sábado, 7 de septiembre de 2013

Die Verwandlung

Luego de una semana de agotadoras investigaciones, he conseguido algún progreso: compré para mi nuevo ipad una funda con teclado y ahora se parece más a una netbook y se deja usar un poco más amigablemente. 
Luego, mi yerno me recomendó el uso del reproductor de video VLC (que ya conocía) sincronizando archivos desde mi computadora directamente al ipad, sin pasar por itunes.
Aparentemente el programa crea un servidor "en red" donde se pueden cargar series y películas que, naturalmente, como ocupan gran espacio, habrá que borrar después de verlas. 
Sigo batallando con el problema central del antipático artilugio: la escritura, que es el mar en el que me muevo cada uno de los días de mi vida.
Aparentemente hay un Open Office para Ipad que no he probado todavía pero que pude instalar sin problemas (naturalmente, hay el procesador mismo está en ese no lugar llamado "nube", y que crear una carpeta de archivos en la nube, pero eso ya lo hacía antes de modo que no representa un gran problema, salvo que azuza la paranoia inherente a estos tiempos tristes que corren). Sé, sin embargo, y me complace el hecho, que si uno no usa durante diez minutos el procesador éste se cierra y, para mayor molestia, nos envían un mensaje de correo avisándonos de esa circunstancia.
Todavía no he resuelto el problema del mouse (para mí, andar manoseando la pantalla es como comer con la mano, y todavía me causa cierta repugnancia) y he encontrado un escollo un poco incomprensible en épocas de globalización: buscando precisamente procesadores de textos, la falsa netbook me envió a la tienda de aplicaciones de Estados Unidos, donde, cuando quise bajar alguna cosa, se me dijo que mi registro no era para esa tienda sino para la de Argentina, y que debía volver a mi quiosquito perentoriamente. Por supuesto, no sé hacerlo. O sea que quedé varado en una tienda donde no me conocen, sin poder volver a aquella donde me conocen bien, y no me quieren (por supuesto, puedo desconectarme de la tienda y volver a conectarme, pero me parece que debería haber un procedimiento más sencillo).

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Podría haber una única tienda global pero, como el dinero es regional, por ahora, la gente de contaduría te deriva a esa tienda globalregionalsudaca.

No estás atrapado en la tecnología, estás arrinconado por el costo fiscal.

federico carugo dijo...

1- http://www.abcdesevilla.es/mobility/las_mejores_app/apple/las-diez-mejores-aplicaciones-de-procesadores-de-texto-para-ipad/

2-http://www.teachthought.com/apps-2/50-popular-ipad-apps-for-struggling-readers-writers/

pd: ¿Yerno? ¿El mismo que se burlaba de tu salud pegando calcomanías en tu corset? Uufff...

Linkillo: cosas mías dijo...

Bueno, antes de pagar una aplicación, prefiero el destierro.