Este aumento de la superficie de cultivos
transgénicos implica el corrimiento de la frontera norte a expensa de deforestaciones
de bosques y selvas, desalojos de pueblos originarios e incremento del volumen
de agroquímicos. Todo en función de la voracidad de las transnacionales y de
las políticas de los países centrales en busca del control del territorio y por
lo tanto mayor control social con la producción extractiva de alimentos. Los
conflictos con los pueblos de las provincias del norte, la instalación del
Comando Sur en el Chaco con la “misión de ayuda y desarrollo tecnológico” o el
impúdico involucramiento de las transnacionales asociadas a los agronegocios en
el golpe al Estado Paraguayo, hace evidente la ofensiva de los negocios
globales que pretende cerrar las brechas de territorio norte de nuestro país en
un solo bloque con Paraguay, Uruguay, Argentina, Bolivia, Brasil y Argentina unificando
tecnologías y modalidades. Este devenir, en su lógica, no es diferente a la
campaña del desierto de Roca en los 80’s, donde el objetivo del desalojo
genocida y control territorial fue la expansión ganadera con los Remington. Hoy
se facilita en beneficio del conglomerado productivo sojero y las corporaciones
transnacionales, bajo el paraguas habilitante del poder político.
Los 27 transgénicos aprobados
comercialmente desde el 1996, un verdadero ariete tecnológico, imponen
prácticas inherentes del modelo, No solo cuestionables por los efectos en los
ecosistemas y demás variables físicas de suelos, sino por el incremento de la
contaminación química con sus consecuencias en salud ambiental. Además, un futuro impredecible aparece por
la elusiva viabilidad y sustentabilidad de la transgénesis. En particular por la
ausencia de discusión acerca de las incertidumbres del procedimiento tecnológico
y por el silencio de la mayoría de la comunidad científica acerca de las
consecuencias de intervenir el delicado natural equilibrio evolutivo de los
genomas. Sabemos demasiado poco para jugar a crear naturalezas alternativas o
pensar en acelerar o desviar procesos evolutivos con impunidad. (ver, GMO Myths
and Truths June 2012, http://earthopensource.org/).
* Director Lab. Molecular Embryology
School of Medicine UBA - CONICET
ARGENTINA
El texto completo puede leerse acá.
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