sábado, 1 de enero de 2005

Diario de un televidente

Frase: Anoche, un señor desesperado en la Morgue (cómo no entenderlo): "Entreguen los cadáveres o se pudre todo".

Conmovedor: dos padres (en sus veinte años), uno cuyo hijo (que había ido con la madre, por su lado) había sobrevivido, y otro cuyo hijo (que había ido con él y con la madre) no. Los dos muy niños, ellos. Muy vulnerables. Muy íntegros. El primero justificó la presencia de su vástago con la idea de incluirlo en su propia cultura: "Así como mi mamá era hippie y estona y me inculcó esto, yo quiero que él conozca lo mismo".

Lamentable: El texto del resumen de TN de hoy, particularmente cuando dice: "Adentro había olor a traspiración, a cigarrillos de venta legal y a esos que se arman con marihuana".

Hartazgo: Que den cámara a gente rezando el rosario y construyendo un "altar" con "exvotos", que acompañen la girita de Monseñor Bergamota y retransmitan el fax no del Papa sino del Vaticano, me da ya un poco de miedo. Pero a lo mejor Mme. Edwarda dice que mejor no me aflija. Veremos qué escribe B. el domingo.

Clima reinante: 33º a la sombra, como si nada hubiera sucedido (a mi hijo también lo ofendieron los fuegos artificiales de anoche).

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