miércoles, 13 de agosto de 2008

Olímpica perversión

Aunque tiene antecedentes en épocas anteriores, se desarrolló en Europa durante el siglo XIX, como la mayoría de las perversiones o parafilias (fetichismo, zoofilia, necrofilia). Se desarrolló es un decir: es durante el siglo XIX, con su manía por el catálogo y la clasificación, cuando encuentra su nombre, halterofilia.
Viendo la contextura del argentino Carlos Luciano Espeleta, no se puede mirar sin simpatía a los halterofílicos. Incapaz como me considero de levantar absolutamente nada, podría sin embargo darle una mano, de parafílico a parafílico.



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3 comentarios:

Emma Funes dijo...

¿Y el tío que ayer casi de se desnuca?
¿y los chinos poniendo unos tabiques tipo 'Caution' para que no se pierda la armonía?
¿Qué armonía puede haber en esos cuerpo más levados que el pan dulce de mi abuela Adelina?

a dijo...

no estan levados
son atletas
potencia,fuerza,velocidad,todo sincronizado al maximo
me caben los juegos
solo vi a los nuestros desfilando,me gusta lo hagan en ojotas(havainanas?)y que se vayan filmando
no entiendo como al que bate todos los records, no se le tire un ruso y le muerda la pata
o algo asi
de noche te miro los juegos
mucho
Cariños
A

TiTo A. dijo...

Las trasnoches olímpicas lo tienen como loco, Link.
Solía criticar a las chicas que miraban fútbol para solazarse con las gambas de los jugadores, pero me descubrí en la misma actitud (y diciendo las mismas frivolidades) mirando, el otro día, a las Leonas, a las que con mi amigo Beto queremos rebautizar "las Lobas".