Ibarra es responsable
En Once hubo un asesinato
La tragedia vivida en el boliche de Once, con su lamentable saldo de centenares de muertos y heridos, podía haberse evitado. Sólo era necesario que la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires hubiese implementado los controles de seguridad necesarios, acordes a un evento de más 5000 personas.
Aníbal Ibarra ha dicho que la Municipalidad había realizado todos los controles correspondientes y que la responsabilidad de la tragedia recae únicamente en los dueños del local. Pero la realidad desmiente los dichos del Intendente de la Ciudad de Buenos Aires.
El público presente superaba la capacidad del local. Testigos presenciales señalaron que en el recital había más de 6000 personas cuando la capacidad del local tenía un tope de 4000. Las puertas de emergencia del local estaban cerradas con alambre y candados, dejando abiertas sólo pequeñas puertas de salida, incapaces de evacuar rápidamente al público presente. Funcionaba en el local una guardería para los chicos y había una gran presencia de menores, violando la legislación vigente. Por último, se permitió en un local cerrado y con las puertas de emergencia cerradas el ingreso de pirotecnia y bengalas, que fueron las que desencadenaron el incendio.
Cuando Aníbal Ibarra declara que el local tenía la autorización correspondiente se acusa a si mismo. ¿Cómo puede ser que se haya autorizado el funcionamiento de un local con guarderías clandestinas, con puertas de seguridad cerradas con candados? ¿Cómo puede ser que dada la envergadura del evento no se hagan presentes en el lugar inspectores de la municipalidad para controlar que el ingreso de público no supere la capacidad del local, la presencia de menores, el funcionamiento de los mecanismos elementales de seguridad?
El relato de los hechos deja en claro que existe una complicidad entre el gobierno municipal y los dueños del local, cuya única finalidad es incrementar sus ganancias a costa de la vida de miles y miles de jóvenes.
Nuevamente la juventud es la principal víctima de un régimen corrupto y asesino.
Luego de más de 6 años de gobierno Aníbal Ibarra se demuestra incapaz de custodiar la seguridad más elemental que reclama la vida de la juventud. Tiene que renunciar.
El Partido Obrero exige el juicio y castigo a los responsables de la tragedia, tanto de los dueños del local, ligados al aparato justicialista de San Martín, como de los funcionarios municipales responsables de controlar la seguridad del local. Desde ya nos ponemos a disposición para realizar una movilización general, necesaria para evitar que prospere la cadena de encubrimientos que dejará este brutal crimen impune.
PARTIDO OBRERO 31/12/04
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