viernes, 20 de noviembre de 2015

Pasolini queer

por Daniel Link para Soy

Ser sexual y político En la Union Sovietica, Eisenstein fue sometido regularmente al chantaje por sus inclinaciones sexuales (evidentes en los extraordinarios planos de los torsos y las espaldas de los marineros del Potemkin); Serge Paradjanov fue condenado por actos homosexuales y encerrado en un campo de trabajo. Pier Paolo Pasolini fue asesinado el 2 de noviembre de 1975 en un descampado de Ostia.
Pier Paolo Pasolini (1922-1975) fue sin duda el primer intelectual capaz de inscribir su obra en la cultura industrial sin conceder un ápice de su integridad, de su radicalismo ideológico y sin sacrificar su propio deseo. Supo explotar la especial popularidad que proporcionan los periodicos y la television para expresar ante el gran publico su verdad (la “sinceridad” era para Pasolini una actitud irrenunciable), que colisionaba contra las ideas corrientes (de entonces y de ahora). Mientras la cultura de la Italia del milagro toleraba a Pasolini como un «caso», un «fenomeno», un «escandalo», intentando simplificar su vocacion subversiva y reducirla a una «alteridad» patologica, Pasolini más se aferraba a su deseo homosexual y su “pederastía” (Pasolini gustaba sexualmente de ragazzi menores de 20 años, y así lo declaraba). Ese deseo fue para el un elemento decisivo en su arte: un tema recurrente, a veces central (Orgía, Teorema, Petróleo).
La homosexualidad no era para él un signo de diferenciacion con relacion a los demas o una seña de identidad, sino el signo de una oposicion radical a los otros: «Pasolini siempre prefirió la Alteridad a la Diferencia» (Benedetti). Por eso, no se detuvo en la reivindicación de derechos para las personas homosexuales (consideraba inútiles o vanos esos aspectos del ser sexual y político) sino que propuso la conciencia homosexual como una forma previa al pensamiento y a la imaginación y la asimiló a su obsesión por el Tercer Mundo.

Los 33 procesos Pasolini fue víctima de la homofobia, y lo fue desde antes mismo de convertirse en una persona pública.
Entre 1949 y 1977, Pasolini fue sometido a 33 procedimientos judiciales: se lo acusó sobre todo de delitos de pornografía, obscenidad, ofensa al pudor, y ofensa a la religion del Estado. Cuando el estreno de Accatone, el cine Barberini fue asaltado al grito de “hinojo” (como se llamaba a los pederastas por entonces, recordando la práctica medieval de tirar granos de hinojo a los pies de los condenados a la hoguera, para disimular el olor a carne quemada). El colmo: en 1961, un joven ragazzo encargado de una estación de servicio en San Felice Circeo lo acusó de intento de robo (Pasolini habría tenido, en ese quimérico episodio, guantes, sombrero negro y una pistola cargada con balas de oro). Ante la imposibilidad de probar el robo, la acusacion se centróen la hipotesis de una agresion sexual: la parte civil ordenóuna pericia psiquiátrica que describió al inculpado como «una anomalía sexual, un homofilo en el sentido mas absoluto de la palabra [...] anomalía tan profunda que el acepta conscientemente su anomalía mostrándose incapaz de sentirla como tal. Homosexual exhibicionista y voyeur [...] un sujeto con instintos profundamente tarados y que muestra signos profundos de inseguridad».
Mucho antes, el 22 de octubre de 1949, el joven Pasolini (maestro de literatura en una escuela a pocos kilómetros de Casarsa, en el Friuli) fue denunciado por los carabineros locales por corrupcion de menores y actos obscenos en un lugar publico. Los dirigentes del Partido Comunista Italiano, del que Pasolini formaba parte, lo expulsaron de sus filas.
Este primer episodio homofobo marcó la existencia de Pasolini, quien fue asesinado en la noche del 1 al 2 de noviembre de 1975, en un descampado en las proximidades de la playa de Ostia.

El sacrificio El verdugo de Pier Paolo Pasolini fue Pino Pelosi, un joven de diecisiete anos que despues de golpear salvajemente a su víctima, pasóvarias veces con su coche sobre su cuerpo. Al ser detenido, Pelosi se defendiódeclarando que había reaccionado contra una agresion del escritor que, despues de haberlo recogido cerca de la estacion central de Roma, le habría exigido una retribucion sexual.
La tarde del 2 de noviembre la television italiana describio el asesinato como un crimen sordido, típico del mundillo homosexual. Nadie se detuvo en los numerosos indicios encontrados en la escena del crimen, que permitían suponer la presencia de otras personas y quizáuna verdadera emboscada (de hecho, Pino Pelosi fue condenado en 1976 por homicidio voluntario con complices desconocidos, que luego fueron eliminados de la causa).
La “actitud Pasolini”, que le permite ser “más moderno que todos los modernos”, tiene que ver al mismo tiempo con una sexualidad entendida como inocente (o incluso santa) y una convicción del propio lugar sacrificial en una cultura que no hace sino disimular sus fantasías de exterminio en formas culturales cada vez más asfixiantes y que Pasolini entendía como una “mutación antropológica” (hoy diríamos una “catástrofe biopolítica”) cuya dirección lo horrorizaba. En ese contexto, lo que Pasolini intenta desarrollar es el rechazo a toda posible instrumentalización de la sexualidad por parte de la cultura: sostenerla en su negatividad y en su pureza.
En la “Abjuración de la trilogía de la vida”, Pasolini constató que la presentación gozosa de los cuerpos que, para él, debía constituir un gesto de ruptura, había sido asimilado por la sociedad de consumo. Y por eso que Pasolini abjuró de esas tres películas declarando que habían perdido toda fuerza crítica.
La crisis cultural y antropológica de los años ’60, tal y como Pasolini describe al período, opuso

los cuerpos inocentes con la arcaica violencia vital de sus órganos sexuales (entendidos, estos cuerpos, como el último baluarte de la realidad), a la irrealidad de la subcultura de los medios masivos de comunicación.

La realidad, esa obsesión pasoliniana, supone una comunión, en última instancia, imposible porque, como le responde a Jean Duflot sobre Teorema, no hay evangelio de la sexualidad (pero tampoco del arte, o de la vida):

P. — Yo no propongo absolutamente ninguna solución. Para hacerlo, sería preciso que yo mismo la hubiese encontrado. No, [los míos ] son films libres, en el sentido del experimentalismo al que antes nos referíamos. No proponen ni salida ni solución. Son, a la manera del movimiento poético anteriormente evocado, “poemas en forma de grito de desesperación”.


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