Sr. Director,
En la edición del día DOMINGO 03 DE ABRIL DE 2016 bajo el título
“Empleabilidad de los graduados universitarios”
se publica una nota editorial sin firma que cita un trabajo mío sobre el tema. No me gusta prejuzgar intenciones pero no puedo menos que sorprenderme de que no se aclare que dicha investigación realizada por la Universidad de Tres de Febrero data del año 1999 y que el libro mencionado de mi autoría data del año 2000. Por tanto es claro que esta omisión induce al lector a creer que las conclusiones del estudio se refieren a la situación actual lo cual es completa e insanablemente falso. Es una buena ocasión para informar bien: desde el año 2005 hasta el último trimestre del 2014 hay robusta evidencia en las mediciones de la EPH (encuesta de hogares del INDEC) y otros estudios de que la inserción laboral de los que alcanzaron educación superior se amplió hasta casi el pleno empleo (3 por ciento de desocupación y 6 de subocupación), de que sus remuneraciones mejoraron entre un 30 y un 50 por ciento en términos reales desde ese año y que se redujo considerablemente a un 12 por ciento el nivel de precarización y de subcalificación de los puestos de trabajo.
Justificar una reducción de la Universidad pública (especialmente aquellas del Gran Buenos Aires) o desincentivar a los jóvenes para que estudien, instalando el tema de que sus egresados no van obtener buenos empleos o van quedar desocupados, nos retrotrae a otras épocas de políticas de suicidio colectivo (baja inversión educativa, alto desempleo y bajos salarios) que siempre vienen acompañadas por una ceguera social que tiene -no por obvios menos eficientes- responsables y cómplices.
Marcelo Gómez
DNI 14027247
Las tres gracias
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Hace 3 semanas.
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