sábado, 23 de junio de 2007

Dicen que...

No hay opinión ni rigor

por Carlos Pacheco para La Nación

Dentro del ciclo denominado Operas Primas, se acaba de estrenar en el Rojas El amor en los tiempos del dengue, una producción teatral que cruza a profesionales de áreas no ligadas con el teatro. En este caso, el ensayista, narrador y docente Daniel Link aporta su texto, y la cineasta Saula Benavente se hace cargo de la dirección. Por tratarse de un primer texto dramático, el de Daniel Link presenta debilidades: no tiene un buen desarrollo de las situaciones; no expone un definido perfil de personajes, aunque la forma de construcción de la historia posee su atractivo y el humor ácido que contiene depara algunas sorpresas, sobre todo para quienes se han tratado con psicoanalistas lacanianos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

D., entonces quire decir que yo, que según tengo entendido me he tratado con un psiconalista pero que se "daba" con Freud, no voy a sorprenderme cuando vea tu obra? Sigo sin entender nada, pero nada, y cada vez que me animo y dejo mi asquito un poco al margenm para pispear por los pasillos de escribano o de amalita, sólo comprendo que entiendo todo un poco menos...
Vos, que sos "ajeno al teatro" (ese concepto -el de ajenidad teatrense, de quién lo sacaron?), pero que también sos "ensayista, narrador y docente" (cómo te tienen calado estos tipos, che) podrías explicarme un poco de algo...
bueno, quizá mejor no y quizá menor sea continuar con mi incomprensión...
ay, por qué no puede ser todo un poco más lisérgico...

Anónimo dijo...

de nuevo yo, y prometo no molestar más en lo que queda del día... pero debo confesar que para mi anterior comentario no leí el artículo completo en La Nación; ahora sí lo he hecho y recontrareconfirmo lo que decía antes: cada vez entiendo menos!!! ese tipo dice que la obra no provoca reflexión, pero que fue entonces lo que hizo él en ese comentario!!! qué entiende por la crítica -si es que entiede algo-, la gente de la nación? igual, quedate tranquilo, no soy tan ingenuo y algo de atención presté en tus clases, por eso sí entiendo que dos párrafos sobre una obra no son un discurso debidamente fundado y sostenido ni mucho menos; pero sí se acercan a pensar algo, aunque sea lo que deberías haber hecho (la nota debería haberse titulado consejos a D.L., el cantante pop).
bueno, ahora sí, a estudiar, me voy.
saludos y merde para esta noche

Eu dijo...

(Obviando subjetividades):
Al contrario de lo que publica el artículo de La Nación, veo en la Obra una interesantísima construcción de personajes. Con sus patologías exacerbadas ellos nos demuestran claramente que el mismísimo autor se ha topado alguna que otra vez con un psicoanalista lacaniano.
Humor ácido, sí. Y del bueno.
Pero después de todo: qué sé yo?