La puerilidad de los orientales: los juegos olímpicos se inauguraron el 08.08.2008 a las 08.08 pm. Acá, en Argentina, no hubiera sido posible algo semejante porque, tan vivos somos, no habríamos dejado de gritar: “el culo te abrocho”.
De todos modos, no hay que lamentarse por ese rasgo de picardía criolla, porque en verdad nada relacionado con los Juegos Olímpicos es posible en Argentina.
Hace unos años la ciudad de Buenos Aires desperdició una oportunidad histórica presentando como proyecto un disparate que el Comité Olímpico se negó a considerar. El corredor habría de funcionar, según los cálculos de aquel gobierno “progresista”, en el sector más rico de Buenos Aires.
El flujo de dinero que hubiera significado, entonces, la aceptación de la Reina del Plata como posible sede habría alcanzado para transformar la decadente ciudad que habitamos en otra cosa. Habríamos podido limpiar el Riachuelo, esa vergüenza argentina, poner a circular un tren desde Ezeiza hasta el centro, multiplicar por cinco o por diez la red de subterráneos, hacer funcionar como corresponde esa otra vergüenza nacional, el canal 7, mejorar el sistema sanitario de la ciudad, construir hospitales, en fin.... no alcanzarán los años de una vida para lamentarse.
Vivimos en la dilapidación: los millones que cuestan construir dos estadios olímpicos (según las cifras suministradas por los chinos), aquí se gastan en el escandaloso salvataje fraudulento de “la aerolínea de bandera" y, además, la ciudadanía aplaude la estatización de esa deuda. El gobierno de la ciudad, por su parte, acaba de anunciar un plan de alquiler de autos que ha dejado patitiesos a los vecinos: ¡Bravo, bravo! (te abrocho).
Si se repite la performance de los atletas argentinos en los últimos juegos de Grecia, la delegación volverá con varias medallas, producto antes del esfuerzo particular que del patrocinio estatal. Los judokas criollos no han dejado de señalar el estado calamitoso del Cenard (Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo): el tatami para sus prácticas estaba hecho jirones y tuvieron que salir a buscar espacios alternativos de entrenamiento e, incluso, para dar conferencias. Cuando vuelvan les diremos: ¡Bravo, bravo! (te abrocho).
(anterior)
Las tres gracias
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Mientras preparo un taller sobre el paso (siguiendo algunos motivos) de los
cuentos tradicionales, desde las lejanas cortes europeas a los libros que
hay...
Hace 3 semanas.
1 comentario:
ja, lo de "el culo te abrocho" hubiese sido tapa de Crítica...¿o es demasiado audaz para el diario de Lanata?
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