La joven tiene apellido de avenida, de estación de subte, de balneario. Pero nadie debería llamarse a engaño, ella piensa y dice. Últimamente se ha visto obligada a vender almanaques para poder sobrevivir y alimentar a su criatura. "No soy la única en mi familia que se entregó al comercio", aclara. "Mi tía, por ejemplo, vende cinturones y le va muy bien".
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El deseo de ser un...
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Tenía una gracia irónica en el trato: una levita como Carroll, de santo
jasídico o de duende romántico; una fantasía caprichosa, suspendida y
errant...
Hace 2 semanas.
1 comentario:
¿Vende almanaques? ¿La tía vende cinturones? En cualquier momento se inscriben en los planes trabajar... Herederas caretas...
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