miércoles, 29 de agosto de 2012

Nace una estrella





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martes, 28 de agosto de 2012

Un cuarto propio


Pronunciamiento de PLATAFORMA 2012: 
POR LA RECUPERACIÓN DE UNA CIUDAD PARA TODOS
Vivienda, especulación inmobiliaria y desigualdad
en la ciudad de Buenos Aires

Agosto de 2012

Suele considerarse que un “boom inmobiliario” es un proceso benéfico en sí mismo, que favorece al conjunto de la sociedad generando empleo, riqueza y oferta de viviendas. Detrás de este supuesto del que se sirven diferentes gobiernos municipales y provinciales así como el gobierno nacional, están en juego poderosos intereses y se ocultan grandes falencias que están haciendo colapsar las ciudades.
La construcción puede ser un factor determinante para generar puestos de trabajo, pero no puede justificar la destrucción de una ciudad como espacio habitable, ni soslayar el vertiginoso aumento de la brecha social o la privatización de espacios públicos. La progresiva demolición de la sustancia urbana, la indiscriminada construcción de torres obedecen exclusivamente a una lógica especulativa, cuya contracara es la dificultad de acceso a la vivienda por parte de los sectores populares y clases medias, así como del hacinamiento en villas, barrios, hoteles e inquilinatos de los carenciados.
Ante esta situación Plataforma 2012 considera que existe una relación directa entre la especulación inmobiliaria y la conflictividad creciente generada por la falta de viviendas dignas para los sectores de menores recursos.
La ciudad de Buenos Aires es, en este sentido, una ilustración paradigmática de esta realidad. En razón de ello, pero con pleno conocimiento de que la especulación inmobiliaria, el déficit habitacional y el desplazamiento de los sectores más pobres a áreas marginadas están entre los grandes problemas del país, este documento está referido específicamente a la ciudad de Buenos Aires.
La tendencia a especular con la tierra urbana ha tenido un fuerte impulso con la globalización financiera y la financiación de la economía en general. Sin embargo, en la última década, en la ciudad de Buenos Aires, se ha desencadenado un vertiginoso proceso de especulación inmobiliaria que mercantilizó hasta el paroxismo las condiciones de acceso a la vivienda, cuestionando además la tradición de los espacios urbanos porteños ligados al modelo de una ciudad abierta. Cada vez más, la vivienda ha dejado de ser un bien de uso para transformarse exclusivamente en un bien de cambio, una mercancía sólo accesible a unos pocos económicamente privilegiados e incluso, en muchos otros casos, en un activo financiero.
Dicho modelo especulativo, que implica socializar costos y privatizar beneficios, ha generado el aumento exponencial de la población en villas, convertidas hoy en el blanco de las “políticas de seguridad” del ejecutivo nacional y municipal. La prueba más contundente de la falta de vivienda para los sectores populares fue el conflicto desencadenado por la ocupación del predio del Parque Indoamericano, a fines de 2010, que culminó con tres asesinatos, sin que hasta el día de hoy se haya avanzado en soluciones concretas ni tampoco en la determinación de las responsabilidades de dichos crímenes, que involucran tanto la policía metropolitana como la federal. En lo único en que “avanzó” el gobierno de la ciudad ha sido en el procesamiento de los luchadores sociales.

Las variables de un modelo urbano perverso
Uno de los principales motivos de la consolidación de este modelo urbano perverso es la política excluyente del gobierno porteño que, mucho más que sus predecesores, estimula este mecanismo invirtiendo en infraestructura y equipamiento allí donde hay mayor expectativa de especulación, generando aumentos en rentas diferenciales de las que se apropia exclusivamente un reducido sector privado.
Esta política excluyente toma una clara visibilidad en cuanto hacemos referencia a la situación de los sectores más vulnerables. Así, el art. 31 de la Constitución de la Ciudad garantiza el derecho a la vivienda digna y a un hábitat adecuado a todos sus habitantes, obliga a reurbanizar las villas y asentamientos, promover la incorporación de las viviendas deshabitadas. El Plan Urbano Ambiental (Ley N° 2093, sancionada 13 de noviembre de 2008) al cual deben adecuarse las demás leyes de la Ciudad, ordena proteger e incentivar las identidades barriales, promover tipologías edilicias que no den lugar a situaciones de segregación social ni a disrupciones morfológicas, preservar los sectores urbanos de baja y media densidad poblacional, implementar acciones a fin de reurbanizar las villas y mejorar los inquilinatos, hoteles y pensiones. Claramente, el actual Gobierno de la Ciudad no cumple con ninguno de estos mandatos constitucionales.
En realidad, desde que asumió, la actual gestión se ha esmerado en dejar sin efecto las normas urbanas dedicadas a mantener el equilibrio ambiental; otorga permisos de demolición o de construcción que no respetan las normas; no cumple con los procesos participativos de consulta y consentimiento; no se realizan las evaluaciones de impactos ambientales de grandes construcciones o de acumulación de obras en manzanas o barrios; autoriza desalojos express; se negó a prolongar la ley 2548 que protege los edificios construidos antes de 1941; bloquea el tratamiento parlamentario de aquellos proyectos de ley que se vinculan con la protección del patrimonio histórico, arquitectónico y cultural; desatiende las consignas de preservación que dicta la misma Constitución de la Ciudad.
La desigualitaria distribución espacial de las viviendas construidas, que se concentran en un alto porcentaje en la zona centro y norte de la Ciudad que son distritos de alta densidad edilicia, ha contribuido al colapso de los servicios públicos. En el año 2006, el Poder Ejecutivo dictó el decreto 1926/06 que suspendió por el término de noventa días el trámite de los permisos de obra nueva o ampliación en los barrios de Villa Urquiza, Coghlan, Núñez, Palermo, Villa Pueyrredón y Caballito. A partir del decreto 220/2007, en estos barrios, se debe presentar a fin de obtener un permiso de obra nueva un certificado de factibilidad del suministro del servicio de agua potable y desagües domiciliario y realizar una evaluación de impacto ambiental previa para aquellos proyectos que superen los 5.000 m2. Sin embargo, las medidas adoptadas frente a la alarma encendida por las denuncias de los habitantes de la Ciudad, no tuvieron la fuerza necesaria para doblegar los intereses económicos de los desarrolladores inmobiliarios y del mercado financiero. En realidad, los certificados de factibilidad se volvieron una formalidad sin sustento en la realidad, las evaluaciones de impacto ambiental quedaron en simples declaraciones juradas de los constructores. Por ejemplo, actualmente, existen torres en la Ciudad que no pueden ser habitadas porque no cuentan con los servicios públicos por falta de equipamiento y provisión de la infraestructura necesaria por las concesionarias responsables.
La gran capacidad constructiva que habilita el Código de Planeamiento Urbano permitió que el incremento de las construcciones en altura deteriore las identidades barriales. La fisonomía de barrios tradicionales de la Ciudad se ha perdido y muchas viviendas con valor patrimonial fueron demolidas, casos paradigmáticos son los barrios de Palermo y Caballito.

Pruebas concretas de la desregulación del mercado inmobiliario:
1. El GCBA ha informado1 que entre 2001 a 2011 se otorgaron permisos para la construcción de 20 millones de m2. Seis barrios de los 47 que integran la Ciudad (Palermo, Caballito, Villa Urquiza, Belgrano, Puerto Madero y Almagro) ubicados todos en su norte y centro, sumaron el 44% de todas las viviendas construidas. Por el contrario, los 10 barrios del Sur de la Ciudad solamente alcanzaron el 10% de la superficie construida.
2. Respecto a la superficie residencial construida la tendencia se sostiene. En los barrios de Palermo, Caballito, Villa Urquiza, Puerto Madero y Belgrano se construyó un 42,6%. En cambio, en los 10 barrios del Sur tan sólo el 9,7%.
Los seis barrios nombrados al principio también son los barrios con mayor m2 construidos por superficie y se encuentran entre los que más habitantes tienen por km2. En esta última década se construyó en los barrios más densamente poblados.
3. Para el GCBA son cuatro los tipos de construcciones residenciales: sencilla, confortable, lujosa y suntuosa. Entre los años 1991-2001 el 37% y el 33% de las viviendas construidas correspondieron a viviendas sencillas y confortables respectivamente. El 14,9% correspondió a viviendas suntuosas. En el período 2002 -2011 la construcción de viviendas suntuosas alcanzó el 32,7% y el de las viviendas sencillas el 32,8%. En el año 1991, el total de viviendas suntuosas alcanzaba el 6,6% del total. En el año 2011, esa cifra trepó al 30,8%.
Las cifras dan cuenta de modo escalofriante del desequilibrio entre la necesidad general de viviendas de los sectores populares y clases medias por un lado y la construcción, por el otro.
Entre 2004 y 2011 el incremento del precio de los terrenos fue de 281%, llegando a incidir entre un 30% y un 50 % en el costo de la construcción, cuando la norma histórica llegaba como mucho al 25%. Esta es una de las razones que explica que el 60% de los habitantes que llegaron al área metropolitana entre 2001 y 2006 se establecieran en asentamientos informales, la mayoría de las veces a través de ocupaciones. Según las cifras del Censo 2010, la población que vive en villas se incrementó, entre 2001 y 2010, de 110.000 personas a 160.000/180.000, es decir que hubo un incremento del 52%. Y como la población porteña creció en esos 9 años en apenas 114.013 personas, se desprende que la mitad de ese crecimiento tuvo como destino las villas y los asentamientos, con sus consecuencias ambientales, sanitarias y de infraestructura.
En la Ciudad de Buenos Aires, la población en emergencia habitacional se multiplica de manera directamente proporcional a la construcción de torres cuya finalidad es la especulación. Acerca de esta situación, los resultados del censo nacional del año 2010 son más que elocuentes: en la ciudad de Buenos Aires hay un 25% de viviendas vacías, cifra que se incrementa hasta el doble en las zonas de Puerto Madero y Recoleta.
Es decir, por un lado existe una demanda especulativa, donde el inmueble es considerado un activo financiero capaz de resguardar valor y rendir un beneficio en el tiempo, y por el otro, de una demanda originada por la necesidad básica de acceder a una vivienda.

¿Cómo se explica la crisis habitacional de la Ciudad cuando su población no ha aumentado pero si la cantidad de viviendas?

-Por la cantidad de viviendas deshabitadas. Más allá de la precisión y el muestreo adoptado, el Censo Nacional de 2010 nos brinda una noción ya que contabilizó 340.975 viviendas deshabitadas. En la comuna 1, donde se encuentra Puerto Madero, hoy la ocupación llega a apenas el 28%, el porcentaje más bajo de toda la Ciudad. Esto responde a la construcción bajo parámetros especulativos-financieros.

-Por las condiciones de emergencia habitacional en que se encuentran diversos y numerosos grupos vulnerables. Respecto a las personas en situación de calle, el Poder Ejecutivo ha brindado soluciones parciales como subsidios o la estadía en paradores. Los paradores, denunciados judicialmente por sus malas condiciones, carecen de habitaciones o baños privados, alojan a más de una familia, debe solicitarse una plaza en forma diaria y no permiten mantener la unidad familiar ya que en su mayoría no admiten hombres, mujeres y niños en el mismo establecimiento. Los subsidios habitacionales (Decreto 690/2006) son temporarios (10 meses), los montos son insuficientes y el Poder Ejecutivo no se ocupa de asegurar la garantía exigida por los propietarios para el alquiler. En la causa " Q. C., S. Y. c/ Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires s/ amparo", la Corte Suprema condenó al GCBA a garantizar a una madre y su hijo un alojamiento en condiciones edilicias adecuadas. Durante el proceso y en la audiencia pública llevada a cabo, la Corte Suprema constató que no existe un programa de vivienda definitiva para este colectivo y que las personas son obligadas en forma sistemática a acudir a la justicia a peticionar la prórroga de los plazos de los subsidios. Esta dinámica de judicialización fue expuesta por la Vicejefa de Gobierno, María Eugenia Vidal, que expresó que 4.500 personas cobraban el subsidio habitacional pero de ellas más de 1.500 era a causa de la existencia de sentencias judiciales. Los programas no son preventivos, el Poder Ejecutivo interviene cuando las personas o familias se encuentran en situación de calle.

-En conexión con lo anterior, por el aumento de los desalojos en la Ciudad de Buenos Aires. El alto valor de las propiedades sirve de estímulo para que el mercado inmobiliario quiera recuperar inmuebles ocupados. El Poder Judicial de la Ciudad, en especial el fuero en lo Penal y Contravencional, ha sido condescendiente autorizando desalojos express no respetando la normativa. El Poder Ejecutivo ha actuado en forma reactiva, brindando soluciones transitorias sin realizar un seguimiento de la situación habitacional de las familias desalojadas.

-Porque ninguna de las leyes que disponen la reurbanización de las villas y asentamientos de la Ciudad son respetadas. Desde el año 2006 se vienen realizando elecciones en las villas de la Ciudad para que sus habitantes decidan la forma de la representación política del barrio y sus integrantes en el marco de la ley N° 148. A pesar de que son muchas las villas que cuentan con Cuerpos de Delegados o Juntas Vecinales electos en comicios regulares, el GCBA no convocó a la Comisión Coordinadora Participativa (C.C.P.) creada por esa misma ley. Por el contrario, avanza con obras mínimas en el marco del Programa de Regulación y Ordenamiento del Suelo Urbano (Prosur Habitat)2 que ha sido elaborado sin participación de los representantes de los barrios.

Asimetrías y especulación inmobiliaria

En el contexto de la crisis económica internacional, el dinero especulativo se dirige tanto a los fondos de inversión, como a la inversión en vivienda, como ámbitos privilegiados para salvaguardar el capital. Más que nunca, la demanda compite por suelo, no para usarlo, sino por la expectativa de rentabilidad. La entrada al mercado de la construcción de flujos de fondos financieros, por su misma magnitud, modificó la forma de construir: para optimizar el rendimiento, se incumplen leyes y normas, se pone en riesgo la vida de obreros y vecinos de los emprendimientos y se acentúa la precariedad como forma de relación social.
La política habitacional de la ciudad se restringe al consabido lema de “atraer inversiones”. Un ejemplo: sirviéndose del típico discurso propagandístico del “city marketing” de los años 90, el GCBA ha elegido, sin discriminación alguna, distintas zonas de la ciudad (polos farmacéutico, audiovisual, tecnológico) en las que otorga exenciones impositivas y brinda infraestructura a las empresas que se instalen dentro de sus polígonos. Este mecanismo, que no tiene en cuenta la fisonomía del barrio, la tradición habitacional de sus vecinos, la significancia histórica de la zona, opera de manera autoritaria sobre un mapa abstracto y desconocido.
Por otro lado, en el último decenio hemos asistido a un proceso de transformación urbana que conlleva la revalorización y encarecimiento de zonas abandonadas, degradadas o bien, habitadas por sectores populares, que paulatinamente comienzan a ser desplazados por sectores sociales acomodados. Este fenómeno conocido con el nombre de gentrification se ha operado en diferentes partes de la ciudad y del Conurbano Bonaerense, lo cual ha contribuido a acentuar aún más las asimetrías sociales y urbanas. El más destacable es sin duda el caso de Puerto Madero, el cual se convirtió en el barrio más caro de Buenos Aires, donde hoy residen y compran viviendas, políticos de los más variados signos así como sectores empresariales. La proliferación de oficinas y hoteles de lujo, las altas torres con vista al río y los edificios de “primera categoría” que se van sumando día tras día, parecen decir que, pese a las controversias que desató tal proyecto allá por los ´90, el sueño menemista se cumplió con creces: el carácter elitista del barrio es tal que, más allá de su vecindad con la zona céntrica y con el estímulo de la política pública, Puerto Madero es sin duda otra ciudad, cuyo parentesco con los countries y barrios cerrados, símbolo de la privatización y de la autosegregación espacial, resulta innegable.3


Hacia políticas sociales y urbanas integrales e igualitarias
La crisis habitacional de la Ciudad es tan profunda que resulta necesario que se implementen políticas habitacionales y de planeamiento urbano integrales y radicales dirigidas a terminar con la desigualdad en el acceso a una vivienda y disfrute de los servicios que brinda la Ciudad.
Las herramientas de una política habitacional amplia deben tener en cuenta los problemas de la población que no tiene recursos, así como también las necesidades de los sectores medios, que incluye la necesaria reactivación del crédito hipotecario de largo plazo. Hoy sólo se puede acceder al mercado inmobiliario cuando se tiene capital propio: en la Ciudad de Buenos Aires, en 2011 se registraron 91.498 escrituras de propiedades y sólo 6.072 créditos hipotecarios.4 La reciente propuesta de ley que traspasa los fondos judiciales del Banco Ciudad al Banco Nación (actualmente con media sanción en Diputados) reducirá al máximo esta posibilidad ya que los créditos hipotecarios provienen de esos fondos.
Recordemos que la especulación inmobiliaria fue uno de los factores sustanciales del mal llamado “milagro español”, que desembocó en la actual crisis que atraviesa España, entre otros países. Luego de estallada la burbuja, el censo de población y viviendas del año 2011 indicó que el total de las viviendas desocupadas de España es del 12%, cifra que triplica la media europea y que, sin embargo, es más de dos veces inferior a la de los inmuebles vacíos en la ciudad de Buenos Aires.
En el resto de Europa se aplican restricciones severas a los inmuebles vacíos: la legislación holandesa, por ejemplo, permite la 'okupación' cuando una vivienda no se habita durante más de doce meses. En Italia, Francia y Alemania, según la cantidad de meses que la vivienda esté deshabitada, se pagan multas mensuales que llegan hasta el 10% del precio del inmueble. Fuera de Europa, en ciudades norteamericanas como Atlanta, Cleveland o Baltimore los dueños de casas en los barrios más degradados han llegado a pagar a personas sin techo para evitar sanciones.
Estas medidas no se toman para castigar a los sectores con alto poder adquisitivo ni tampoco porque se trate de ciudades con un patrimonio edilicio de alto valor histórico; de hecho, Buenos Aires tendría el suyo si nos hubiésemos dedicado a cuidarlo. Sencillamente, esas medidas obedecen a la razón pública en favor de la comunidad en su conjunto: para contener una lógica económica desaforada, para preservar el equilibrio ambiental y, sobre todo, para que las ciudades continúen siendo habitables, transitables y vivibles para todos y no solamente para los sectores más pudientes.
Por todo ello, es necesario tomar medidas urgentes para sancionar la indiscriminada retención de inmuebles vacantes. Un impuesto inmobiliario progresivo en el tiempo a la propiedad en desuso persigue esta finalidad. Revertir esta lógica especulativa contribuye además a liberar stock de inmuebles al mercado y a bajar los precios, desalentando el uso de la propiedad como medio de enriquecimiento.

Desde PLATAFORMA 2012 proponemos que:

  • El GCBA cumpla con los procesos participativos establecidos constitucional y legalmente para la adopción de las decisiones en materia habitacional y de planeamiento urbano. Democratizar el desarrollo urbano para que no sean los especuladores inmobiliarios los que definan dónde, cómo y cuánto se construye en la Ciudad.

  • Se establezca un impuesto progresivo a la vivienda ociosa.

  • Se sancione una ley declarando de interés público el mercado de alquileres con el objeto de regularlo bajo la consideración de que los inmuebles son bienes de uso destinados a satisfacer necesidades básicas y derechos fundamentales de las personas.

  • Se cumpla con la sanción del Código Urbanístico ya dispuesto por el Plan Urbano Ambiental en reemplazo del Código de Planeamiento Urbano con el fin de respetar las identidades barriales, promover tipologías edilicias que no den lugar a situaciones de segregación social ni a disrupciones morfológicas, preservar a los sectores urbanos de baja y media densidad poblacional, el equilibrio entre el desarrollo urbano y la protección del patrimonio natural, histórico y cultural, limitar la posibilidad constructiva en las zonas densamente pobladas e incrementar el espacio público.

  • Se convoque a la Comisión Coordinadora Participativa de la Ley N° 148 para iniciar los procesos de reurbanización y regularización dominial de las villas y asentamientos de la Ciudad.

  • Se implemente una política integral que otorgue una asistencia social, económica y psicológica y una solución habitacional definitiva a las personas que se encuentran en situación de calle.

  • Se modifique la normativa que regulan los procesos de desalojo a fin de garantizar el derecho de defensa de cada uno de los ocupantes del inmueble y una solución habitacional para aquellos que carezcan de los medios para proporcionarse una por sus propios medios.

  • Se proceda al desprocesamiento de todos aquellos luchadores sociales hoy judicializados a raíz de conflictos por acceso a la vivienda.

Para adhesiones: www.plataforma2012.org

1 20001-2011 Construcción en la Ciudad de Buenos Aires. Ministerio de Desarrollo Urbano de la Ciudad de Buenos Aires. Secretaria de Planeamiento.

2 Programa de Regularización y Ordenamiento del Suelo Urbano que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires implementa a través de la Corporación Buenos Aires Sur.

3 En el 2007, tanta muestra de grandilocuencia tuvo su broche de oro en el tren del Este, que costó la suma de 250 millones de dólares. Sin embargo, el tranvía -producto de una donación del gobierno nacional- es un ramal turístico que no aporta en nada a los graves problemas de circulación de la capital, y sólo suma un elemento más de “distinción” a la microciudad global.

4 Si bien las novedades de 2012 han sido el Programa de Créditos Hipotecarios Primera Casa BA dependiente del gobierno de la ciudad y el PRO.CRE.AR dependiente del gobierno nacional, todavía no es posible medir el alcance o impacto de dichas políticas.

lunes, 27 de agosto de 2012

El retorno amistoso del autor


sábado, 25 de agosto de 2012

Soberanía para todos


Por Daniel Link para Perfil

Antes se decía “el rey está desnudo” en relación con una parábola sobre la soberanía que quería decir que todos, salvo el soberano, veían la estupidez del rey. O sea: cegado por su propia estupidez, el rey ya no puede ver lo que los demás perciben.
Ahora, en cambio, se dice “el príncipe está desnudo” para aludir a fotos que muestran a los herederos del trono soberano (ayer Guillermo, hoy Enrique) en pelotas y en las circunstancias menos regias: ¡en un hotel de las Vegas, jugando al "strip-billard"!
¿A qué colegios fueron estos chicos? ¿Pensará la reina que la culpa toda la tiene esa plebeya mitológica que les arruinó las rancias tradiciones para siempre?
En todo caso, antes o después, la desnudez regia despierta el escándalo porque la soberanía se reconoce por lo que se viste: la misma noción de “investidura” remite a esa articulación entre la carne y el traje (Marx se preocupó sólo por la relación entre la tela y el traje, porque no podía estar en todo).
En Eva Perón, Copi hace decir a Evita, como primer parlamento: “Mierda. ¿Dónde está mi vestido presidencial?” La madre, que la aguanta en esa escena intolerable, le contesta: “¿Qué vestido presidencial, querida? Todos tus vestidos son vestidos presidenciales”.
Pero no es así, y Evita lo sabe: la investidura presidencial no es cualquier cosa que el cuerpo soberano (incluso, como en este caso, un cuerpo que no ocupa el lugar presidencial) se ponga encima, sino el accesorio decisivo que transforma un cuerpo cualquiera en sede de la soberanía. Desnudos, los reyes o los príncipes abandonan (sin abandonar del todo, porque ésa es la paradoja del soberano) la lógica de la soberanía.
En esto, los argentinos somos tan expertos como las monarquías más antiguas de Europa (seguramente, porque nuestra sociedad ha aceptado con algarabía el perfil de monarca de la villa que tanto cultivan nuestros gobernantes). Ahora bien, experticia no equivale a inmunidad, y en tiempos de tanta cacareada soberanía (hidrocarburífera, libresca, monetaria), convendría cuidarse del dictum “el rey está desnudo” que, una vez pronunciado, ya no puede borrarse.



viernes, 24 de agosto de 2012

Corrientes aguas, puras, cristalinas...
















jueves, 23 de agosto de 2012

Sombras suele vestir




"El rey está desnudo"

Ayer Guillermo






















hoy Harry 



Pasado y presente

La Edad Media en la pantalla grande

Ciclo complementario de cine, organizado por la cátedra de Literatura Europea Medieval de la carrera de Letras de la UBA

Los viernes, 21:00 hs, en el aula 1 de la Facultad de Filosofía y Letras (Puan 480, PB).


Programa

24/8 778. La Chanson de Roland (2011)
Director : O. van der Zee


7/9 El león en invierno (I parte) (1968)
Director: A. Harvey

14/9 El león en invierno (II parte)
Enrique II: Peter O’Toole
Leonor de Aquitania: Katharine Hepburn

5/10 Los Nibelungos (1924)
Director: Fritz Lang

19/10  Monty Python and the Holy Grail (1974)

2/11 Los caballeros del Rey Arturo (1953)
Director: Richard Thorpe

16/11  Lancelot du Lac (1974)
Director: Robert Bresson 

miércoles, 22 de agosto de 2012

Time goes back, so slowly

Veremos si repuntan el final melodramático de la anterior temporada:



¡Cuánta ambición hace falta!:



La temporada final para Debra Morgan:


Otra que termina (snif!):



Y una nueva de J. J. Abrams, con avión que choca:



Parece que acá se cumplen todos los deseos (como es en 3D, los que compraron plasma en cuotas a cinco años se van a querer matar, pero yo les había advertido):

 

That's all, folks!





martes, 21 de agosto de 2012

Correspondencia

A la atención de: Daniel Link

De mi estima
Estamos convencidos que el turismo rural es un instrumento aún desconocido para el desarrollo  de los pueblos y comunidades rurales; por eso queremos llegar con información hasta el último rincón de la Argentina, diciéndolo a la gente que tiene en él una oportunidad para su progreso allí mismo donde vive.
Le agradeceremos mucho que nos haga la “gauchada” de ayudarnos a difundir el XI Curso de Alta Dirección en Turismo Rural MODALIDAD A DISTANCIA de la Facultad de Agronomía de la UBA que iniciará en septiembre próximo. Si nos escriben a turdis@agro.uba.arcon mucho gusto enviaremos información completa. También pueden llamarnos al 011 4523 9700 o en http://www.agro.uba.ar/catedras/turismo
En nuestras aulas hemos dado origen a proyectos en todas las provincias argentinas y en 26 países, hemos ayudado a posicionar a profesionales que trabajan en el tema en muchos lugares rurales. No creemos que el turismo rural sea una nueva panacea, pero sí estamos seguros que brinda la oportunidad de ganarse la vida labrando la tierra de un modo diferente.
Si lo desea con mucho gusto podemos hacerle llegar una lista de los proyectos que han nacido en nuestro curso desde el año 2001. Sabrá, por ellos que también en el interior profundo existe un estrecho lazo entre la universidad, las empresas y los emprendedores. Que en la universidad se enseña, se investiga y también se ayuda a crear empleo  Tal vez también descubra que, aún en circunstancias a veces muy difíciles, muchos argentinos bregan por permanecer en su tierra y el turismo es un instrumento eficaz para lograrlo.
Agradeciéndole que nos ayude a difundir esta propuesta le hago llegar un cordial saludo.

Ernesto Barrera

Dicen que...

Al cerrar con una nueva lectura de las que suele ser un protagonista, insistió con el pacto de credibilidad y cerró: “Es cierto, es absolutamente verdadero. O no. No tienen por qué creerme”.

La crónica del diario El litoral puede leerse acá.

Preguntan si...


Entrevista a Daniel Link para El litoral
 
Aunque parezca una obviedad, ¿cómo se escribe un libro?
 
Pienso en una experiencia absolutamente autónoma del sujeto (lo que algunas corrientes filosóficas llaman "empirismo trascendental"). Siempre he dicho, que, en mi caso, los fragmentos se van acumulando sin ton ni son hasta que, de pronto, encuentran un lugar en un libro (de ficción o no), una forma (tal o cual) que equivale a devolverles una fuerza.

La entrevista completa, acá.

lunes, 20 de agosto de 2012

El asesinato de Kennedy

Fantasías de exterminio

por Daniel Link para Perfil

Sábado a la tarde en Times Square. Un negro con problemas mentales fuma ostensiblemente un cigarrillo de marihuana entre las hordas de turistas veraniegos. Interpelado por la policía, que pretende arrestarlo por una tal exhibición de incivilidad, Darrius H. Kennedy (51 años) saca un cuchillo de cocina (de los que se compran en Ikea o cualquier otro negocio de utensilios gastronómicos) y lo esgrime frente a los dos, cinco, cien policías que tratan de reducirlo, primero con gases de pimienta y, luego, con armas de fuego, entre la calle 44, donde comenzó la cacería, y la calle 37, donde siete de doce disparos terminaron con su vida.
En YouTube, ese museo de lo viviente, hay varios videos del episodio que hielan la sangre, tomados por los desprevenidos paseantes con sus cámaras y celulares. En muchos de ellos se escucha una leve protesta “fue un asesinato injustificado”.
El alcalde de Nueva York y, naturalmente, las autoridades del NYPD defendieron el accionar policial. Pero mucho más estremecedores que esas previsibles alineaciones de la barbarie con la barbarie resultan los comentarios de los ciudadanos corrientes: “Es claro que el tipo nunca iba a cambiar.... merecía los disparos”, dice uno.
Inútil será preguntarse por qué la policía no tenía balas de goma, o una Taser (pistola de electroshock) porque, de un modo o de otro, Kennedy ya estaba condenado: por negro, por enfermo mental y por un sistema de justicia totalmente desquiciado (otro comentario: “Si le hubieran tirado al pie o a la pierna, a lo mejor lo habrían encarcelado durante seis meses o un año, después de lo cual habría salido a las calles nuevamente, probablemente portando una pistola y ya no un cuchillo. La gente conoce las reglas y si no las respetan, tienen que atenerse a las consecuencias”).
Lo de Times Square fue un fusilamiento a pleno día y en la vía pública: el abatido no era un asesino, ni un terrorista, sino un loquito que había entrado varias veces por lo mismo, posesión de drogas, y que trabajaba limpiando edificios.
¿Daño colateral? Más bien: fantasía de exterminio.

martes, 14 de agosto de 2012

Un fusilado más


Glotopolíticas


lunes, 13 de agosto de 2012

Lo que vuelve


domingo, 12 de agosto de 2012

El límite, el umbral


por Daniel Link para Revista Ñ

"Las personas mayores, ¿a qué hora volverán?" No diré quién es el autor de este verso, porque cualquiera puede localizarlo en Internet e, incluso, corregir su puntuación (que he distorsionado ligeramente).
Las personas mayores (colectivo en el que me incluyo) tiene con las nuevas tecnologías digitales una relación ambigua: algunos miran con sospecha los mecanismos de publicación, distribución y lectura que la red promueve, y otros los elogiamos hasta la exasperación. No es el momento para retractarse por antiguos entusiasmos pero sí para
expresar un reparo respecto de la relación de las tics ("tecnologías de la información y la comunicación") con el universo literario (los textos, y sus cultores: autores, lectores).
Las nuevas tecnologías digitales fueron y son un umbral de transformación (del conocimiento, pero también de lo estético) y no, como pareciera por el uso que de ellas hacen algunos jóvenes inescrupulosos, una lanzadera o trampolín para llegar a las mismas alturas de cinismo, autocomplacencia y elitismo propios de la cultura letrada de finales del siglo pasado.
Es extramadamente curioso que, entre nosotros, nadie haya todavía investigado las posibilidades de las ciberediciones. Alejandro Quesada, con su espléndido Mar de pijas y Max Gurián, con su sabio Condominio, son excepciones a la regla: ellos eligieron publlicar sus libros según la modalidad "por demanda". ¿Alguien, además de Mariano Blatt, reseñó esos libros o evaluó esa apuesta? Paralelamente, los índices de e-books incluyen poquísimos libros de autores argentinos contemporáneos, lo que indica que casi nadie (ni los autores, ni los editores, ni la crítica) tiene demasiado interés en ese futuro ya irreversible de la lectura.
Eso sí: la "nueva crítica", los "nuevos narradores" y los "nuevos poetas" siguen dando entrevistas a los suplementos de los diarios y aspirando a publicar sus libritos en las multinacionales de turno, una vez que la visibilidad lograda gracias a algún blog afortunado consiguió llamar la atención de los asesores literarios de los grandes medios editoriales.
Contra la persecución policial (en nombre de los derechos de propiedad intelectual) casi nadie se pronuncia, no sea cosa de molestar a algún gerente. Los modelos de producción textual (adecuados a la era digital) no se investigan (folletines, que yo sepa, ha habido casi ninguno en los últimos años). Y así siguiendo...
De modo que siguen siendo las personas mayores (¿a qué hora volverán?) las que más y mejor interrogan las nuevas tecnologías de edición como umbrales de transformación del arte, de la literatura y, por lo tanto, de lo viviente. Para los otros, los jóvenes, parecería, todo es facebook, es decir: ejercicio gratuito de exposición y autocomplacencia.
 

sábado, 11 de agosto de 2012

La curiosidad del gato

por Daniel Link para Perfil

"La curiosidad mató al gato", se dice. Y Curiosity se llama la mayor sonda enviada por Terra a Marte. Se trata de un laboratorio completo y totalmente robotizado. ¿Curiosity matará a Marte?
La colonización (o conquista) de Marte es un proceso complejo, ya previsto por la literatura de ciencia ficción. O, mejor dicho, ficcionalizado por Kim Stanley Robinson en una memorable trilogía (Marte rojo, Marte verde y Marte azul, que se ganaron todos los premios del género en los noventa) a partir de un conjunto de previsiones que le suministró la NASA.
Marte rojo cuenta los primeros 35 años de vida humana en Marte, desde el desembarco de los cien primeros colonos en 2026 hasta los sucesos de 2061, cuando violentas revueltas llevadas adelantes por los movimientos radicales marcianos ("los rojos" y "los verdes") en contra de la explotación de las compañías metanacionales marcianas prácticamente acaban con todos los esfuerzos hasta entonces producidos.
Lo que los diferentes partidos discuten es si hay que terraformar o no Marte, dotándolo de atmósfera, terrenos cultivables, etc. Y, luego, qué tipo de sociedad (y de gobierno) corresponde aplicar a esa utopía extraterraquea.
En fin: me puse a reeler esas novelas en cuanto me enteré del countdown del "amartizaje" de Curiosity para ver en qué nos veremos envueltos a partir de este suceso teñido de épica grandeza.
Marte verde, la segunda parte de la novela, encuentra a los "primeros cien" en la clandestinidad, trabajando contra las corporaciones, cuyo único objetivo es proveer a Terra de los minerales que abundan en Marte, y en la terraformación (o no, según las ideologías) del planeta rojo, mediante la implantación de flora genéticamente modificada y la liberación de gigantescas masas de agua ocultas debajo de la piel del planeta.
Marte azul cuenta el proceso de autonomía de Marte respecto de Terra (a partir del año 2127) y el establecimiento de un gobierno marciano.
Las novelas de Robinson son muy (incluso, demasiado) prolijas en la articulación de los datos conocidos y ciertas previsiones más o menos lógicas y, sorprendentemente, su mayor acierto es la complejidad política que todo el proceso plantea.
Sax, uno de los primeros colonos y el científico más brillante del lote, es partidario radical de la terraformación. Anne, por el contrario, será la abanderada de los rojos, que pretenden que Marte permanezca idéntico a si mismo: puramente mineral.
Si yo tuviera que elegir una posición en ese debate (y, ciertamente, el amartizaje de Curiosity, parece exigirnos un pronunciamiento, aunque tal vez con un desfasaje temporal considerable) me inclinaría por la radicalidad de Anne y, a ella, le regalaría los memorables versos de Darío como divisa de su causa: "Dichoso el árbol, que es apenas sensitivo,/ y más la piedra dura porque esa ya no siente".
Nosotros declaramos, en 2012, que estamos en contra de la terraformación de Marte (en contra de Curiosity) y que a ella nos opondremos con todos los medios a nuestro alcance.

viernes, 10 de agosto de 2012

Exotismo oriental


La iniciativa establece que el Estado asumirá el control y la regulación de la importación, producción, adquisición, comercialización y distribución de cannabis.

El gobierno charrúa sostiene que la medida permitirá "arrebatar al narcotráfico un negocio de entre 30 y 40 millones de dólares anuales", por lo que el proyecto mantiene en todos sus términos el decreto 14.294, de 1974, que prohíbe la comercialización entre privados.


jueves, 9 de agosto de 2012

No comprrrrrendo


Viva la pepa


Favale participó de "actividades culturales" organizadas por el grupo K; la Justicia no le dio la autorización


miércoles, 8 de agosto de 2012

Del diario, al blog, al libro

por Daniel Link
Tengo mi último libro ante mi. Se llama Textos de ocasión (Buenos Aires, el cuenco de plata, 2012) y reúne columnas periodísticas publicadas en diferentes medios (Perfil, Página/12, Clarín) y algunas otras intervenciones publicadas en el blog Linkillo. Cosas mías.
De hecho, todo pasó por Linkillo: las columnas periodísticas y los demás textos. Y, si ahora llega al libro es porque una segunda lectura de esos textos me permitió rescatar aquellos que menos ligados estaban a una coyuntura específica y organizarlos en cinco apartados que coinciden parcialmente con las “etiquetas” que llevaban en el blog.
Son textos, podría decirse, sobreeditados: ninguno ha permanecido exactamente igual a como fue escrito en principio y, sobre todo, han migrado para formar algo así como una argumentación espasmódica.
¿Cambian esos textos, ahora que llegan a la forma libro? Creo que su acumulación más o menos insensata (es decir: cronológica) en un blog pretendía salvarlos del destino perecedero (los diarios viejos sólo sirven para envolver los huevos). Pero es el libro donde cualquier cosa que uno escribe adquiere una dimensión diferente. No sé por qué.
O lo sé, pero no entiendo el fenómeno: no hay crítica de producciones escritas diferentes del libro. No hay crítica (literaria o filosófica) de producciones en otro soporte diferente del libro. Ni siquiera los estudios culturales han conseguido sacar a las ediciones digitales de la mera curiosidad de época, la “novedad”. De modo que la cultura va muy por delante de las disciplinas críticas, que se pierden la posibilidad de intervenir en relación con el presente.
¿Y a “yo” (es decir: a la función-autor que se desprende de los textos que publico), que le pasa? Con la intercesión del blog entre el fragmento periodístico y el libro sucede una inversión curiosa: antes, el diario del escritor (su cuaderno de bitácora) podía llegar a ser relativamente interesante sólo una vez que la obra estaba suficientemente constituida y consolidada. Ahora, el diario (o cuaderno de bitácora) se lee antes, es un momento previo de la imaginación libresca, de la imaginación de un libro que no se sabe si llegará.
Mucho antes de que este libro estuviera armado, pero cuando ya estaba contratado con el cuenco de plata (la sagacidad de Edgardo Russo lo vio in nuce) otro editor me pidió que armara un libro a partir de ciertas entradas de blog.
De modo que los lectores más perspicaces (¿no deberían ser siempre así los editories?) fueron capaces de leer el libro allí donde no estaba.
En todo caso, tratándose de fragmentos de pensamiento (o de ficción, no creo que haya diferencia en este punto), el libro viene como a subrayar la continuidad de lo pensado, lo imaginado (es decir: lo vivido). Es probable que sólo el libro nos permita sostener esa continuidad porque en las versiones digitales el fragmento pierde su relación más inmediata con los otros.
Digo libro y ya no imagino necesariamente la vieja versión de papel. Un poco por eso, la tapa de mi último libro reproduce la imagen de un lector de libros electrónicos, dispositivo que nunca pensé que fuera tan amigable como ha resultado (o que yo manejaría sin desconfianza, como ha sucedido).
En todo caso, el libro tiene un sedimento de duración del que tal vez carezcan las publicaciones on-line. Pero como todo vuelve, alguien (más temprano que tarde) devolverá el libro al punto de partida, escaneándolo y colgándolo en alguna página.
El libro es probablemente (todavía o para siempre) el patrón del juicio sobre lo escrito. Pero ha dejado de ser, desde hace rato, la unidad de composición.
En esas tensiones, creo, se juega el presente.