domingo, 22 de marzo de 2015

Marcelo Torcuato de Alvear

por Daniel Link para Perfil

Iba a escribir sobre hoteles, renta inmobiliaria, o sobre las mujeres que pelean por el papel de narrador omnisciente a propósito de la muerte del fiscal, pero me desperté de una siesta y no pude reconocer el mundo. Los radicales habían resucitado, hablaban en la tele, y se peleaban como peronistas. Nito Artaza estaba hecho un basilisco. Lo nacional y popular y la derecha liberal se confundían en remolinos de hiedra negra, mientras el Sr. Florencio Randazzo se me superponía con el Sr. Facundo Suárez Lastra.
¿Qué había pasado? Se había roto el equilibrio que alguna vez llamé macrokirchnerismo, en alusión a las dos fuerzas de derecha que polarizaron los escenarios electorales de la última década.
Si la semana pasada el Sr. Macri se decía adherente al ideario peronista, ¿cómo se explica esta alianza con las huestes de Yrigoyen y Alfonsín (hacía años que no se mencionaba tanto al único estadista de fuste que alguna vez tuvimos)?
No es que importen mucho los desenvolvimientos de la política burguesa, que cada día se tornan más oscuros: ¿o acaso Syriza no se volvió saraza en menos de lo que canta un gallo, acaso Varufakis no está ya hundido en la ignominia de las promesas incumplidas? Si los griegos, que inventaron la verdad, se tienen que tragar ese sapo, ¿qué escuerzo venenoso no habríamos de tener que tragarnos nosotros?
Me interesan, sin embargo, los acertijos y los rompecabezas. Después de mucho pensar, llegué a una solución. Lo que se viene es Radicalismo Paquete: Marcelo Torcuato de Alvear.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Alvear fue el que llamó a Mosconi. Y era un irigoyenista antipersonalista. Lo más parecido que tuvo retóricamente fue Alfonsín, salvo que su presidencia fue más próspera económicamente y menos conflictiva socialmente. Todo esto a favor de Alfonsín pero también en contra de la asimilación de Alvear con figuras como Sanz. Yo diría un radicalismo sushi, sanz, sansho.