Lo que resulta evidente es la decisión del profesor Link de abrevar en las modas actuales. Cultiva, por ejemplo, el exhibicionismo desaforado. Nos enteramos que aprendió a simular orgasmos, su padre era alcohólico y de niño fue pobre, enfermizo y envidioso al punto de robarle a su mejor amigo. A tono con los tiempos, practica el pastiche posmoderno, la banalidad funcional y milita en la nueva izquierda, una suerte de marxismo tibio, reciclado con cucharadas de Foucault y Tony Negri. A favor, debe destacarse que aquí el estilo es, a menudo, perfecto. Hay espléndidos objetos verbales, lo que nunca es poco.
Por Guillermo Belcore para La Prensa, vía La Biblioteca de Asterión.
Las tres gracias
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Mientras preparo un taller sobre el paso (siguiendo algunos motivos) de los
cuentos tradicionales, desde las lejanas cortes europeas a los libros que
hay...
Hace 2 semanas.
7 comentarios:
paaaaaaa "objetos verbales"...
no somos dignos...
ya quisiera yo idear alguna de esas definiciones posmo
saludos
ay, ese guillermo es un desesperado y un obvio: se quiere acostar con vos.
par favar.
A mî me gustan los objetos. Y si ademâs son verbales, ni te cuento.
Cosas como esta deben llenar a cualquier escritor de orgullo! "Tony Negri"!!!! Las críticas despechadas como esta siempre le dan ganas a uno de leer el libro en cuestión.
es nada más que una estrategia para desorientar, link no es posmo... es un nerd.
Me muero, me muero. Belcore ahora es crítico literario. Y lo que es más increíble aun, ¡sigue en La Prensa! Uno siempre piensa, cuando lee este tipo de objetos verbales, que el ideólogo es alguien más o menos inimputable. Pero pocas veces -en mi caso, hasta ahora, nunca- le es dado hacer el camino inverso. Encontrarse primero al inimputable y luego, con los años, verlo "convertido" en crítico. Y sin embargo, en el fondo de su corazón pwanesco, es evidentemente tan grande el lugar que se le da a la crítica, que hasta que llegué a la firma me encontraba replicándole para mis adentros: "¿se suponía que lo de envidioso, izquierda tibia y demás, era en contra?" Cuidado, chicos: nunca sabemos con qué clase de especimen estamos derrochando respeto.
me parece que no le gustó tu libro, o me equivoco?
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