Nos despedimos de la ciudad inhóspita con una temperatura porteña, lo que derritió la nieve y nos obligó a caminar sobre hielo quebradizo hasta nuestro restaurang favorito, acá a la vuelta, el italiano, donde nos pusieron, para hacernos llorar, a Concha Buika:
Gracias a todos los queridos amigos que nos hicieron soportable el frío, la nieve, la noche, la burocracia sindical, etc.
Civediamo presto!
Las tres gracias
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Mientras preparo un taller sobre el paso (siguiendo algunos motivos) de los
cuentos tradicionales, desde las lejanas cortes europeas a los libros que
hay...
Hace 3 semanas.
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