La canción de la tierra
por Daniel Link para Perfil
Veo una película sobre el fin del mundo con intacta pasión. Me dejo arrastrar por el potente nihilismo de esa fuerza de la imaginación: no hay futuro, y no lo hay precisamente por la imbecilidad y la maldad constitutivas de la especie humana en su fase actual de "desarrollo".
The Happening (2008) de M. Night Shyamalan saca partido de esos motivos siempre presentes en sus películas: unos árboles se mueven, los personajes sólo dicen tonterías y de pronto se desencadena un happening de horror. El director (que rechazó escribir la cuarta entrega de Indiana Jones y dirigir la tercera Harry Potter) es pesimista y antimoderno como sólo un verdadero moderno podría serlo. Posibilidad de experiencia, no la hay: los personajes, completamente deslucidos, sólo pueden pronunciar frases estereotipadas mientras la radio y la televisión emiten sinsentido ("ataque terrorista", "huyan"). Cuando creen que el mal ha pasado, todos retoman su propia estupidez donde la habían dejado, como si nada hubiera sucedido. Afortunadamente, impiadoso como esperábamos que fuera, Manoj Nelliattu Shyamalan se toma su tiempo para señalar que todo volverá a suceder, hasta la extinción final y el último suspiro, porque el mal no es exterior sino que sale de nosotros, que habitamos el capitalismo con algarabía vil.
The Happening (que no ha sido vista como una "gran" película: ¿y cómo podría hacerse una "gran" película, una película divertida, inolvidable, con semejante tema?) es al mismo tiempo una celebración y una elegía (siempre fue así, siempre, y en esa concordancia entre el himno y el lamento se revela el girar en el vacío de toda forma de glorificación) cuyo tema es el suicidio colectivo, incluso: el suicidio como epidemia imposible de ser exorcizada.
Somos monstruos y la tierra canta celebrando nuestra desaparición. Que así sea.
Las tres gracias
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Mientras preparo un taller sobre el paso (siguiendo algunos motivos) de los
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hay ...
Hace 1 semana.
6 comentarios:
Le faltan zombies a esa película.
yo pienso lo mismo que M. Night, y a mi me dan de la nihilista extremista...
Me alegra coincidir contigo sobre esta película. Saludos, Pupita
¿será importante es parar las emisiones de carbono?
Daniel.
Shyamalan es un director maravilloso, ejemplo la coreografía de muerte en plano secuencia con los suicidios con la pistola.
Sus imágenes duran como un residuo oscuro.
Pero acá no lo ven, no lo quieren ver.
santiago giralt
la vi ayer, terrible. escalofríos.
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