de quechua, que no es una lengua, sino un grupo lingüístico que agrupa a varias lenguas incomprensibles entre sí. El complejo quechua es tan diverso como pueda serlo la rama romance de las lenguas indoeuropeas: francés, castellano, catalán.

La escritura quechua es una invención política muy tardía (entre 1939 y 1954): la grafía k, pues, es totalmente arbitraria, como la expectativa de considerar al quechua una lengua única. Le pregunto a Marta qué quiere decir “pakapaka”. Me contesta: “No sé, yo soy de Cochabamba, eso debe ser de Cuzco”.

La cifra total de hablantes de las diferentes variedades de quechua se estima hoy entre 7 y 10 millones. En Argentina son sólo algunos miles. La Wikipidiya (wikipedia en quechua, variedad “franca”, imperial) informa que “Paka-paka icha pakakuna nisqaqa wawakunap pukllayninmi, tukuy Tiksimuyuntinpi runakunap riqsisqanmi”. O sea: jugar a las escondidas, el juego del escondite. En quechua santiagueño, “Pakay” es ocultar, esconder, encubrir, “Pakakuy”, ocultarse, taparse la cara y “Pakará”, un árbol de copa extendida en amplia sombrilla, también conocido como timbó. En otras variedades, “Pakacuna” quiere decir escondrijo; “Pakaicuna”, encubrir; “Pakaskka”, oculto. “Paka” puede significar ingle o entrepierna y por eso “Paka usa” designa a la ladilla o piojo del pubis. Juego se dice “Pujllay”.

Hay palabras castellanas que vienen del quechua, como cancha (“kancha”), cóndor, (“kuntur”), china (“china”, ‘hembra de los animales’, ‘sirvienta’), vizcacha (“wisk´acha”).


8 comentarios:

Diego B dijo...

qué lindo que es el quechua de santiago, qué dulce.
viste que murió sábato?

Marcelo Ventrice dijo...

Cómo se lee, Link?

Anónimo dijo...

Me quedé con ganas del final de la nota

lau dijo...

No sé si en verdad los chicos quieren ver paka paka. Pero el gobierno no quiere ni ver a los Qom

Linkillo: cosas mías dijo...

Marcelo, ya llegará. ¡Pero es que no viste Paka-Paka, de tanto ir a la tertulia del Colon!

Anónimo dijo...

Piedra libre para todos los kumpas.

Anónimo dijo...

A los niños de la Matanza no les gusta Paka Paka.De verdad te lo digo.

Anónimo dijo...

Paka Paka es para los niños de los pueblos originarios?