sábado, 5 de noviembre de 2016

Espejitos de colores

por Daniel Link para Perfil


Ah, los espejos, esas misteriosas superficies que nos devuelven una imagen imposible de nosotros, porque somos eso que vemos allí donde no estamos.
El kirchnerismo gusta de mirarse en el espejo petista y relaciona la suerte de la Sra. Cristina Fernández con la de Dilma Rousseff, aunque nada tenga que ver un caso con el otro. Se podrá simpatizar o no con el ronroneo administrativista de la actual gestión argentina, pero lo cierto es que la coalición gobernante alcanzó el poder legítimamente. Lo de Brasil es muy diferente. No soy capaz de pronunciarme en relación con la maniobra legislativa que otorgó la presidencia al Sr. Temer, porque desconozco los pormenores de la legislación brasileña, pero independiente de la legalidad del asunto, queda claro que se trató de un atropello con todas las letras, incluidas las de Margareth Thatcher, a quien acaba de citar como su fuente de inspiración para defender la enmienda constitucional (PEC 241, aprobada por los diputados federales) para crear un techo de gasto público ¡durante los próximos veinte años!
Es verdad que el Sr. Temer y el Sr. Macri se sienten a gusto uno con el otro, pero no es el espejo del Pro el que estamos viendo, sino el del kirchnerismo, cuya situación nada tiene que ver con la del PT.
Más le convendría al kirchnerismo mirarse en el espejo sandinista para entender en qué podría haberse convertido. Luego de haber derrocado al dictador Anastasio Somoza, la cúpula dirigente del sandinismo aprobó, al término del primer gobierno de Daniel Ortega, leyes que les permitieron quedarse con los patrimonios que, en todo caso, pertenecían al pueblo que por ellos había luchado. “La piñata” es el nombre de aquella repartija que supuso una ruptura sin precedentes de la ética pública.
La victoria de Violeta Chamorro en 1990 (opositora), lejos de debilitar al FSLN lo fortaleció y le permitió incorporarse como fuerza democrática que, en los hechos, pactó con la derecha para garantizar la impunidad de todos. Desde 2007, los Ortega (Daniel y su esposa) gobiernan un país que, gracias a la concentración del capital y de la tierra, tiene 210 multimillonarios, una cifra que supera a Panamá, paraíso del lavado de dinero. El embajador de Nicaragua en Uruguay es el italiano Maurizio Gelli, hijo de Lucio Gelli, fundador y gran maestro de la logia Propaganda Dos. Mañana hay elecciones en la República de Nicaragua. “Espejito, espejito...”

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