jueves, 29 de marzo de 2007

El qué dirán

2 comentarios:

J la Rata dijo...

Lamentablemente no pude ir.

Leí un mail de Trombetta, del grupo KLEO, haciendo comentarios muy positivos sobre las tres ponencias y la forma en que se desarrolló el asunto.

También se tiraron algunas flores a tu persona por una intervención muy afortunada, en fin...

¿Como estuvo?

-J.

Linkillo: cosas mías dijo...

Lamentablemente no estoy en el mailing de Trombetta, de modo que no sé qué decían.
Mi impresión es que fue una buena mesa; creo que tanto Jorge como Eduardo quedaron sinceramente sorprendidos por la vitalidad de las intervenciones.
En cuanto a mí, me limité a leer fragmentos de un texto ya publicado, porque no me daba la cabeza para pensar "algo nuevo", inmerso como he estado en los últimos meses en el "universo "Walsh".
El miércoles previo me habían invitado a acompañar en una mesa a Patricia Walsh y acepté con la condición de que pudiera tener el carácter de una entrevista pública. Como hubo corte de luz, la mesa no se hizo. Horas antes había recibido una requisitoria de un alumno trotskista de la facultad pidiéndome explicaciones sobre por qué colaboraba con un acto del MST, a lo que respondí que ya estaba viejo para meloneos, y que además yo había sido invitado en el Departamento de Letras, por lo que consideré políticamente inocua la invitación.
Por otra parte, soy amigo de Patricia Walsh, lo que me habría permitido felicitarla por su candidatura a Jefa de Gobierno y reirnos juntos de la gaffe cometida por Filmus al permitir que Ibarra pronunciara su nombre.
En fin...
Volviendo a los "Espectros de Walsh", me sentí cómodo con la situación y con la audiencia.
Creo que te referís a una intervención de una de las especies que habitan Puán (de las que he hablado en otra parte), las adorables "chicas-hormiga". Resultó que mi entomología de entonces no fue precisa, para no decir insular. Existe la variedad "hormiga colorada", que anda suelta y pica.
Pero no es grave: con un poco de caladryl pasa la molestia.
De todos modos me quedé pensando en la manía de los estudiantes universitarios de acercarse a hablarle al "pueblo", cuando lo que verdaderamente importa es escuchar al "pueblo" y preocuparse por cómo hablarle a la clase media, hoy tan lejos de sus antiguos brillos. ¡Qué extensión inadecuada! Ya parezco la última marxista. Saludos.