martes, 25 de marzo de 2008

La interpretación de los hechos

OTRA PUEBLADA DESPUES DE UN DISCURSO PRESIDENCIAL

Un gobierno hipotecado, una crisis de largo alcance

Cristina Kirchner ha logrado con su discurso arrogante y provocador lo que solamente De la Rua había conseguido antes de ella: suscitar una rebelión popular. La presidente ataca el paro de los grandes pulpos y pequeños y medianos productores agropecuarios desde la ‘caja’ de De Vido, los fondos de Santa Cruz, la reprivatización de YPF y la creciente entrega del petróleo, los sobreprecios de Skanska, la 4x4 que Varizat tiró contra los docentes de su provincia, el pago de la deuda externa con la plata del Anses, una inflación imparable, los techos salariales y, por último, desde las patotas de la burocracia que ella ungió como sus aliadas, que van al ataque de los trabajadores que luchan, o desde los piquetruchos como D’Elía, que encubren las fechorías del oficialismo.
El paro agropecuario expresa el agotamiento definitivo de la política de devaluación monetaria y de intervencionismo arbitrario del gobierno en beneficio de la ‘burguesía nacional’ adicta.
Estamos ante una lucha por el reparto de la renta económica entre diversos sectores capitalistas, cuyas consecuencias las paga el pueblo con carestía y superexplotación.
La Federación Agraria Argentina e incluso muchos chacareros autoconvocados han desvirtuado el carácter independiente de su lucha al aliarse a la Sociedad Rural y a los pulpos agrofinancieros, que serán los mayores beneficiarios de la reivindicación de suspender los aumentos de las retenciones a las exportaciones. Los pulpos y los terratenientes tienen valuaciones fiscales irrisorias con la complicidad de los Kirchner, los Scioli, los Schiaretti o los Binner.
Estos grandes pulpos son los que sustentan, en América Latina, la ofensiva de Bush contra los procesos populares o de liberación nacional.
El componente popular de los cortes de ruta agrarios está desvirtuado por la dirección política y los reclamos del movimiento, que son los de la gran propiedad capitalista agraria.
El Partido Obrero quiere destacar el derrumbe completo de la política económica oficial, que es también una expresión de la crisis capitalista mundial.
La salida a este derrumbe no pasa por tomar partido por cuál sector capitalista se queda con el fruto del trabajo de la clase obrera y de los productores independientes.
Pasa por impulsar la nacionalización de la gran propiedad agraria y su arrendamiento a los chacareros necesitados de tierra y al servicio del poblamiento agrario, o de los obreros del campo.
Pasa por la nacionalización del comercio exterior y por sobre todo de los puertos privados (por donde los grandes pulpos contrabandean la exportación sin pagar retenciones), bajo control de productores y obreros, para asegurar que los beneficios de la producción sirvan a la industrialización agraria y a superar las grandes carencias sociales.
Ante la crisis abierta llamamos a los trabajadores a no permitir que la burocracia siga manejando las paritarias y a intervenir en ellas para imponer un salario mínimo igual al costo de la canasta familiar y el fin de la flexibilización laboral.
Se ha abierto una crisis de largo alcance, económica pero por sobre todo política. El nacionalismo burgués concluye en un fracaso. El gobierno matrimonial está definitivamente hipotecado. Impulsemos una alternativa obrera y socialista.

Jorge Altamira

Para comunicarse con Jorge Altamira: 15 44 23 78 73

9 comentarios:

Diego dijo...

¿Por qué publicás panfletos?

En serio, me interesa la política editorial de éste blog.

Saludos

J la Rata dijo...

A nadie le quedan dudas de que "El Partido Obrero quiere destacar el derrumbe completo de la política económica oficial, que es también una expresión de la crisis capitalista mundial".

mientras tanto, el resto de la perorata está perfectamente bien planteado(excepto eso de la "crisis" del oficialismo, que es también un deseo del PO). esto es una pelea entre burgueses y sin dudas que la única solución es una reforma agraria.

-J.

(yo no tengo cacerolas. como patys todos los días)

Anónimo dijo...

¿Qué pasó, Cris? ¿Te falló Horangel?

Lytton St. dijo...

Independientemente de cualquier comentario económico, de clase o de género lo que ayer se vio fue el debut, el blanqueo, de la modalidad fascista del gobierno del matrimonio Kirchner. Desde la máxima jerarquía se envió -o no se evitó que concurrieran que es lo mismo- a fuerzas asalariadas de choque para que agredieran e intimidaran a una multitud no organizada con la misión de conquistar un espacio público y exhibirlo como trofeo de guerra. En la vida real fue lo más parecido que recuerdo a las películas sobre la Alemania nazi. El gobierno, señoras y señores, ha mostrado definitivamente sus verdaderos colores.

Anónimo dijo...

La señora presidenta no pierde oportunidad de perder oportunidades. No es la primera vez que comete un error garrafal desde el atril en la casa de gobierno. O está muy mal asesorada en materia de comunicación, o está bien asesorada pero, de todos modos, hace lo que se le da la gana.

danimoli dijo...

Ya muerto Marx, las diferentes fracciones del socialismo revolucionario se enfrentaron en torno a la discusión sobre "la crisis terminal del capitalismo". Desde entonces hay fracciones de izquierda que sueñan con la crisis capitalista que terminará de una vez con lo que ellos ven como un monstruo (y sueñan con eso porque se saben incapaces de destruirlo ellos). Pero lo que el debate de ideas en el campo de la izquierda ha demostrado desde entonces es que en este aspecto, al menos, Marx tenía razón: no puede haber una crisis terminal del capitalismo porque las crisis son el más poderoso mecanismo capitalista para fortalecerse. Crisis significa que los grupos y sectores económicos más dinámicos, más modernos y con mejores perspectivas de desarrollo quedan en pie mientras pierden posición y directamente caen los sectores menos aptos. Desde 1890 (cuando comenzó esta discusión) hasta ahora hubo muchas crisis fortísimas del capitalismo y muchos Altamiras que anunciaban el comienzo de la era de la fraternidad (o lo que sea que esa gente sueñe) y en el camino surgieron Microsoft y Google, Apple y You Tube, Blogger y la CNN, y todavía, por unas décadas parece, resisten la EXXON y la Ford.
No me crean a mí, que no soy palabra sagrada. Ya que son marxistas, lean a Marx y verán que deberían comenzar a pensar en otras alternativas: lamento decirlo pero no habrá crisis final del capitalismo (aunque quizá alguna vez deje de existir, como sucedió con otras formas de organización que dejaron de ser eficientes).
Danimoli

charly dijo...

pago entrada por ver a Altamira piloteando la reforma agraria desde la Casa Rosada. En serio.

Me muero de risa. Lo va a apoyar el Cefyl con su bandera flameando por Av. Rivadavia. Rumbo al socialismo y más allá. jajaja

Anónimo dijo...

Danimoli:

Ya que de Marx se habla, olvidemos al patético PO. Marx es un gran ensayista, la aplicación de sus ideas a la historia ha sido azarosa pero iluminó muchos territorios inexplorados, la aplicación de esas mismas ideas a la política ha sido un desastre.

En un país donde se pagan los votos y se subsidua a la gente para que no trabaje, no debe extrañar que la concentración del poder en una banda de forajidos apele a fuerzas de choque en la tradición de los SA.

D'Elía es un empleado del ejecutivo, como Hebe Bonafini y demás secuaces de Ahmadinejadh, de Milosevic, de ETA y de las FARC.
Que el gobierno de los USA sea asesino y crápula no obliga a combatirlo del lado de otros asesinos y crápulas. Si los K y sus cómplices (De Vido, los Fernández)
prefieren aliarse con Chavez, ya sabemos dónde están.

Anónimo dijo...

Danimoli:
además de los análisis de los análisis del PO, de Sarlo y de Caparrós,
además de todo lo que ya sabemos de los K- sobre todo aquellos que no sólo no los votamos sino que los detestamos-,
además de nuestra indignación frente a los índices del INDEC, de la valija de Antonini, de Felisa Miceli, de D Elía, etc, etc, etc....
además del revisionismo histórico, del análisis de El Capital,
qué opinamos nosotros de una corporación que es enfrentada por el gobierno?
Podremos tener la grandeza de apoyar una medida- de parecernos acertada- que provenga de un gobierno que no votamos ni nos simpatiza?
No puedo dejar de compararlo con las designaciones de Macri en la cartera de cultura.
Si detestamos a Mauricio, le damos la espalda a los festivales y quienes aceptaron dirigirlos?

Apoyo las retenciones, apoyo la posición del gobierno frente a la patria ganadera y nos difrutaré malsanamente con los desaciertos de gobiernos que no voté ni negaré cínicamente las medidas que me parecen justas, aunque vengan, tan luego, de un gobierno que me repugna.
Te mando un beso y te recuerdo aquello del alcalde Giuliani, que tenía políticas sanitarias más progresistas que ninguna izquierda. Me lo enseñaste vos y no lo olvido.
Un beso,
Mariana