viernes, 29 de octubre de 2010

A seguir tu ejemplo

por Artemio López para Perfil

Se equivocó Claudio Escribano cuando advertía en su amenazante editorial del diario La Nación en el año 2003. Podríamos pasar por alto una tercera conclusión, porque las fuentes consultadas en los Estados Unidos, por quien esto escribe, difieren de si se trata de la opinión personal de uno de los asistentes o de un juicio suficientemente compartido por el resto. Sin embargo, la situación es tal que vale la pena registrarla: la Argentina ha resuelto darse gobierno por un año.
Se equivoca Rosendo Fraga cuando a horas de la muerte de Néstor Kirchner escribió en el mismo diario: “La continuidad institucional no está en riesgo en la Argentina, pero puede estarlo la gobernabilidad en el tramo final del mandato de Cristina, si ella no aprovecha lo que posiblemente sea su oportunidad histórica: dejar de ser la presidenta de una facción, para pasar a serlo de todos los argentinos”. Nada ni nadie nos va a amedrentar y privarnos de darle el mejor homenaje que merece Néstor Carlos Kirchner: Defender el gobierno de Cristina sin condicionamientos y darle continuidad al proyecto iniciado en mayo del año 2003.
Por otra parte, estamos seguros de que la figura de Néstor Kirchner cobrará significación a medida que transcurra la historia. El mejor presidente desde la recuperación democrática, el único que tras su mandato devolvió el país con indicadores socioeconómicos mejores que los que encontró.
Bajó la pobreza a la mitad, la indigencia a un tercio, desendeudó el país, restauró la autoridad presidencial pero, por sobre todo, restituyó la política en un país devastado por el neoliberalismo y su ilusión de manejo tecnocrático de la cosa pública. Un gran hombre Néstor, sabía de su destino, era consciente de los riesgos de su enfermedad y se entregó siguiendo sus más firmes convicciones, las mismas que nos transmitió y serán las que nos impulsen a defender el gobierno de su compañera de toda la vida, nuestra presidenta Cristina, a pesar de las amenazas absurdas, ridículas, de los enemigos de la democracia.
Querido Néstor, no te vamos a olvidar, vamos a seguir tu ejemplo, vamos a cumplir.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Grosso.