por Horacio Verbitsky para Página/12
En 2009, Sícaro envió a Schiavi quince expedientes con constataciones de
incumplimientos graves de TBA, que creaban riesgos a la seguridad y que
en ese año y el anterior provocaron 67 accidentes. La CNRT determinó
penalidades y multas por 4.680.000 pesos hasta 2008. Esa acumulación de
incumplimientos configura una causal de rescisión del contrato, pero
Schiavi no los tomó en cuenta y TBA no pagó las multas, que ingresaron
al pantano de la renegociación permanente del contrato. El informe de la
AGN establece que entre 2003 y 2010, TBA recibió subsidios de
explotación y accesorios (retroactivos e intereses) por 1.924 millones
de pesos. En los últimos cuatro años de ese período el monto del
subsidio de explotación mensual se incrementó en un 146 por ciento, por
sucesivas redeterminaciones en las que no se siguieron los
procedimientos normados. Los mayores costos se convalidaron en base a
proyecciones de la empresa y sin verificaciones. En 2009 y 2010, la CNRT
también fue muy crítica con el mantenimiento, insuficiente y sin
cumplir las normas técnicas, que produjo un deterioro progresivo de la
infraestructura, con “consecuencias directas en la seguridad”. Estas
“falencias del material rodante y de la infraestructura de vías” fue
causa del 93 por ciento de los descarrilamientos denunciados en 2009 en
el Mitre y del 61 por ciento de los del Sarmiento. Pero además se
modificó la composición del subsidio: entre 2003 y 2010 la cuenta de
personal (salarios y nuevos agentes) pasó del 46 al 70 por ciento y la
de materiales disminuyó del 15 al 4 por ciento. Los subsidios, que en
2003 eran un tercio de los ingresos de TBA, en 2009 llegaron a
representar tres cuartas partes del total.
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