miércoles, 20 de abril de 2005

Galería


Pier Paolo Pasolini. San Sebastiano (1943)

Sed de muerte

Estoy destruido, o al menos transformado
hasta no reconocerme, porque en mí
está destruida la ley, que
hasta este momento
me había hermanado a los demás:
un muchacho normal, o al menos no anormal,
o anormal como todos... Aunque
(¿es preciso decirlo?) lleno
de todos los errores que mi clase
y mi nivel social en ella
acarrea -y que el privilegio repara.
A pesar de esto,
yo, antes de que tú entraras en mi vida
-cuestionándola
y transformándola en un montón de escombros-
era como todos mis compañeros.
Es, pues, a través de la destrucción de todo
lo que me igualaba a los demás
como me convierto
-cosa inaudita e inaceptable- en un DIFERENTE.
Esta diferencia se me revela de improviso:
hasta ahora había permanecido oculta
por la inestable embriaguez que había adquirido
(ilusionándome con poder callármelo
todo para siempre), con su presencia.

Pier Paolo Pasolini. Teorema. Buenos Aires, Sudamericana, 1970,
trad. Enrique Pezzoni (pág. 109)

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