sábado, 27 de octubre de 2012

Trabajar con amigos

--> Por Daniel Link para Perfil

Circunstancias laborales me han llevado, en las últimas semanas, a reflexionar sobre las ventajas de “trabajar con amigos”.
Siendo, como es, la más imaginaria de las relaciones, la amistad supone la reversibilidad de los roles, que funcionan en un plano de absoluta igualdad o equivalencia. El trabajo, por el contrario, supone relaciones jerárquicas e irreversibles (por la estructura misma de la relación laboral y no por la mera voluntad de sus participantes).
Habría allí, por lo tanto, una colusión imposible de resolver entre lógicas distintas.
¿Por qué, sin embargo, preferimos trabajar con amigos? Alguien podría responder: “¡Quién querría trabajar con enemigos!”, porque no se puede sostener un deseo semejante.
Pero además de “amigos” y “enemigos”, deberíamos ser capaces de pensar también en términos de “no amigos” y “no enemigos”, que constituyen la mayoría del universo social (y, por lo tanto, laboral). De hecho, conviene despojar al mundo de la mayor cantidad de hostilidad posible (los políticos y los medios deberían intentarlo).
Un caso simétrico e inverso al que me preocupa: “¡Quién querría trabajar con parientes!” (porque las relaciones de parentesco están regladas, también ellas, jerárquicamente, y su carácter dista mucho del vínculo imaginario propio de la amistad –supone una historia de traumas y fantasmas compartidos, de prohibiciones universales y mandatos culturales).
Si preferimos trabajar con “amigos” es, por un lado, porque es más descansado trabajar con quienes uno sostiene un vínculo de confianza irrevocable que trabajar con “no amigos”, respecto de los cuales esa confianza es básicamente una incertidumbre. Pero, además, porque esperamos que la lógica de la amistad, en algún sentido, nos redima de la lógica laboral. Es decir, preferimos actuar laboralmente como si la redención fuera posible, como si la miseria del mundo no pudiera alcanzarnos o como si, al alcanzarnos, nos encontrara invulnerables a sus efectos devastadores.
Trabajar con amigos, por último, supone también poner a prueba el estatuto mismo de la comunidad, su resistencia a la violencia del mundo.
 

1 comentario:

trecextrece dijo...

"porque esperamos que la lógica de la amistad, en algún sentido, nos redima de la lógica laboral".
Creo que esa es la razón principal, una esperanza y un objetivo... de la misma manera que el trabajo free lance explotó... gracias por la lucidez Daniel.