"Entre contradicciones y clientelismo político, en la ciudad de Buenos Aires, existe desde hace algunos años un circuito oficial de corsos, en donde la Comisión de Carnaval, que depende de la Secretaria de Cultura del Gobierno de la Ciudad, destina un presupuesto que cada año se incrementa para financiar estos corsos. Pero este presupuesto, que en un principio fue una conquista lograda por un grupo de murgueros, también es una maniobra política que sirve para vaciar de contenido ese espíritu crítico que es característico del carnaval. Financiando y dando tratos preferenciales a murgas dirigidas por punteros políticos, imponiendo evaluaciones que generan competencias y exclusión entre las murgas, en donde se perjudica a las murgas con menores recursos, o a las disidentes; con burocracias sindicales que se acomodan con el gobierno, siendo funcionales a estas políticas, el Gobierno de la Ciudad también hace su negocio. Un hecho curioso es que el pasado año se aprobó una ley, impulsada por el macrismo, para que en los días lunes y martes de carnaval haya un asueto administrativo para empleados públicos, con el cual se intenta hacer creer al pueblo que el feriado fue restablecido y buscar rédito político con ello".
Fuente: Indymedia Buenos Aires vía Estrella distante.
Las tres gracias
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Mientras preparo un taller sobre el paso (siguiendo algunos motivos) de los
cuentos tradicionales, desde las lejanas cortes europeas a los libros que
hay...
Hace 2 semanas.
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