viernes, 3 de abril de 2009

Le temps retrouvé

¿Qué diferencia hay (habría), entonces, entre Volver al futuro y Lost? La pregunta está implícita en las comparaciones que establece Hurley, personaje shifter como ningún otro, en el último capítulo de Lost (tratado sobre la guerra).
Por supuesto, la respuesta no se hace esperar: es, en efecto (mezclado, pero no batido), Volver al futuro (temas de existencia y temporalidad) con Abuelas de Plaza de Mayo (invento un título para designar a un melodrama de alto contenido humanitario y que además de temas de identidad, implica temas de memoria). La diferencia entre Volver al futuro y Lost es lo totalmente irrevocable del propio pasado.
No se puede agregar mucho más sin ser acusado de spoiler. En contra de Lost: su creciente edipización. A favor: el hambre que nos provoca. La figura que lo concentra todo: el hiato (la brecha, el crack, el split) entre el joven Ben y el Ben maduro: la inocencia perdida, la infancia como lo que ya no más. Y, sin embargo...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Seguís pensando que Lost no es una serie de ciencia ficción, Link?

Lorenza Murió dijo...

¿Por qué es que nadie entiende que la relación entre Lost y Volver al futuro es necesaria para completar la torción en el género de la primera? ¿Quién es, en Lost, el heroe, es Ben el protagonista de la serie?
Volver al futuro es, también, volver al pasado en formatos genéricos distintos. La foto borrada que apena a Hurley tiene los destellos de un western.

En cualquier caso, de algo estamos seguros. Odiamos a Jack y detestamos a la perra de Kate.

Xtian dijo...

Me pasa algo raro con Lost, esta temporada me parece la mejor de las últimas 3. Me había irritado el plato de espaguetis temporal de la temporada 4. Ahora, como señalás, Daniel, el tema es que hay ahí en ese bache de niño anteojudo a ángel exterminador en Ben. Y la serie pega otro banquinazo. El espagueti de la 4 ahora es una ruleta en la que la bola no termina de detenerse. El foco amaga a ser este y no, es aquel, y no, es el otro. Mientras Jack, Kate, etc, esperan en el freezer que alguien los meta al microondas.

¿Es esto una especie de cubismo narrativo? ¿O un mamarracho?

Yo me entretengo más mirando los hilitos visibles atrás de las marionetas que lo que pasa en el escenario. No deja de ser adictivo y fascinante, pero andá a saber.