Dice Piro que también se discute "para que, cuando la discusión acabó, se nos ocurran un par de argumentos perfectos, que hubieran sido demoledores, pero que aparecieron en nuestra cabeza un par de horas después". En ese caso, hay que recordar los argumentos y esperar un mes (¡por lo menos!) para volver a desencadenar la misma discusión (o una parecida).
domingo, 16 de enero de 2005
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