El Ministerio de Educación de la Provincia de Buenos Aires convocó a los docentes universitarios de las cátedras de literatura argentina de diferentes universidades (Buenos Aires, La Plata, Mar del Plata enviaron a sus representantes) para consultarlos sobre aquellos libros que, a su juicio, los alumnos de escuelas secundarias de la provincia deberían leer obligatoriamente. En la reunión estuvieron presentes además docentes de otras áreas y otras universidades. La iniciativa del Prof. Mario Oporto fue recibida calurosamente por los convocados, porque demuestra la voluntad del gobierno provincial de generar un debate sobre la lectura que exceda por los estrechos límites de la tecnocracia pedagógica y, por primera vez, puso en el centro de la discusión el problema de los contenidos.
Sabemos que la problemática de la lectura en contextos escolares es compleja y necesita de soluciones que contemplen todas las variables. Pero también es cierto que muchas veces la discusión de los aspectos más dramáticos en los que se desenvuelve el aprendizaje de la lectura como una práctica compleja de acercamiento al mundo (el desprecio general de la cultura por los libros, la pauperización del alumnado, el trabajo muchas veces sin respaldo institucional que los docentes se ven obligados a llevar a cabo) obtura la posibilidad de pensar qué habrían los alumnos de leer en situaciones no digamos ideales, sino no críticas. De eso se trataba: de pensar un plan de lecturas con vistas al segundo centenario.
¿Diez o veinte libros? ¿Cuántos del siglo XIX y cuántos del siglo XX? ¿Qué géneros y cuáles autores? ¿En qué espacios y con qué tiempos? Algunas de esas fueron las preguntas que se plantearon en una reunión rica en sugerencias, que seguramente neceistará de otras varias para arribar a “la lista” soñada.
Hacia el final de la reunión, algunos sugerimos algún título (personalmente, me gustaría que Copi, tal vez con La internacional argentina, integrara ese nuevo canon escolar), pero lo importante es la voluntad ministerial de convocar a los profesores universitarios para restablecer el vínculo entre la educación superior y la educación básica, que nunca debió perderse.
G. A . C. G: una literatura sobreviviente
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"Conversación con Césare Gárboli. Eneas, aquel que ha sobrevivido a sí
mismo, que comienza su historia cuando ésta ya ha terminado, como personaje
emb...
Hace 1 día.
4 comentarios:
Hacemos lo que podemos: pase y vea (y critique...aunque no es necesario, de "eso" tengo a diario...)Y gracias por esa lista que vendrá. La espero.
Obligatoriamente y bajo amenaza deberían leer "El Carapálida", suerte de Juvenilla del siglo XX + I.
Los docentes bonaerenses conocemos las iniciativas del Sr. Oporto ya desde que fuera Ministros de Educación del Gob. Ruckauf. Una buena iniciativa sería, por ejemplo, , nombrar de una buena vez los cientos de Bibliotecarios que faltan en las escuelas primarias y secundarias. Una buena iniciativa sería resolver los gravísimos problemas de infraestructura que afectan a la gran mayoría de las escuelas de la provincia. Quiero creer que no es lo mismo leer a Copi en un aula desnuda con mesas y sillas rotas, sin calefacción alguna en invierno ni ventiladores en verano, que hacerlo en una aula dignamente amoblada y equipada. Una buena iniciativa sería que los docentes tuviéramos espacios de debate en los que se puedan plantear estas y otras cuestiones específicas de la enseñanza. Una buena iniciativa sería pagar los sueldos que los docentes vienen reclamando desde hace años en todo el país reclamo por el han pagado con su vida. Un abrazo,
Laura
Pregunta inocente:
¿Cuales son sus diez libros favoritos?
Saudades
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