Eva Giberti sostiene que "El derecho a la indignación asociado con la desesperación que actualmente surge de los textos y de los discursos que se mantienen vivos, es un aliado de las estampidas sociales que la furia avala. Pero será preciso tener en cuenta que la furia (asociada con la indignación) se articula de modo defectuoso con la deliberación que ahora es imprescindible iniciar como respuesta abarcativa que exceda el cierre de boliches y que sostenga el amparo de las víctimas que no sólo fueron jóvenes. Pero será la voz de los adolescentes "que eligen a quién quieren tener como acompañantes en sus marchas y a quiénes deciden no tolerar", será la presencia de los padres, los familiares y los amigos, las que se instituyan como nuevo dolor sin sosiego reclamando justicia. Si como comunidad hemos de asumir el problema moral que esta monstruosa ofensa nos impuso al consagrar la violación de los derechos y las muertes de quienes pretendían compartir su alegría, será preciso, entre otras decisiones que los sobrevivientes habrán de diseñar, tener presente que ajena a la mansedumbre y a las negociaciones la moral no ruega ni solicita: exige ser incluida como razón y argumento ineludibles en las horas venideras".
Las tres gracias
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Mientras preparo un taller sobre el paso (siguiendo algunos motivos) de los
cuentos tradicionales, desde las lejanas cortes europeas a los libros que
hay...
Hace 3 semanas.
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