Por Daniel Link para Perfil
Hay políticas que dan vergüenza y
otras que dan indignación: cuando las dos flechas van a parar al
mismo blanco no hay dudas de que hay que detenerlas en el aire.
La Universidad de Buenos Aires,
amparándose en una sedicente “autonomía” que aplica
espasmódicamente según las conveniencias del Consejo Superior, se
niega a cumplir con la Ley 26.508 (2009), según la cual los docentes
mayores de 65 años (la edad jubilatoria) pueden optar por continuar
en sus cargos durante cinco años más, si así lo desean.
Al
negarse a cumplir la ley, la Universidad de Buenos Aires (sus 320.000
estudiantes superan holgadamente a los de la Universidad Autónoma
de México, que tiene, sin embargo, un presupuesto 14
veces mayor) revela su
miserabilidad: lo que pretende “ahorrarse” es la antigüedad
docente, negando algo que está en los fundamentos mismos del sistema
de escalafón: a mayor permanencia en el cargo, mayores son las
responsabilidades y más eficaz es la práctica pedagógica y de
investigación que se lleva a cabo.
Un bailarín tiene una vida laboral muy
limitada en el tiempo, mucho más que un cantante o un operario de
maquinaria pesada. Mi madre está por cumplir ochenta años y todavía
se le permite conducir un automóvil siempre y cuando se realice
exámenes anuales.
No se entiende sobre qué base la
Universidad considera que sus docentes-investigadores de 65 años
(pienso en Eduardo Grüner, que fue afectado por la arbitraria e
ilegal jubilación compulsiva) ya no pueden seguir dictando cursos,
dirigiendo tesis doctorales, coordinando equipos de investigación,
pensando.
O mejor dicho: no se entiende por qué
(salvo por obsecuencia vil con el ministerio de turno) la UBA no
demandan el aumento presupuestario que necesita para seguir siendo la
universidad de excelencia que fue hasta ahora y, en vez de eso,
hostiga a sus mejores mentes. Conviene recordar que Peter Sloterdijk
tiene ya 65 años, Giorgio Agamben, 70; Alain Badiou, 73; Toni Negri,
79. Ninguno de ellos podría aspirar a las rentas miserables de la
UBA.
El próximo 8 de junio se realizará un
gran acto de protesta bajo el formato de “clase magistral”.
Viernes 8 de junio, 19hs., en el Hall de la sede Constitución de la Facultad de Ciencias Sociales (Santiago del Estero 1029)
12 comentarios:
En medicina muchos gozan de este beneficio, obvio que son los que tienen afinidad política con el vergonzoso gobierno de esa facultad.
Excelente argumentación, Daniel. Comparto el texto en mi blog.
Abz
Pregunto muy desde afuera: ¿no hay también un montón de viejos chotos que no son Grüner, y cuya jubilación compulsiva es una bendición para la universidad, el país y el mundo? Qué sé yo... yo he conocido a más de uno... y muchas veces conviene que le dejen por fin el lugar que han desperdiciado por décadas.
Yo no entiendo la falta de solidaridad.
Quieren poner un procurador trucho y nadie de la justicia levanta el culo. Hay, en especial, un juez federal que es un bochorno y nadie de la justicia levanta el culo.
¿Cuántos abogados, fiscales y jueces deben tener una relación de amistad con esos profesores y no levantan el culo?
Si la gente que está en la justacia no levanta el culo, toda lucha está perdida.
vos mismo lo decís, elantonio: quien desperdicia su lugar como profesor y lo hace durante décadas no lo hace por estar viejo (no puede estar viejo de edad hace décadas) sino por SER mal profesor.
Dos conclusiones, entonces: démonos cuenta antes de sus 65 de qué tipo de profesores tenemos y a los Grüners dejémoslos en el lugar en que tienen que estar: la Universidad
Un programa de radio Entrevistando a Eduardo Grüner . El que le hace el reportaje, Alfredo Grande, aclara que es docente de la Universidad de Buenos Aires y hace más de 20 años que es Interino
También charlan sobre los docentes que están Ad Honorem y que ni siquiera están así para no acceder a la obra social.
Interesante demostrando la situación de la UBA.
1: es tan bueno Grüner?
2: Link, ¿no era que vos abominabas de dar clase en Filo -por el estado de las aulas, por los cargos ad honorem, etc.?
No entiendo dónde dice que Link no siga abominando de dar clase en "Filo", y creo que el reclamo va en una dirección política similar a la que se queja por el estado de las aulas, por los cargos ad honorem, etc.
Pupi, como diría el escritor argentino Luis Gusmán, “a ver si nos entendemos”: aquí no se trata de si Grüner –o cualquiera de los otros 650 afectados- es bueno, malo o más o menos. Sino de que el rectorado de la UBA está desconociendo la Ley 26509 (votada por unanimidad en el Congreso de la Nación en 2009) que permite a cualquier profesor optar por 5 años más de trabajo al cumplir los 65 años. Por lo tanto, el rectorado está atentando de manera directa y violenta contra los derechos laborales de los miembros de la Universidad (e indirectamente contra el artículo 14bis de la Constitución Nacional). Es eso lo que está en cuestión, y no la mayor o menor calidad académica de los docentes (para juzgar eso están los jurados de concursos, y sobre todo los estudiantes). ¿No protestaría cualquiera contra el despido injustificado e ilegal, sin preaviso ni indemnización, de, digamos, un obrero de la construcción, un empleado bancario o un peón rural, más allá de que sean más o menos eficientes? La Ley de marras no otorga un privilegio, sino un derecho . Si no nos plantamos ante cada uno de estos ataques contra los derechos de los trabajadores (y los docentes lo son), ¿qué queda de nuestra sacrosanta democracia? Además, esos 650 casos particulares (que deben ser resueltos, desde ya) ya están siendo trascendidos por un movimiento de lucha contra los ajustes permanentes que se sufren en la UBA (más de 10 000 docentes que no cobran, otros 20 000 “inestabilizados” interinos por falta de concursos, las ruinosas condiciones edilicias, etc.). Es la oportunidad de, de una buena vez, “patear el tablero” e iniciar la marcha hacia una segunda (y más profunda) Reforma Universitaria. Por favor, démosle a la cosa su verdadera dimensión, y no nos perdamos en la anécdota tonta y / o chicanera: eso solo beneficia a la prepotencia irracional y bárbara del actual rectorado. Saludos,
EG
está bien. lo entiendo. no cuestiono la legitimidad de la protesta. pero de todos modos considero un gasto innecesario de energías patalear por permanecer en un lugar en el que se está a disgusto
Que pensamiento extrañó el de Pupi.
Si el lugar en el cual desarrolló lo que me gusta es incómodo, hay que irse.
Nunca intentar cambiar esa situación, sino bajar la cabeza, irse y asegurarse que esa situación siga así para las futuras personas......
Jóvenes:
Les escribo desde la autoridad que me dan los años. Es necesario hacer algo para que las nuevas generaciones puedan acceder a espacios jerarquizados y de importancia en una universidad que mira ya no solo al siglo XXI sino al XXII o al XXIII y así podría seguir nombrando otros tantos siglos que seguramente esperan ansiosos por llegar.
Por mi parte, tengo que decirles que en mis viajes por Europa, he conocido gente atenta y muy amable, y tengo un cuaderno en el que he ido anotando todo tipo de anécdotas que si quieren podría estar horas contándoselas. Muchas de estas historias transcurren en aviones, así que acrofóbicos, abstenerse.
Para terminar, no se olviden de que Eduardo Gurner o Grüner o Goodman, no recuerdo el nombre, es un muchacho joven y con mucho futuro por delante; él también viaja a Europa y si no lo hace, pronto lo hará y tendrá sus historias. Así que tenemos que estar siempre dispuestos a escucharlo. Más aun, ahora que pasa un momento difícil en relación a su temprana jubilación obligada.
Un saludo para todos,
Gregorio Klimovsky
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