sábado, 3 de junio de 2017

El amor es más fuerte

Por Daniel Link para Perfil

Ya no disfruta de los viajes como antes. Los disfruta, pero no como antes. Ahora son otra cosa. Le gusta instalarse en barrios que ya conoce (no en ciudades, sino en barrios), hacer casa y comprobar las transformaciones. Por ejemplo, en Chicago para siempre en los alrededores de North Broadway y Hawtorne. Reconoce los negocios, extraña los que cerraron, entra en los nuevos. A dos cuadras tiene una biblioteca pública, pero por lo general se entretiene leyendo los libros qué ha llevado consigo. No sale mucho, apenas si va al centro y a cumplir con las eventuales obligaciones que lo han llevado a cambiar una casa por otra.
¿Qué está leyendo? El regalo de virgo, de Mariano López Seoane, y Cat Power, de Cecilia Palmeiro, dos novelas muy diferentes pero unidas por hilos secretos. El regalo de virgo cuenta un fallido experimento genético de inspiración fascista. Cat Power cuenta una fallida invasión alienígena. Las dos son, en última instancia, fantasías a través de las cuales se busca a gritos el amor. Cada novela, a su manera, lo encuentra y se lo regala a sus personajes en las últimas páginas.
Las dos son novelas un poco queer, y por eso la dificultad del amor (tan poblado de malentendidos) es todavía mayor que en un universo más o menos devoto de las variedades heterosexistas de su aparición. Lo queer puede ser muy cínico en relación con el amor, al que reconoce como un dispositivo de domesticación del deseo y de manipulación social.
Pero que haya amor, parecen decir esas dos novelas que hacen uso de matrices narrativas paranoicas, es la condición de posibilidad (tal vez la única) de cualquier emancipación colectiva, del desmoronamiento de la matriz paranoica de pensamiento o de cualquier superación del narcisismo que constituye el punto de partida de ambos narradores: dejar atrás el ensimismamiento, sobreponerse a las fuerzas autodestructivas del capitalismo, alcanzar niveles de conciencia común y colectiva. De eso se trata el amor, en la perspectiva de El regalo de virgo y de Cat Power. No tanto de la identificación especular con el otro que es el mismo sino de la construcción de una nueva plataforma para la promoción de una vida más justa y más feliz. Una novela encuentra en el devenir planta una salida; la otra, en el devenir animal.
Curiosamente, la primera es una novela carnívora, y la segunda es una novela vegetariana. De modo que, piensa, los distintos devenires suponen modos de colocación diferente respecto de la cadena alimenticia. Levanta la vista en el bar donde está leyendo. Se siente lejos de casa y, al mismo tiempo, muy cerca.
Su casa no es ese país que no cesa de fracasar como tal, arrasado primero por el populismo y después por el neoliberalismo que es su exacta contracara, sino un reino de la imaginación, del que estas novelas le traen gratas noticias.



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